22.

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Hoy empezaban los exámenes de los proyectos en pareja de cada club, la calificación individual afectaba la nota final, el rango de cada estudiante se reiniciaba en cada exámen final de club.

Las calificaciones de los clubes no afectaban en las notas de las materias obligatorias pero daban mucho qué hablar sobre el desempeño de los alumnos en sus actividades extracurriculares.

Los becados tenían como obligación permanecer en los primeros siete rangos, lo cuál podía ser complicado cuando el resto de los estudiantes eran sumamente competitivos por obtener el primer lugar.

Doyoung tomó una bocanada de aire y fue al club de arquería junto a Kyari, observarian los exámenes finales de Ten, quien estaba en tres clubes.

—¿Sicheng no vendrá?—ella preguntó, tomándole del brazo.

Negó con la cabeza, uniéndose a la multitud que observaba justo detrás de los jueces— prefiere ensayar, oí que Taeyong va a estar ayudándole.

—eso es bueno.

En club de arquería tenía casi treinte alumnos, uno más bueno que el otro, sin embargo, muy pocos pudieron acertar cada objetivo, eran muy complicados, Doyoung observó que los objetivos más complicados estaban entre obstáculos en los árboles.

Hubo un solo alumno que pudo hacerlo, un tal Hyunjin pero se tomó quince minutos, el tiempo límite.

Ten fue de los últimos alumnos en presentarse, se veía serio y concentrado, no parecía el chico que revoloteaba a su alrededor, su mirada parecía oscura y daba miedo.

Cuando se preparó para empezar, su postura elegante fue comentada entre los jueces, y sobre todo la agilidad que tenía para ubicar cada objetivo sin entrar en desesperación.

Lo hizo a propósito, Doyoung estuvo seguro cuando el silbato sonó justo a los diez minutos, luego de que hubiera acertado cada flecha.

En ese momento, Ten se giró para mirar a los jueces pero Doyoung supo que no los miró a ellos, sino que lo miró a él, porque su mirada electrizante lo erizo e hizo que su corazón se acelerara.

Este chico estaba enamorado de él y le hacía sentir inmenso, una sensación que nunca en su vida había experimentado, ser el centro de atención, ser el eje de una persona ¿no es eso peligroso?

—dios, que presumido—Kyari bostezo y Doyoung le sonrió—¿deberíamos ir ya?

Él asintió y ambos se fueron sin esperar a Ten.

Las competencias de los clubes continuaron sin incidentes.

Estuvo distraído, quería estudiar pero su mente divagaba en la presencia de Ten en su vida, en el hecho de que Johnny era tan difícil de superar y es que ni siquiera tenía la capacidad para intentarlo, en el amor en sí.

En cómo y cuánto deseaba ser amado.

Era frustrante.

Era más sencillo cuando solo imaginaba en su mente como sería casarse con Johnny y huir con él, después de todo no haría falta seguir junto a su familia, después de todo tendría un esposo.

Pero ¿no sería lo mismo junto a Ten?

Al siguiente día, se dio inicio la competencia de Taekwondo. Era la oportunidad perfecta para ver a Johnny, después de todo, el grupo de amigos de Ten estaba en ese club.

A Doyoung no le gustaban las peleas físicas, él era frágil y se veía pequeño aunque fuera lo suficiente alto como para sobrepasar a Ten pero cuando los ponían juntos, de algún modo siempre se veía diminuto, quizás era la vibra acobardada que irradiaba.

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