Para empezar... ¿Qué podía decir? Un montón de cosas me vinieron a la mente en segundos para gritarle en la cara, o con suerte decirle lo más humanamente tranquila:
>¿Está jugando conmigo?<
>¡Por supuesto que no!<
>¡No soy un maldito juguete!<
>¡Más vale que me pague extra!<
>¿Se da cuenta que no vamos a engañar a nadie? ¡Llevo dos días de conocerlo!<
>¿Por qué demonios piensa que voy a acceder sin más?<
Pero en su lugar, lo único que salió de mis labios fue:- ¿De qué hablas?- mi voz no fue más que un susurro; no necesitaba hablar tan fuerte, estaba tan pegado a mí que podía sentir su aliento a menta y brandy sobre mi nariz.
-Sé que debí decírtelo antes- empezó.
-¡Por supuesto que debías!- exclamé en susurros exasperados- ¿Que esperabas? ¿Que dijera que sí sin esperar una explicación? ¿Crees que soy una tonta?-
-¡Por supuesto que no!- dijo también cansado de la conversación- Pero como tu jefe, pensé que debías aceptar las órdenes que te diera-
-¡En mi maldito contrato no decía nada sobre fingir ser la prometida de mi jefe!-
-¡Es sólo durante esta maldita cena!- dijo elevando más la voz de lo que debía, al darse cuenta miró alrededor y por lo visto había varias personas que acababan de llegar, por lo que se aclaró las garganta y deslizó un brazo por mi espalda baja, haciéndome caminar a una posible noche fatal- Escucha, Mara- dijo suavemente- Estos clientes son los más importantes que tengo en estos momentos, tus servicios extra no serán en vano, créeme, el futuro de esta cena... mi futuro, depende de lo que demostremos hoy- tomó mis manos entre las suyas y las acercó a sus labios, a tan sólo pocos pasos de subir toda la escalinata para entrar al hotel, y otra vez, estaba perdida en ese trance, pero intentando por todos los medios ignorar el cosquilleo de su tacto y su aliento sobre mi piel- Pongo mi futuro en tus manos, ¿Puedo confiar en ti?- dijo en voz baja, nada dominante, sino gentil y amable; una de sus manos dejó las mías y volvió a acariciarme la mejilla, pero entonces pasó su pulgar por mi labio inferior, y sin poder reprimirlo, suspiré de satisfacción.
-Sí, está bien- asentí también en voz baja.
-Bien- sonrió de lado- Gracias- me miró un rato más, como queriendo leer mis pensamientos con esa mirada tan lasciva que tenía... ¿Cómo es que podía mirarme así y yo todavía no estaba arrodillada frente a él?
Supongo que fingir estar enamorada de él no será muy difícil...
Volvió a deslizar su mano por mi espalda baja, y con aire decidido, entramos por las grandes puertas de hierro forjado con el emblema de la casa Ishikawa. El lugar era... algo que jamás creí presenciar: si bien la casa de los Eisler era lujosa, esto los superaba en gran medida; sabía que los Ishikawa tenían años y años de herencias de lo más prestigiosas, los que quedaban eran descendientes, supuestamente, directos de uno de los antiguos emperadores de Japón: Go- Shirakawa, y desde entonces han querido mantener el linaje, no así el poder, casándose con sólo lo mejor de lo mejor, y esto lo demostraba bastante bien; pasamos por un vestíbulo lleno de hermosas pinturas sobre paisajes y varios retratos que supongo habrán sido los más antiguos de la familia, para luego llegar a un salón en el cual debías bajar tres escalones para ir al centro, donde un hombre bastante anciano saludaba a los demás con aire amable; increíbles cortinas de satén colgaban por los ventanales con vistas a un hermoso patio con una fuente increíblemente enorme de un dragón y un conejo, que eran los animales que iban en el emblema que se veía por todas partes; el piso era de un azulejo tan fino que me daba miedo pisarlo, parecía que lo rompería con cada paso; y justo encima de todos estaba la araña de luz más prestigiosa que había visto jamás; yo parecía ser la única sorprendida, los demás estaban todos ensimismados en pequeñas conversaciones, bebiendo o comiendo de los meseros que caminaban entre ellos, con una banda de violinistas tocando justo frente a los ventanales.
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Broken Sin / 18+
RomanceCuando Mara Alves no logró ingresar a la universidad de sus sueños, se ve obligada a buscar empleo, y el golpe de suerte le llega al recibir el e-mail de "Miller & Associates", la prestigiosa firma de abogados más grande del mundo. Y allí sin saber...