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Había pasado muchos inviernos fríos en Chicago, ni siquiera se podían comparar con los inviernos suaves de Seúl, pero curiosamente en este año, el frío había sido el más fuerte que le había tocado sentir en su vida, con los pies congelados y una tristeza sin sentido estancada en lo profundo de su pecho, una rabia indescriptible que era incapaz de expresar en palabras, que era incapaz de reclamar. 

Y lo único que podía hacer era tocar el piano, apretando con fuerza cada tecla, cantando hasta quedarse sin voz.

Nunca había sentido la incertidumbre que lo consumía, era la primera vez en su vida que se vio limitado, se creía una persona capaz de mantener a raya y hasta donde quisiera sus sentimientos, si quería parar, paraba, si deseaba continuar, continuaba pero en esta ocasión, por más que quisiera detenerse, su mente y su corazón seguían llorando como si no hubiera mañana, terco y torpe, deseaba poder seguir insistiendo.

Conocía perfectamente el significado de un "no", de un "se terminó" pero no conocía la insatisfacción de no poder decidir él también, de quedarse en donde lo dejaron, de no tener voz en la relación, de ser un secreto en el fondo de un salón vacío.

—¡¿por qué sigues llorando?!—gritó impotente, mirando a Jaehyun que estaba sentado en el piso y abrazaba sus propias piernas, dejando caer lagrimas y sollozando como un animal lastimado. 

—porque no es justo—sollozó, mirándolo. 

Johnny mordió su labio inferior y pestañeo repetidas veces, secando las lagrimas que se asomaban por sus ojos, tocando esta vez una melodía más suave—jugué una partida que no podía ganar—susurró—y ahora no sé cómo lidiar con lo que siento.

—estaré a tu lado, justo como estuviste conmigo.

—lo sé, por eso duele más, nunca creí verme en este lugar. 

—no eres perfecto—Jaehyun dijo en voz alta y clara. 

Johnny sonrió de lado, sin ánimos, tocando un par de notas—me agradaba pensar que lo era. 

fue el turno de Jaehyun de sonreír—aún así todavía actúas como si lo fueras. 

—estoy tan decaído, me siento como una hoja rota—murmuró, aun tocando el piano—mi yo entero no sirve, estoy roto y no me queda de otra que seguir rompiéndome para convertirme en la mitad de lo que era para que pueda servir.

—¿no es eso un poco demasiado?—Jaehyun tenía los ojos rojos de tanto llorar. 

Johnny sorbió su nariz—demasiado a veces es poco. 

Jaehyun negó con la cabeza y suspiró.

No era una persona que podía estar deprimida más de un día, aunque admitía que la tristeza formaba parte de él y su melancolía pero siempre había procurado tener una actitud positiva, una personalidad brillante que ilumine solo su camino lo suficiente como para no necesitar de nadie más, le gustaba saber que bastaba con sí mismo. 

pero últimamente, simplemente no tenía sentido.

Sentado en su habitual escritorio, escuchando a los profesores hablar, escribiendo en sus cuadernos, pasando el rato junto a Jaehyun, mirándolo como si fuera la única persona existente en el mundo porque no tenía el valor de mirar a nadie más, no quería que nadie le preguntará por qué dolía. 

 No quería verlo a él, no quería ver como caminaba de la mano junto a Ten, no quería ver como simplemente no combinaban. 

No quería comportarse como un niño al cual un capricho no se le había cumplido, porque no era un niño y sus sentimientos no eran un capricho. 

Se encontró a sí mismo repitiendo una rutina que antes le había podido parecer placentera pero que en cambio ahora, le parecía aterradora, el hecho de mirarlo como si pudiera pasar de él como lo había hecho antes.

Excepto que cuando caminaba a su lado, aunque fuera por un segundo, podía recordar sus besos, la manera en sus largas pestañas negras subían y bajaban lentamente cuando se que daba en silencio y miraba a los lejos porque estaba demasiado absorto en sus miedos.

