Un par de semanas luego del regreso a clases Harry se encontraba despertando en la cama vacía de Regulus, quien se debía encontrar en algún punto de la habitación.
— ¿Regulus? — Se incorporó de forma perezosa, era fin de semana por lo que realmente no entendía dónde se podría encontrar su amigo.
— En el baño — Un grito se escuchó segundos después, haciendo que Harry asienta para sí mismo y se derrumbe de nuevo sobre su cama, porque para este punto esa era su cama.
— ¿Qué haces despierto tan temprano? — Cuestionó con confusión una vez Regulus salió y se colocó frente a la mesita de noche.
— Debo investigar algunas cosas — Respondió rápidamente haciendo que tararee en respuesta, extrañado por no haberlo sabido, siendo que Regulus solía contarle sus pendientes y demás.
— ¿Quieres que te acompañe? — Cuestionó Harry sentándose sobre la cama y comenzando a estirarse, sabiendo que al contrario le gustaba que lo acompañara cuando hacía deberes y todo el tiempo en general.
Regulus negó con rapidez antes de retroceder un paso y luego volver a su posición anterior, causando que Harry frunza el ceño ante lo extraño que su amigo se comportaba.
— En realidad es algo rápido y de poca importancia, puedes seguir durmiendo — Besó su mejilla con rapidez y prácticamente huyó en dirección a la salida, sin darle tiempo de responder.
Harry miró hacia la puerta por un par de segundos más, bastante impresionado por la forma en que Regulus lo evadió pero decidiendo no enfocarse mucho en ello.
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Era martes cuando Harry se dio cuenta de que Regulus se encontraba siendo realmente extraño.
El chico lo había estado evitando un poco y cancelando salidas previamente programadas, pero el ojiverde rápidamente lo asumió a su falta de tiempo libre.
Sin embargo ese día se dio cuenta de que algo serio sucedía.
Normalmente luego de un entrenamiento de quiddich solían ir a la habitación a descansar y luego a cenar juntos en las cocinas, un pequeño hábito que habían comenzado luego de mediados de segundo año. Pero Harry se dio cuenta de que ese día sería distinto cuando Regulus se situó frente a él con una sonrisa culpable.
— Hey Harry, nos vemos luego, tengo que hacer unas investigaciones pendientes — Mencionó acariciando suavemente su mejilla.
Y le habría creído, habría caído perfectamente si no fuera por lo siguiente que dijo.
— Así podrías aprovechar y estar con Draco un rato, se que no lo has visto mucho esta semana — Y ahí fue cuando Harry se dio cuenta de que algo serio pasaba.
Regulus se llevaba bien con Draco, pero hasta el mismo se había dado cuenta de su pequeña resistencia a él, normalmente solía interrumpir cuando estaban juntos para llevarse a Harry con él o ponía excusas para que cancelara sus salidas, pero ahora parecía aventarlo a los brazos del Malfoy sin ninguna resistencia, lo cual era extraño.
— Está bien... — Murmuró Harry, sintiendo su corazón apretarse por la confirmación de sucesos, y dándose cuenta por primera vez de todo lo que había sucedido las semanas pasadas.
Estaba seriamente confundido, y algo preocupado si debía admitirlo.
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Harry se recostó al lado de Draco en el campo de quiddich.
Ambos habían estado volando un rato antes de decidir descansar en el lugar, el día era lindo, fresco y provocaba pasar un buen rato fuera.