¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Reencuentros y encuentros

Bakugou Katsuki
Cinco meses de embarazo

Después de tres años en el extranjero, entre una vez mas a la agencia de héroes de donde realmente pertenecía, no pretendía llamar mucho la atención para no atraer idiotas y parecía funcionar bien. No hubo ningún tipo de problema con los compañeros de trabajo, ni preguntas, ni peros y eso estaba de puta madre.

Una llamada de ayuda sobre un estupido villano arruinó mi plan de ir a casa temprano, para ver a mi esposa con cinco meses de embarazo, al final la situación fue bastante fácil, solo un idiota con un quirk insignificante, pero me trajo un enorme dolor en el culo.

—¿Kacchan? Realmente eres tú...— Deku apareció como un apoyo jodidamente innecesario, ya me había encargado del problema yo sólo.

Pase de él con la idea de largarme lo mas pronto e ir a casa, ella me estaba esperando.

—¡Kacchan!— Insistió el inútil, tomándo fuerte mi brazo para detenerme, pero me arrebaté de su agarre

—No te metas en mi camino— Amenace por su insolencia

—Hace casi cuatro años que te fuiste a Estados Unidos repentinamente, escuché que podrías haber regresado, pedí tu información de contacto unas dos veces, pero nadie quiso dármela, ni siquiera Kirishima— Recriminando mis decisiones, haciéndose ver como la victima después de que él y los demás hubieran cagado nuestra situación, me enfermaba.

Seguí ignorando con rabia y las palabras "Debes mantener un perfil bajo" " No llames la atención" " Hazlo por ella" se repetían y hacían eco en mi cabeza para mantener mi cordura y paciencia a raya, pero créeme cuando te digo que es una completa tortura rechazar mi propia naturaleza.

—¿Dónde esta ____? Sé que no tengo el derecho, pero estoy muy preocupado por ella y tú eres la única persona que sabe dónde está— Tenia que hablar, debía marcar un límite al tratarse de ella.

—¿Preocupado? Tú fuiste quien la hizo irse, así que no me vengas con tus porquerías y déjala en paz de una maldita vez— Demande con ironía al inicio y remarcando cada palabra con una roja amenaza latente.

—Sé que Ochako y yo les hicimos algo horrible, pero aún así nos preocupamos por ustedes— Solté una risa al escuchar eso, eso fue antes, ahora todo había cambiado.

—Ya se han burlado de nosotros, ahora déjenos en paz— Me da igual que suene egoísta, pero ella es mía, después de todas las porquerías que pasamos juntos, hasta el punto de casi quebrar, ella ahora es mi esposa y la madre de mi futuro hijo, que a pesar de ser un idiota demostrando afecto, ella entendió y alcanzó mis sentimientos, estaba y estoy enamorado de ella con cada fibra de mi cuerpo y sabía que ella sentía lo mismo por mí, pero aún no era tiempo de gritarlo a los cuatro vientos.

—Muévete, antes de que haga cenizas tu estupida cara— Di la última amenaza

—No lo haré, por favor dime ¿Dónde puedo encontrarla?— Su rostro mostró determinación y finalmente no pude más

—Bien— Respondí a su desafío, levantando mi mano, a punto de detonar una explosión monstruosa.

—¡Dinamigth, su esposa está en la línea!— La irá se esfumó en ese instante, en su lugar observe mi muñequera preocupado, joder había dejado la maldita pulsera en casa.

—¿Esposa?— Murmuró Deku

—¿Dónde?— Pregunté al mensajero, quién señaló la dirección en que debía ir, sin pensarlo dos veces, corrí a contestar la llamada, sin importarme el idiota que me seguía.

—¿Bueno?—Dije en cuanto tomé el teléfono

—¿Katsuki?— Escuche la suave voz preocupada de mi esposa, que solo hizo hacerme sentir aún más ansioso.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Les paso algo?— Necesitaba saber la situación de inmediato, para salir en este mismo instante a casa o donde quiera que esté.

—¿Cómo fue nuestro primer beso?— Su pregunta me desconcertó

—¿Qué?— Pregunté irritado

—¡Responde!— Exclamó, ella hablaba en serio.

—Estábamos fuera de un bar, yo te besé ¿También quieres que te diga cuándo y dónde coincibimos a ese bebé?—Pregunté un tanto molesto

—Realmente eres tú, gracias a dios que estas bien. Encontré tu pulsera tirada en la entrada, así que pensé que algo te había sucedido, ya que nunca te la quitas— Mi preocupación fue sustituida por una pequeña sonrisa de satisfacción, realmente había una persona que se preocupaba por mis mínimos detalles.

—Estoy bien mujer, ¿Acaso no sabes quien soy?— Respondí con el tipo de egocentrismo que le hizo soltar una pequeña risita angelical.

—Lamentó interrumpir tu trabajo— Se disculpó con pena, tan jodidamente adorable.

—No te preocupes, he terminado mi jornada, así que iré lo más pronto posible a casa— Trataba de reconfortar a mi cara de ángel 

—Bien, ¿Puedes traerme un Ramune de mora azul?— Ya esperaba una petición como esa en realidad.

—Si, te veré en casa— Inicie la despedida

—Te amo— Agregó dulce 

—Yo igual— Y finalizó la llamada.

—¿Tienes una familia?— Pregunto Deku, sacando mi mente de ese confort y tranquilidad que había obtenido solo unos segundos antes.

—La tengo, me da igual que te hayas metido en mi anterior matrimonio, pero esta vez te lo advierto, no te acerques a mi esposa o si no, te mataré— Finalmente me retire sin más insistencias suyas.

Regrese a casa al fin

—¡Estoy en casa!— Anuncie mi llegada y entonces la vi salir de la habitación,

—Bienvenido a casa, cariño— Dijo, haciéndome sentir calidez, este era mi hogar y era solo mío ¿Verdad?