16.

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Doyoung se comió el kit kat cuando llegó a la habitación luego de clases, como Kun estaba en el club de taekwondo no tuvo que preocuparse de su presencia, disfrutó cada trozo como si fueran su última comida.

Porque Johnny se lo regalo.

Sonrió mientras vio el paquete, lo limpió bien y lo guardó dentro de su cuaderno de notas personales, allí tenía escrito Johnny por varias partes, si alguien encontraba ese cuaderno entonces su vida podía darse por terminada, por suerte nadie más que él sabía la combinación de su caja de seguridad en donde lo guardaba.

Quedaba solo una semana para que tuvieran que dar los exámenes finales, significaba que en pocos días dejaría de poder pasar tiempo con Johnny, le echaría de menos, había tenido el privilegio de verlo cada mañana todos los días, todavía parecía un sueño para él.

Su celular sonó y vio que era su amiga así que atendió rápidamente, esto de tener amigos era genial.

—¿qué sucede?—preguntó, tomando un sorbo de agua.

—¿puedes venir al lobby? Sicheng y yo estamos decidiendo si usar nuestros bonos en el comedor ¿tienes algunos?

Doyoung revisó su cuaderno personal y encontro allí todos sus bonos, no los usaba, su padre le compraba cien bonos permitidos por mes para que pudiera comprarse algún snack pero nunca los utilizaba debido a que nunca comía demasiado—tengo ¿cuántos quieren?

De fondo oyó a Sicheng decir que las papas fritas estaban siete bonos, Kyari dijo—gasté todos mis bonos, solo me quedan dos y a Sicheng le queda uno solo ¿cuántos tienes tú?

—tengo más de quinientos bonos.

—por dios—susurró Kyari—debes usarlos antes de que no sirvan, traelos aquí, los administrare yo.

Los bonos vencían cada cinco meses, a Doyoung la pareció una buena idea simplemente dárselos a Kyari.

Así que los guardó en un sobre de papel y se cambió el uniforme para unirse a sus amigos en el primer piso, seguro estaban revisando alguna tarea o algo parecido. Se puso un suéter holgado rojo y salió de la habitación, acomodando un poco su cabello.

Cuando estaba yendo en dirección a los ascensores se encontró con un chico todo vestido de rosa pálido, tanto su gorro como su abrigo y sus jeans.

Doyoung le miró sorprendido y el chico también le miró, decidió solo pasar de largo hacia el ascensor pero antes de poder entrar, el chico le habló—stop, boy in red.

Se giró curioso y el chico se acercó, mirándolo aún más de cerca—¿qué?

—¿cuál es tu nombre?

Trago saliva nervioso y apretó las mangas del suéter—Kim DongYoung.

—oh, lindo—el chico sonrió y Doyoung se sorprendió de no haberlo visto nunca antes, definitivamente destacaba— estoy buscando la habitación de Moon Taeil ¿sabes cuál es?

—sí, la habitación de ese hyung es la número dos—Doyoung señaló la puerta y el chico volvió a sonreír, mirándolo.

—gracias—el chico se fue en dirección a la habitación pero de pronto volvió a girarse—mi nombre es Taeyong.

—oh, uhm, un gusto—Doyoung se inclinó ligeramente y continuó caminando.

Un extraño escalofrío le recorrió el cuerpo cuando se subió al ascensor y notó que Taeyong estaba allí parado, mirándolo, las puertas se cerraron y sintió un terrible alivio, el instituto podía estar lleno de chicos extraños con lindos rostros.

InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora