Regulus se encontraba aburrido, la clase de pociones parecía ir más lenta que de costumbre y de alguna forma al profesor Slughorn le pareció buena idea juntarlo de equipo con Barty, con quien no había hablado desde el incidente del año anterior.
Al menos a Harry le tocó con Narcissa, bendita suerte divina que acompañaba al chico últimamente, él estaba con una de sus mejores amigas y a Regulus le tocaba estar con un molesto joven que solo le hacía rabiar.
— Hey, Regulus — Barty llamó mientras revolvía la poción con cuidado — ¿Sabes? Creo que tienes razón — El mencionado frunció el ceño, no sabía a qué se refería, pero no fue necesario que diera a notar su duda, ya que el chico rápidamente continuó — Ya sabes Harry — Miró al menor con una pequeña sonrisa.
— ¿Qué pasa con Harry? — Cuestionó el Black de forma tal vez demasiado brusca, la mirada que Barty le dirigía a su amigo no le gustaba para nada.
— Es muy lindo — Mencionó, y el pelinegro pudo sentir la molestia creciendo en su interior, sin embargo no dijo nada — ¿Has visto sus labios? Son tan rosados y cielos, moriría por besarlos — El ceño fruncido de Regulus se profundizó entonces, repentinamente tenía ganas de golpear al chico junto a él — Cuando esta sudado luego de quiddich se moja su rostro con agua, y esta resbala por su cuello y clavículas, Merlin amigo, es la imagen más erotica que he visto — Y no, Regulus se repitió que no podía golpear al chico frente a él, debía controlarse y ser razonable.
— ¿Puedes cerrar la boca? — Cuestionó entre dientes, la molestia siendo palpable en cada sílaba, la tarea de controlarse a sí mismo estaba siendo demasiado complicada, más aún con la mirada profunda que Barty tenía hacía Harry.
— ¡Oh vamos! ¿Me dirás qué nunca te has imaginado lo bien que se sentiría tenerlo debajo de ti? — Preguntó con voz burlona y baja, y bien, entonces si exploto.
Apenas pudo darse cuenta de sus acciones cuando su puño ya estaba sobre el rostro de su compañero, quien rápidamente se llevó la mano al labio roto y goteante de sangre antes de regresar el golpe con furia poco disimulada.
— ¿Que mierda te pasa? — Le gritó, la clase entera prestando atención a cada uno de sus movimientos de forma shockeada al haber sido todo tan repentino.
Regulus golpeó su mejilla con fuerza nuevamente en respuesta, un sonido sordo escuchándose por el salón y haciendo que más de uno de un salto asustado.
Y fue entonces que Barty se lanzó sobre él, intentando golpearlo lo más que podía con movimientos acertados.— Petrifucus Totalus — La voz de Harry sonó temblorosa sin embargo el hechizo salió de forma perfecta impactando contra el cuerpo de Barty de forma eficiente.
El chico cayó sin poder hacer nada para evitarlo, justo en el momento en que el profesor ingresó al aula, sorprendido por el desorden y los rastros de sangre por el suelo.
— ¡Regulus! — Harry llegó al lado del chico a pesar de los intentos de sus amigos por detenerlo, más que nada porque este aún lucía lo suficientemente molesto para ser peligroso, pero al ojiverde no le importo mucho — ¿Estas bien? — Movió sus manos de forma indecisa sin saber exactamente qué hacer, pero finalmente dejándolos caer a sus costados con temor a lastimarlo más de tocarlo.
— Si, yo... — Miró al chico a su lado, sintiéndose repentinamente mal porque haya presenciado esa escena — Lo siento — Musito, y no, no sentía haber golpeado a Barty, pero si sentía causar tanta preocupación en su amigo.
— Vamos, te llevare a enfermería — Lo jalo mientras el profesor cuestionaba que había sucedido, recibiendo vagas explicaciones al respecto, Barty aún en el suelo sin poder moverse.