Internado

4.

Johnny se levantó primero que Jaehyun para poder tomar un café antes de ir a clases, tenían una cocina portátil en la habitación, cortesía de la madre de su amigo, sabía que su hijo se levantaba a la madrugada a comerse un tazón de ramen.

Sacó de uno de sus cajones un paquete que contenía un pan relleno de crema, a diferencia de Jaehyun, él no solía tener hambre en la madrugada pero por algún motivo le daban ganas de algo dulce en el día, desde que se levantaba hasta que se acostaba.

—¿eso no te dará diabetes?—preguntó somnoliento Jaehyun, mirando la hora.

—lo dudo—aunque le preocupaba, estaba consumiendo mucha azúcar y normalmente no lo hacía.

—Ten envió un mensaje al grupo—murmuró su compañero y amigo, dando vueltas en la cama—dice que continuará intentándolo, seguro su orgullo esta herido, de verdad—Jaehyun rio y Johnny miró la sala de chat—está seguro de que Doyoung gusta de él solo porque se ruborizó cuando pasó por su lado hace tres meses.

Johnny también rio, claramente divertido—es un fenómeno.

—concuerdo totalmente ¿cómo eso puede ser indicio de que te gusta alguien? No puedo imaginar que tiene Ten en la cabeza.

—lo mismo que tuviste cuando Sicheng te utilizó en primer año—Johnny le dio un mordisco a su pan relleno y luego tomó un sorbo de su café.

La expresión de Jaehyun se oscureció y Johnny encogió los hombros, riéndose—that's not funny. Pronto alguien jugará contigo también, cuando llegue ése momento será mi turno de reír.

—espero que te diviertas mucho cuando suceda.

La jerarquía del instinto era simple, Johnny no tenía problemas con eso, desde el primer día había sido puesto en un pedestal, le daba bastante igual pero el ser compañero de habitación de Jaehyun le hizo llamar la atención mucho más de lo que habría deseado, y en algún momento terminó pretendiendo a un grupo de amigos con grandes conexiones e influencias, por supuesto, no tenía nada contra ello.

Pero hay un estatus que mantener cuando uno se rodea de ciertas personas, a Ten, Yuta y Lucas les gustaba divertirse a costa de los demás y aunque no formaba parte de su actitud, de algún modo lo adoptó como algo natural.

Jaehyun y Kun no se aferraron a eso, aunque se divertían burlándose y hablando de otros, tenían una extraña fobia con tocar o acercarse demasiado a extraños, Jaehyun porque había sido engañado totalmente por la carita de Ángel del becado, Kun no sabía.

—¿qué piensas de Doyoung?—preguntó Jaehyun, empezando a ponerse el uniforme.

Johnny ordenó sus cuadernos de acuerdo a su horario—¿qué puedo pensar de él? No lo conozco, ah, pero el otro día cuando se subió al ascensor conmigo, vi que tiene buenos muslos.

—Sicheng también tiene buenos muslos—murmuró Jaehyun, metiendo dentro del pantalón la camisa.

—no es cierto—dijo pensativo.

—de verdad.

—creí que dijiste que no querías tenerlo cerca otra vez.

—tenerlo cerca y pensar en él son cosas diferentes ¿nunca te haz enamorado por primera vez? Es difícil olvidar al primer amor.

—ajá—Johnny terminó de alistarse y salió primero—que te den, cuando salgas de aquí y Sicheng se casé contigo para robarte todo.

—¡él no es así! ¡espérame!

Johnny no tienen ningún problema con nadie y no suele ser muy selectivo con las personas con las que habla y con las que molesta pero hay algo en ciertas personas que le inquieta, los que tienen expresión inocente, tímida y tierna como Sicheng y Doyoung no le dan buena espina. Podrían decir que es algún problema no resuelto de su infancia, su hermana mayor solía tener una expresión similar pero Johnny nunca vio en ella algo tierno o adorable como los demás dicen ver en las personas así.