Luego de que Garret me dejara en casa, los días parecían pasar volando. Adam no había contactado conmigo en lo absoluto, era sólo Garret el que me avisaba que no hacía falta que vaya a la oficina. Confiaba en su palabra, aunque no estaba segura de que Adam le haya dicho que tengo días libres.
De todas formas, tampoco tenía muchas ganas de verlo, y renunciar de una vez por todas pasaba por mi mente todos los días, y más aún luego de la fantástica noche que Garret que me dio.
Han pasado casi tres semanas, y no lo había visto desde entonces, pero me mandaba mensajes constantes cuando podía o me llamaba unos minutos, y eso se debía a que Floyd le había contado sobre el paradero del último hombre que mató a Mako y Madeline, y estaba cuadrando los detalles para el viaje.
Ahora estaba en un café con Oliver, invitamos a Sandra, pero dijo que estaba en una cita, y claro, esa cita era James.
-Luces mejor- dijo Oliver luego de recuperarse de un ataque de risa por el chiste que conté- No recuerdo la última vez que te vi tan... feliz- sonrió coqueto antes de arrojarme una servilleta.
-Basta- me reí- No he follado con nadie, si es lo que preguntas-
-Ajá, y yo soy monaguillo del papa, no me mientas Mara Alves, te conozco muy bien- entrecerró los ojos como buscando así saber en mi cara con quien me acosté.
-¿Ya lo adivinaste?- rodé los ojos.
-Mmm- dijo pensativo con un pulgar en la barbilla- He visto que te duele un poco al sentarte, pero no mucho... eso me hace pensar que...- su sonrisa macabra iluminó su cara y salté para taparle la boca pero me ganó- ¡TE DIERON POR EL CULO!- gritó riendo y todos a nuestro alrededor voltearon a vernos.
La cara se me caía de vergüenza- Eres un tarado, ¿Sabías?-
-Así me amas cariño- me lanzó un beso al aire que espanté con la mano.
A pesar de todo, largué una risotada, Oliver sabía como alegrarme aún más.
Luego de tragarnos casi todo lo que había en la tienda, fuimos al estacionamiento para regresar a la oficina, bueno, Oliver lo haría, a mi me dejaría cerca para perder tiempo en el centro comercial o algo.
-¿Tienes cambio?- dijo buscando en sus bolsillos para poder poner monedas en la máquina que abre y cierra el paso- No traigo ni un poco-
-Sí, por aquí debo tener algo- dije buscando en mi bolso y... el reluciente anillo de compromiso que había olvidado que aún tenía conmigo me saludó al meter la mano.
Con un nudo en la garganta le pasé las monedas a Oliver, y una idea se me pasó por la cabeza.
Sé que Adam no había ido a trabajar, Oliver me lo había dicho. Conociéndolo, quizá esté en un bar, ahogándose en alcohol, pero no perdía nada con intentar.
-Eh, ¿Sabes qué? ¿Puedes dejarme en otro lado?- pregunté inocentemente.
Oliver me miró con recelo, pero no dijo nada- Claro, ¿hacia dónde?-
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Estaba caminando por la acera que llevaba hasta su casa, pensando en las mil formas que esto podía acabar, y en todos los escenarios, nunca terminaba bien.
Entonces me encontraba frente a su puerta, respirando hondo, era hora de terminar con esto de una vez por todas.
Cuando iba a tocar la puerta, la pulsera que Garret me hizo deslumbró en toda su belleza. Si me la dejaba puesta, era muy probable que Adam la reconociera, se conocían desde pequeños, así que lo mejor era guardarlo.
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Broken Sin / 18+
RomanceCuando Mara Alves no logró ingresar a la universidad de sus sueños, se ve obligada a buscar empleo, y el golpe de suerte le llega al recibir el e-mail de "Miller & Associates", la prestigiosa firma de abogados más grande del mundo. Y allí sin saber...