24- Entre dos hombres

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-¿Qué pasa?- preguntó Garret y sin perder más tiempo a que contestara me quitó el celular de las manos y vio el mensaje; su cara era indescifrable- No irás sola-

-Debo ir, Garret- suspiré antes de posar mi frente en la mano- Debemos hablar y no deberías estar ahí-

-No sabes de lo que es capaz-

-Dios mío, no es un maldito animal- lo interrumpí- Adam puede ser impulsivo e inestable, pero no es un monstruo- negué con la cabeza- Tú mejor que nadie deberías saberlo, ¿Cuál es tu problema?- me crucé de brazos- Quiero que este problema acabe de una vez por todas, ¿Acaso no es lo que tu también quieres?-

Garret largó un profundo suspiro- Tienes razón, es sólo que... no quiero perderte, Mara- tomó mi mano hasta ponerla sobre su mejilla- Te quiero siempre a mi lado-

Respiré hondo, sintiendo como ese repentino arranque de enojo se iba- Yo tampoco quiero perderte-

*************

A la mañana siguiente, me encontraba caminando hasta la puerta de la casa de Adam, con la maleta en mano con todas las cosas que me había regalado.

Ni siquiera a pocos pasos de su puerta estaba segura de lo que iba a decidir, pero sé que sea cuál sea, Adam no querrá saber nada de mí. No quiero ni pensar en todo lo que habrá pasado por su mente.

Tragué saliva, sintiendo las manos sudorosas y las piernas fallarme. Alcé la mano para tocar pero entonces detrás de mí se oyó unas ruedas chirriar contra el camino de piedra hasta frenar de golpe.

Me giré y vi a Garret bajar a toda prisa hasta mi- ¿Qué demonios?- exclamé.

-Pase por tu casa pero ya te habías ido- dijo con la respiración agitada.

-Garret, ¿Qué haces aquí? Te dije que tengo que hacerlo sola- dije muy enojada.

-Lo siento Mara, pero sea lo que sea que decidas ahora, también me incumbe, así que voy a entrar contigo-

Suspiré. Tenía razón.

No dije nada más y llamé a la puerta, sintiendo que iba a desmayarme en cualquier momento.

Los pasos se escucharon casi enseguida, la puerta se abrió y mi corazón dio un vuelco.

-Eh, adelante- dijo Adam sorprendido, al ver a Garret detrás de mí.

Pensé que iba a saltar sobre él e iban a empezar a pelear, pero él sólo lucía cansado. Los signos que ya tenía de una golpiza ahora lucían más nuevos, pero algunas heridas ya iban sanando, lo que me hace suponer que Garret prefirió no participar tanto en la pelea.

-Gracias- dije en casi un susurro.

-Podemos ir a mi estudio- dijo luego de cerrar la puerta para luego ir escaleras arriba.

Lo seguimos en bajo un silencio sepulcral, y nadie habló hasta que tomamos asiento, Adam en su silla tras el escritorio, yo en el sofá frente a él, y Garret en el sofá más lejano, hacia la ventana, era como que quería ser invisible pero al mismo tiempo no, como dejando su marca de "aquí estoy, más vale que no toques mi comida". Negué con la cabeza mentalmente, hombres.

-¿Ni siquiera puedes darnos un maldito momento a solas?- dijo Adam algo frustrado a Garret- Sé que estás colado por ella pero al menos danos un segundo- rodó los ojos.

Broken Sin / 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora