¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Eiji

Bakugou _____
Seis meses de embarazo

—Vamos cariño, llegaremos tarde con el doctor— El tomó mi mano y juntos salimos de casa.

Llegamos al hospital y al parecer todo iba bien con el bebé, así que salimos contentos de allí, lleve al pequeño a un parque que encontramos de camino a casa.

—Navidad está cerca ¿Has pensado en que quieres recibir?— Le pregunte al pequeño quien se paseaba en un columpio

—____... ¿Por qué aún no tengo un nombre? Mire en televisión que es lo más importante de una persona, no pediré un regalo nunca más, yo solo quisiera que tú y Katsuki me den un nombre— Su inocente petición me hizo sentir culpa, al punto de estar al borde de las lágrimas.

—¿Puedes intentar preguntarle a Katsuki? Intente ser bueno y no me comí sus dulces ayer, así qué tal vez estará de acuerdo...— En ese momento tomé una decisión muy importante, pero estaba completamente segura de ello.

—Tendrás uno cariño, solo... déjame hacer una llamada primero ¿Si?— Él asintió y siguió meciéndose en el columpio

Marque el número del abogado con el que antes me había ayudado con mi divorcio y le conté la situación, él dijo que todo parecía en orden como para hacer una adopción inmediata, pidió un par de días para enviar los documentos a casa, solo para ser firmados y hacerlo oficial.

—¿____?— Me llamó a mis espalda el pequeño en el momento en que colgué la llamada.

—Escúchame cariño, no tienes por qué seguir llamándome "____"— Dije con una contenta sonrisa

—¿No te gusta?— Preguntó inocente el pequeño

—No es eso cariño, es solo que quiero que me llames mamá ¿Te gustaría que fuera tu mamá?— Dije acariciando sus suaves mejillas carmín con dulzura, él se quedó en silencio, como si no creyera lo que sucedía, pero en el momento en que entendió que era completamente real 

—¡Si, si quiero!— Exclamó con verdadera alegría y me abrazo con fuerza, llorando en silencio.

Contenta de escuchar aquello, lo abracé y di pequeños besos en sus mejillas para tratar de tranquilizarlo. Desde el primer momento en que lo vi supe que él tenía que ser parte de mi vida y al día de hoy sigo sosteniendo aquella brillante y hermosa idea.

Sabía que tendría que hablar con Katsuki, pero definitivamente sabía que él también había creado un bonito cariño hacia el niño y le haría aceptar el amor paternal que tenía.

Al terminar el lindo momento emotivo, tomé a mi pequeño de la mano y nos dirigimos al centro de la ciudad, pensaba en ir con él a tomar un helado o ir a una tienda de juguetes, lo consentiría como él quisiera.

—¿Puedo tener este?— Dijo contento mostrándome un Dynamate de felpa

—¿El de Katsuki?— Pregunte con una pequeña sonrisa

—Sí, él es mejor héroe de todos ¡Katsuki es increíble!—

—Pero no debes de decirlo tan alto o se darán cuenta— Dije en un susurrro