32- Lección 4: Perdón

479 31 2
                                    

Eran las cuatro de la mañana, y estaba sentada en el balcón de mi habitación del hotel, viendo el cigarrillo en mis manos fundirse con cada calada, luego de la fiesta a la que nos quedamos un rato más bebiendo unos tragos con Miles y Leila, lejos de todos los actos BDSM que habían a lo largo de la casa, Garret me había traído y se despidió diciendo que la siguiente lección me gustaría y era muy probable que desafiara mis límites.

Y no pude irme a dormir pensando en eso.

Hasta el momento, estas lecciones habían sido divertidas, por no decir satisfactorias. Pero ese bichito que tenía en mi cabeza, se preguntaba una y otra vez si hacía lo correcto.

¿Estaba bien todo esto? ¿Salir a hurtadillas de mis padres con un hombre mayor que reclama amarme para luego follarme como si fuera la última vez?

Había fantaseado con algo así desde mucho antes de conocer a Garret y a Adam... ahora, luego de todo lo que he hecho con ellos, no dejaba de poner en duda mi juicio.

¿Estoy loca? ¿Esto en verdad estaba bien?

La cuenta regresiva para mi cumpleaños estaba cada vez más corta, y con ella, la respuesta que Garret quiere de mí. Que siempre me ponía en duda.

Sé que lo amo, mi corazón late con fuerza cuando lo veo, y nunca dejo de sentirme nerviosa cuando me besa y me sonríe. Siento una increíble paz y seguridad cuando me abraza y me dice que ama, o me da esos pequeños detalles que solo me hacen amarlo más.

Pero como siempre, ese bichito que nunca dejaba de hablar, se preguntaba si podría haber más.

¿Más de lo que ya tengo?, me pregunté a mi misma.

Porque esto era serio, cuando sea mi cumpleaños, Garret querrá una respuesta, y nunca, nunca jamás, se romperá, dependa de lo que elija. 

Si acepto a ser suya, si alguna vez termináramos, siempre lo seré.

Él lo sabe, yo lo sé.

Nunca conoceré a alguien como él, tan perfecto y desperfecto, que me ama a pesar de lo rota que soy y la corrompida pero amorosa familia que tengo.

Y si no acepto, sé muy bien que no volverá a tocarme de la forma en que lo hace, podremos seguir juntos, pero no será lo mismo.

Como recordaba, aceptar un acuerdo así era como aceptar un compromiso, pero uno que nunca podría romperse; sí, puede que se rompiera en papel y en persona, pero la conexión entre ambos, nunca.

No importa si estábamos en un país diferente, con otras personas, años después con una vida hecha, mi piel siempre recordará su tacto y la manera en que me hace sentir, y él nunca olvidará el amor que le tengo, que nunca se comparará con la de alguien más.

Él siempre recordara estas lecciones, siempre tendrá en mente cuando nos conocimos, la primera vez que estuvimos juntos, cuando me llevó a su lugar secreto en las afueras del mi país, el miedo que le dio cuando esos hombres me secuestraron, y que mató a un hombre para salvarme, sé que le remordía la conciencia, pero no hablaría de ello hasta que él quiera hacerlo.

Él siempre recordará, que lo elegí a él.

Yo nunca olvidaré que fue uno de los primeros hombres que amé.

Cosa que nunca creí que iba a pasarme.

Nunca podré olvidar las cosas que me llevaron a conocerlo, nunca podré olvidar que lo conocí gracias a Adam...

Adam... Dios... ¿Dónde podrías estar a estas horas?

Me hubiera gustado hablar de esto con él, porque a pesar de todo, él era con quien podría hablar y darme un consejo sobre qué hacer.

Broken Sin / 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora