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Doyoung escuchó a Johnny hablar, le escuchó decir con esa dulce voz acaramelada que Kun había sido su primer amor, entonces recordó las veces que Kun se iba de la habitación porque iba a ver a sus amigos ¿iba a ver a Johnny? 

No pudo evitar traer a el presente sus recuerdos de Johnny bajo la nieve diciéndole que tenía a alguien a quien amaba. Así que sí había alguien y no era cualquier persona, era Qian Kun, su compañero de habitación, el chico guapo y perfecto que nunca tenía una palabra de más sin sentido y que por supuesto, jamás se quedaba en silencio ante cualquier obstáculo, tenía una fuerza de voluntad increíble al igual que su personalidad, sabía desenvolverse en la vida con un encanto particular, desde la coronilla hasta los pies irradiaba clase y elegancia, él sonreía y posiblemente cualquier persona quisiera ir detrás por siempre. 

Se sintió pequeño, no, se sintió diminuto ¿cuántas veces Johnny podría haberlo comparado con Kun? dejando en claro cuan diferentes y patético era en comparación con la persona que verdaderamente amaba. 

ah, estaba tan avergonzado, Kun estaba en el cuadro de honor como uno de los mejores diez estudiantes de todo el instituto, y él solo había entrado entre los mejores en la clase de música gracias a Johnny. 

—es una suerte—susurró, aguantando un pucherito—que estemos empezando las vacaciones. 

Sicheng se acercó a abrazarlo con fuerza, sabiendo de sus sentimientos por Johnny—está bien, eres mil veces mejor que Kun. 

—eso no es cierto.

Su complejo de inferioridad lo destrozó, cuando regresó a su habitación y vio a Kun acurrucado en un rincón, ni siquiera pudo mirarlo a la cara porque de seguro hasta se veía hermoso llorando, así que solo recogió sus cosas y se fue sin decir adiós, apresurado, como si estuviera huyendo de un horrible monstruo que no lo dejaba ser feliz. 

Y a pesar de que se fue tan lejos como podía del Internado, los tormentos de éste lo perseguían, dejándolo incapaz de dormir en su fría habitación, donde oía solo el canto de algún grillo y en donde sus lagrimas simplemente caían. 

Se sintió horrible cuando recordó a Kun gritándole en el pasillo a Johnny, él lo protegía para que no estuviera en peligro, honrado Kun, no se parecía en nada a las acciones infantiles de Doyoung, chantajeándolo para estar con él al menos un segundo.

Frotó su rostro con ambas manos, somnoliento, herido y cansado, estaba harto de sentirse así. 

Así que dejó la casa de sus padres y se fue a pasar un tiempo a la casa de los padres de Ten, en Tailandia, porque después de todo estaban comprometidos y tenía que conocer a su familia política. No sabía si estaba tomando las decisiones correctas pero no tenía con quien consultarlas y estaba cansado de ser el chico siempre en problemas porque no sabía manejar su propia vida. 

—Me alegra que quieras pasar las vacaciones en mi casa—Ten dijo, tomándole de la mano cuando llegaron al aeropuerto e iban de camino al vehículo que los recogería —honestamente, me sentía algo nervioso de quedarme en tu casa. 

Doyoung le dedico una sonrisa comprensiva—aunque solo es una semana, tengo que volver después.

—una semana es suficiente, mi mamá esta loca por conocerte, te amo desde el primer momento en que le dije que estábamos saliendo—Ten sonrió, sus mejillas ruborizadas. 

y Doyoung se sintió cálido, estaba bien, puede que sus decisiones no sean precisamente correctas pero todavía siguen  siendo buenas decisiones, Ten nunca le haría daño, él sabía como abrazarlo sin dañarlo y era el tipo de príncipe en armadura dorada que cualquier persona querría.

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