Estabas feliz, con una sonrisa que cualquiera que te veía se le contagiaba esa sonrisa, te sentías tan realizada contigo misma justo ahora.
Acababas de salir de la oficina de una editorial con una carta de aceptación por tu libro de suspenso que trabajaste en él casi 4 años para quedara perfecto y ellos te habían contactado para hablar de la posibilidad de publicarlo como libro físico, después de una charla de media hora ellos decidieron hacerlo y arreglaron varias firmas de libros para ti en la biblioteca más grande de la ciudad.
Justo ahora caminabas por las calles con pocas personas en ella, para ser 3 pm estaba más solo que como es habitual. Decidiste que para celebrar comprarías una caja gigante de donas, tu café favorito y te quedarías el resto del día en tu cuarto viendo un maratón de tu serie favorita como recompensa por haber conseguido gran logro como este. Así entraste a la cafetería y pediste todo muy animada, rápidamente te atendieron y sonreíste por lo bien que estaba yendo tu día, pensabas que nada podría salir mal.
Cuando saliste caminaste hacia tu hogar donde te esperaban tus hermosos perros fieles compañeros. Ibas caminando y esperaste a que el semáforo se pusiera en rojo para pasar a través de la calle al otro extremo, cuando así lo hizo cargaste bien tus cosas para que no se cayeran y caminaste a paso lento pero seguro, por suerte unas personas cruzaban la calle contigo. De repente un auto que ya estaba estacionado se movió sin querer hacia adelante dándote un pequeño empujón hacia al frente haciendo que todas tus cosas se cayeran contigo.
Íbamos tan bien...
Rápidamente la chica que conducía el auto se bajó para ayudarte; una chica rubia, de mediana estatura, joven y de ojos verdes con rostro preocupado se encontraba a tu lado tratando de ayudarte con los claxon de los autos de atrás sonando muy fuerte.
-¡Por Dios!, lo lamento tanto, puse mi bolso en medio de los asientos y moví sin querer el freno quitándolo, ¿estás bien?
Tú la miraste tocando tus piernas no porque estuvieran rotas, sinceramente se había sentido como si alguien intencionalmente te haya empujado, sino porque el shock e impacto no dejaba tu cuerpo.
-Oye ¿me escuchas? ¿te encuentras bien?
Insistió viéndote, tú tartamudeaste un poco tratando de hablar pero con suerte soltabas algunas palabras mientras se hacía una pequeña bola de gente a su alrededor.
-Y-yo... Padez-co... D-del co-corazón...
La chica abrió sus ojos de golpe y le pidió rápido a un muchacho que estaba ahí que te cargara para meterte en su auto y llevarte al hospital.
Bueno, adiós a tu plan pensaste.
(...)
La chica, quien se había presentado contigo como Lizzie estaba en la sala de espera caminando de lado a lado esperando a que el doctor saliera con noticias sobre ti. Todo el viaje desde la calle hasta ahora en el hospital se recriminaba lo imprudente que fue al no fijarse en el freno de mano y por haberte mandado al hospital.
El doctor salió y le explicó a Lizzie como tú estabas bien en lo que cabía, solo tenías que usar una venda en tu pierna ya que recibió el golpe y a pesar que no dejó moretones o algo se inflamó y debe cuidarse de ello, aparte de que controlaron tu presión por el susto. Lizzie pidió verte y el doctor la hizo pasar a la habitación donde te tenían descansando.
Ella entró y te vio acostada en la camilla con una venda en tu pierna, hizo una mueca y caminó hacia tu lado, al verla le sonreíste calmándola un poco.
-Hey extraña.
-Como lo siento en serio, jamás pensé que pasaría a mayores y bueno tampoco pensé que podría llegar a pasar y en serio, de verdad lo siento.
Sonreíste negando y la miraste.
-Tranquila, no fue nada... Y gracias por pagar los gastos médicos.
-Es lo menos que puedo hacer después de lo que te pasó, ¿en serio me perdonas?
-Claro que sí, fue un accidente, no soy rencorosa.
Sonreíste haciéndola sonreír a ella también.
-Oye... Vi que tiré y arruiné tu comida, ¿qué tal si también te devuelvo una caja de donas y un café?
Reíste por lo bajo.
-Eso suena bien, tienes suerte que salga de aquí ahora.
Lizzie sonrió y así ambas se fueron en su auto a comprarte tu caja de donas y café para ambas, la invitaste a ver una película en tu casa y por más que se negó por lo que te hizo lograste chantajearla para que lo hiciera, pasaron una tarde muy divertida entre ustedes y ya en la noche se despidió de ti dándote su número por si querías salir algún día de compras o algo con ella como amigas. Tal vez no fue tan malo que te haya pasado ese accidente.
Aunque no sabías lo que se venía...
*************** Empezamos otra serie ¡yei! :D/ y esta vez con la bella de Lizzie, muchísimas gracias a VoidBennet por la idea de esta serie, y espero que a todas les guste esta serie que les advierto que será más que divertida xD
Lamento no haber actualizado en mucho tiempo pero honestamente hasta ahorita me volvieron las ganas de escribir en este libro, tenía las ideas y todo pero no los ánimos, pero ahora si ya trataré de hacerlo un poco más seguido.
El siguiente Imagina es la siguiente parte de la serie "Ángel" de Holland ;3
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Las quiere muchísimo, su escritora 💙
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