Y no desaparecía, lo que sentía no se iba.

Era absurdo el solo pensarlo, el hecho de que lo veía frente a sus ojos, lo escuchaba con sus propios oídos, las veces que Ten alardeaba de su relación con Doyoung sin descanso, de su chico melancólico que siempre se sentía enfermo y Ten estaba constantemente cuidando de él porque nadie nunca iba a poder cuidarlo como él lo hacía.

Doyoung ya no lo miraba.

Y Johnny se quedó mirando el calendario en su agenda, el año había concluido y se requería su presencia para los actos estudiantiles, en donde otro año se iba con honores.

"Tonto" se dijo a sí mismo, en el escenario, delante de toda la escuela, parado en la misma hilera que Kun, Sicheng, Ten y otros compañeros cuyos nombres no sabía pero que terminaban el año académico con las mejores calificaciones y en el cuadro de honor.

Ni siquiera para mirar a Ten levantó la mirada, Doyoung jugaba con su anillo de compromiso.

—Este año nos honrará John con un poema, una de las asignaciones que más créditos le otorgó—dijo con alegría el director Lee, aplaudiendo.

Johnny dios unos pasos hacia adelante, acercándose al micrófono, evitando suspirar, Doyoung ya no lo veía y había dejado de ser un pasatiempo para él.

Pensó entonces que quizás debería dejar de ser tan lamentable también.

la fuerte fragancia de las flores de mandarina esperando el quinto mes, me recuerdan a las mangas perfumadas de alguien a quien solía amar.—recitó Johnny, su mirada acaramelada sobre la cabizbaja de Doyoung.

—¿es un adiós a Kun?—rio Ten, cuando regresó a su lado en la hilera—¿no te estás volviendo muy dramático?

Johnny sonrió de lado, mirándolo con desdén—es un adiós para Doyoung.

Ten continuó riendo y no le tomó en serio—no lograrás burlarte de mi—dijo divertido, levanto su mano para lucir su anillo de compromiso—cada vez más cerca.

Cuando la ceremonia acabó e iban bajando por los escalones, Sicheng se sonó la garganta y Johnny encontró su mirada con él.

Esperaron a que los demás se adelantaran y ellos se quedaron detrás de bambalinas, a Johnny le parecía raro que Sicheng quisiera hablar con él, nunca habían sido particularmente cercanos, incluso cuando éste salía con su mejor amigo, Johnny nunca tuvo afinidad con él.

—¿tienes algo para decirme?—Johnny apoyó su diploma en su propio hombro, en una pose desinteresada.

—no realmente—Sicheng hizo una mueca y sonrió—es agradable ver como una columna se agrieta, siempre creíste ser estoico.

—me golpearon y me volví mortal—ironizó, rodando los ojos— ¿quieres burlarte de mi?—preguntó, acercándose—¿le dijiste a tu mejor amigo que jugara conmigo? ¿Te causó diversión?

—¿no le dijiste a Kun que jugará conmigo?—Sicheng le preguntó, mirándolo a los ojos, desafiante—¿no te divertiste a costa mía también porque no me querías junto a tu mejor amigo?

Johnny le miró sin comprender, separándose de él—¿qué quieres decir? ¿Qué tiene que ver Kun? Nunca desaprobe tu relación con Jaehyun, incluso cuando siempre supe que era demasiado para cualquier plato, sobre todo para el tuyo.

—no te hagas el tonto—murmuró Sicheng, decidiendo acabar la conversación—ya me reí de ti, así que me retirare.

—¿qué te dijo Kun?—Johnny esperó una respuesta mientras Sicheng avanzaba hacia la puerta de la salida.

Se giró y frunció el ceño—pregúntale tú.

Johnny se quedó allí solo, frunciendo el ceño también, le gustaría hablar con Kun pero no estaban en buenas condiciones y las vacaciones de verano estaban a horas de comenzar.

Nota: 😈😈😈😈😈😈😈😈😈😈😈

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