Aaron Taylor Johnson

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Título: Pequeña problemas
Parte: I/I(?
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Maldecía mientras no paraba de caminar por la pequeña "habitación" donde se encontraba, la maldecía a ella, maldecía a la gente chismosa, pero más que todo se maldecía a ella misma por haber caído tan bajo; soltando bufidos y maldiciones que se escabullían de sus labios en susurros pero audibles para ella y las personas que estuvieran a su alrededor, las cuales eran pocas.

-Ya relájate, pronto saldrás y todo pasará.- Gretel, la mujer con la que había estado todo el tiempo que estuvo en esa habitación la miraba desde el pequeño asiento pegado a la pared con la mirada tranquila.

-No puedo relajarme, pero más que nada no puedo creer que esa estúpida me haya hecho caer de nuevo.- gruñó por lo bajo apretando sus puños sin dejar su caminar que pronto dejaría un hoyo de su camino.

-Dijiste que ya viene tu novio ¿no?- alzó una ceja sin mucha preocupación -Cálmate o te saltarán venas en la frente.-

La miró con el ceño fruncido deteniendo por un momento su pequeño caminar. -¿Cómo sabes eso?- retomó su caminar mientras jugaba con sus dedos nerviosa.

La mujer apoyada en la pared se encogió de hombros. -Te escuché cuando se los dijiste a ellos.- la miró divertida mientras veía que no paraba de caminar. -Lo de la vena lo digo porque se está asomando una de tu lado derecho.-

Detuvo en seco su caminar para tocar la zona que la mujer antes nombraba, preocupada, recibiendo una pequeña risa de parte de la mayor al verla ahora preocupada por su, inexistente, vena saliente. Salió de su preocupación cuando un sonido metálico se oyó por la habitación y volteó la mirada a la única puerta de esta.

-¿TN?- dijo secamente y asentiste mientras te acercabas un poco -Vinieron por ti, sígame.- caminó sin interés de regreso por donde había venido.

Despidiéndose de su nueva amiga, siguió al hombre que la habia venido a buscar por el pasillo iluminado por una luz anaranjada, hasta salir por la puerta que daba a las demás habitaciones que había dejado atrás. Al salir, cerró sus ojos un poco por la luz blanca y bien iluminada que le cegaban en ese momento sus ojos; cuando se acostumbró a esta, vio la cara de alivio que tenía su novio mientras se levantaba del asiento en donde se había sentado a esperarla. Se veía bien, andaba con uno de sus trajes elegantes para sus juntas de trabajo, tal vez no era el momento ni el lugar, pero ese traje le hacía ver tan sexy y el pantalón se acomodaba muy bien a su trasero que ella no podía ni quería dejar de mirar; aunque dejando eso de lado, sabía que alguien vestido como él no debería de estar en un lugar como éste, y mucho menos venir a traer a recoger a su novia de un lugar así, la novia de un gran empresario con miles de empresas en su poder gracias a las acciones y una vida muy acomodada, en un lugar aquí, hasta Donald Trump le daría vergüenza de solo imaginarlo.

-¡TN!- llegó rápidamente a su lado y sin perder tiempo la abrazó, estrechádola en sus brazos protectoramente que parecía que la estaba cubriendo de hasta la más mínima mosca que quiera acercarse a ella para molestarla, se separó un poco para tomar su rostro entre sus manos e inspeccionarla para cersiorarse que ella estaba sana y salva. -¿Estás bien? ¿Te hiciste daño? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? Dios, estaba tan preocupado por ti...- la volvió a estrechar en sus brazos suspirando el aroma de coco que desprendía su cabello, mientras ella sentía una pizca de culpabilidad en su interior por haberlo hecho pasar una preocupación así.

-Estoy bien, amor, tranquilo.- susurró y se separó un poco del abrazo para darle un suave beso en sus labios.

