La primera mañana para Harry en Hogwarts fue algo indescriptible, demasiadas emociones que manejar.
Pero sobre todo se sentía energético, había dormido bastante bien y sentía que en ese momento podría comerse al mundo mágico de así quererlo.
Sacó su varita aún en la oscuridad que su habitación le proporcionaba y conjuró un rápido tempus, abriendo los ojos en clara sorpresa al instante, si no despertaban ahora llegarían tarde al desayuno.
Eso lo explicaba un poco, había dormido tan bien porque se había quedado dormido más tiempo de lo necesario.
Camino de forma decidida hacia el menor de los Black pero justo cuando estaba por hablar quedó mudo, Regulus lucia demasiado lindo dormido, con un semblante de tranquilidad, y... lucia tan tierno que por un momento considero dejarlo dormido, pero descarto la idea al instante, lo más probable era que las consecuencias fueran peores al hacerlo. Así que con un suspiro y todo el dolor de su alma decidió despertarlo de una vez por todas.
— ¡Regulus! — Lo removió con suavidad, pero él nombrado simplemente murmuró algo que no alcanzó a escuchar antes de abrazar a su almohada, acción que hizo a Harry reír de forma inevitable — ¡Regulus! Tienes que despertar ahora — Intento de nuevo removiéndolo de forma más fuerte, obteniendo el mismo resultado.
Harry meditó sus opciones por unos segundos antes de retroceder de forma insegura, ¿podría ser?... bueno, no perdía nada intentándolo.
Sacó su varita y señaló con ella el rostro del Black antes de murmurar con voz clara y segura.
— ¡Aguamenti! — Y al instante un chorro de agua impacto contra el rostro del menor de los Black, haciendo que este abriera los ojos de forma abrupta y se incorporara rápidamente.
— ¡Harry! — Grito indignado, pero Harry ya se encontraba encerrado en el baño riendo fuertemente, bien, había sido bastante divertido, solo esperaba eso no tuviera alguna represaría en su contra, no quería causar una batalla campal en su propia habitación.
Además, en su defensa, habría sido imposible despertarlo de otra manera.
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— ¡Vamos Regulus! ¡No puedes ignorarme por esto! — Se quejó Harry mientras caminaba junto al menor de los Black, el cual lo ignoraba desde el incidente pasado.
El tiempo de desayuno finalmente había concluido dando inicio a las clases, por lo que ambos se dirigían a su primera clase del día, transfiguración con Gryffindor.
Pero Regulus no contestó ni le dedicó siquiera una mirada, en cambio se adentró al salón y se alejó rápidamente de su lado, sentándose al lado de su prima Narcissa.
Harry ignoró el pinchazo de dolor que surgió luego de esa acción y se encogió de hombros, si no quería sentarse a su lado no se sentaría a su lado y ya.
Mientras observaba el aula con atención, visualizo a una persona que él conocía bastante bien y estaba seguro no le negaría sentarse a su lado, por lo que se acercó rápidamente hacia él con un poco disimulado entusiasmo.
— ¡Hola Draquito! — Saludo Harry con una sonrisa mientras abría sus brazos, preparándose para la siguiente acción del rubio.
— ¡Harry! — Draco prácticamente se aventó a sus brazos aferrándose a él de la misma manera que él lo hacía — Ayer no te volví a ver luego de la selección, ¡pudimos haber compartido habitación! — Se quejó sin dejar de abrazarlo.
— Lo se Dragón — Harry hizo una pequeña mueca de culpabilidad antes de separarse — Pero ¡podremos hacer pijamadas de vez en cuando! — Sugirió mientras tomaba lugar a su lado.
— ¡Tienes razón! — Draco sonrió mientras lo miraba con ojos brillantes, feliz de ver a su mejor amigo — Pod... — Un carraspeó a sus espaldas hizo que el menor de los Malfoy dejara de hablar, confundido.
Ambos chicos giraron su cabeza con rapidez, por un momento temiendo que se tratara de la profesora, pero al que vieron en su lugar fue al menor de los Black, el cual se encontraba con el ceño fruncido en una clara mueca de molestia, la cual tenía desde que despertó.
— Black — Saludó Draco, mirándolo de forma confundida por un instante.
— Malfoy — Respondió este forzando una sonrisa antes de girar su vista hacia Harry — Harry, ¿No te sentarás conmigo? — Preguntó bajando la voz hasta que solo fue un pequeño murmullo que ambos chicos pudieron oír muy bien.
Ahora fue turno de Harry de fruncir el ceño, Regulus prácticamente había huido de su lado desde que comenzó la mañana y ¿realmente ahora preguntaba si no se sentaría junto a él?
A su lado, Draco hizo una pequeña mueca de tristeza, seguramente esperando a que Harry lo deje por el menor de los Black. Ya que si bien eran amigos desde mucho antes, estos habían llegado juntos.
— Lo siento Regulus — Respondió Harry con voz firme — Pero yo ya estoy con Draco, y tú hasta hace unos segundos estabas con Cissi si no me equivoco — Lo miró con una pequeña sonrisa, sin querer sonar demasiado rudo.
Regulus bajo la cabeza luciendo como un cachorro golpeado, a lo que Harry no pudo evitar sentirse un poco culpable, pero tampoco iba a dejar a Draco de lado por ir con Regulus, sería horrible si hiciera eso y tenía algo llamado orgullo.
— Si, claro — Regulus forzó una sonrisa en su dirección antes de volver a su antiguo sitio con Narcissa.
Ambos chicos se quedaron en un silencio unos cuantos segundos más antes de que Draco se girara hacia él.
— Puedes ir con él si quieres.. — Draco le sonrió con compresión pero Harry logró captar el brillo afligido en su mirada. Al parecer sintiéndose de igual forma culpable.
— No lo haré Dragón, tú también eres mi amigo — Harry resto importancia antes de pasar un brazo por sus hombros, y fue entonces que decidió hacer de lado aquella sensación asfixiante.
La clase fue bastante sencilla, Harry logró el cambio del palillo a la aguja en el tercer intento y luego de eso se concentró en ayudar a Draco a lograr el suyo, cosa que no fue demasiado difícil.
Al salir de clase Harry se despidió de Draco, su siguiente clase no la tenían juntos al estar el grupo dividido, así que el se acercó rápidamente al menor de los Black, dispuesto a solucionar el problema anterior.
— ¡Hola Regulus! — Musito fuertemente uniéndose a su caminata y mirándolo con una sonrisa ligera.
— Hola Harry — Respondió este en un tono un poco más bajo y con voz monótona, sin expresar mucho.
Harry se dio cuenta entonces que no le gustaba cuando Regulus se escondía en su máscara de indiferencia.
— ¿Estamos juntos en pociones? — Pregunto con un tono sugerente, esperando el resultado deseado.
Regulus soltó un pequeño suspiro antes de alejar la máscara completamente de su rostro, dejando ver una pequeña expresión de alivio.
— Lo estamos — Respondió riendo un poco antes de clavar sus ojos en él, una mirada intensa que fue de vuelta por el menor de los Potter.