Cuando se separaron, agradeció al hombre detrás del escritorio y salió abrazándola y pegándola a su cuerpo, mientras caminaban bajo la noche estrellada hacia el auto.

-¿Me vas a explicar qué fue lo que pasó o debo ir a preguntarle a Deborah en el hospital?- la miró divertido mientras ella volvía en sus adentros al acordarse de la rubia voz chillona.

-¡Fue su culpa! Empezó a burlarse de mí y luego, ¡sin querer, lo juro!, se me cayó mi refresco en su cabeza...- murmuró bajito sacándole una carcajada al mayor.

-Ay amor, en serio te amo.- dijo mientras limpiaba una lágrima de la risa, ella lo empujó levemente con una sonrisa.

-Lamento haberte hecho venir hasta aquí por mí...- susurró por lo bajo.

-¿Bromeas? Amo venir a traer a mi novia de la delegación porque le clavó un tacón a su compañera de trabajo.- dijo divertido y recibió un golpe en su pecho de parte de la nombrada.

-Hablo en serio Aaron...- murmuró con un puchero que fue callado por los labios del hombre.

-Ya te he dicho que si no te gusta donde trabajas, te salgas y ya, yo te puedo conseguir uno conmigo y estaríamos juntos más tiempo.- la chica soltó un suspiro.

-No quiero que me consigas un trabajo, quiero ganármelo yo misma sin tu ayuda.- lo vió a los ojos y este la vio con una sonrisa.

-Lo sé, mi novia es muy orgullosa...- rió bajito por la expresión que hizo la nombrada -Pero, ¿no crees que ya es demasiado lo que haz estado ahí?, ésta es la tercera vez que vengo a traerte de la delegación, sin contar las otras dos que fui a traerte directo del hospital.- la chica hizo una mueca pensándolo.

La verdad si ya estaba harta de verle la cara a la rubia y tener que soportarla, aparte que pasar tiempo con su sexy novio no suena tan mal ahora. Aunque sea por esta vez, iba a dejar su orgullo de lado.

-Bueno, pero con una condición.- el mayor alzó una ceja viéndola -Te vas a poner más pantalones que resalten tus pompis de dios y me vas a dejar manosearlas cuando yo quiera.- la carcajada que soltó el mayor fue música para los oídos de la chica quién sonreía tan maliciosa como inocente que hasta cierto punto era algo imposible pero ella lo lograba.

El mayor asintió luego de calmar un poco su risa. -Me parece justo nena, tenemos un trato.- sonríe dándole un beso rápido pero apasionado en sus labios -Ahora sube porque yo también quiero comer ese traserito tuyo.- dijo con una sonrisa mientras le abría la puerta de su Audi y ella subía soltando una risita baja, cerró y subió del lado del piloto para empezar a conducir mientras acariciaba el muslo de la chica con su mano. Una sonrisa maliciosa salió de los labios de la chica mientras pensaba, que como las otras veces que sucedían estos casos donde terminaba en la cárcel de una estación de la policía, su flamante novio iba a castigarla de la forma que a ambos les encantaba.



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Gente, yo sé, me quieren matar por lo de los pedidos y están en todo su derecho; sinceramente no les voy a mentir, los he estado evitando porque no sentía muchas ganas de escribir, este Imagina me ha venido de golpe y suerte, pero espero poder escribir aunque sea uno pedido para avanzar; pero también decirles que he iniciado por primera vez y oficialmente la universidad, tampoco les mentiré, es jodido y no llevo ni una semana en ella, así que como me han dado la paciencia hasta ahora, pido un poco más de todo corazón. Lo más seguro es que se me vengan nuevas tramas o historias en el proceso y tal vez entre los pedidos meta otro Imagina que nada que ver, si ustedes quieren seguir leyendo Imaginas aunque no sean los pedidos, por favor háganmelo saber.

Este Imagina es dedicado especialmente para: ValerieMN

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Síganme.

Las quiere muchísimo, su escritora 💙

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