¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Pataditas

Bakugou Katsuki
Seis meses de embarazo
Eiji: 4 años

Llegaba de un pesado día de trabajo, fui recibido con cariño en casa, como siempre, por mi hermosa esposa, pero esta vez no dije nada, solo me recosté en su regazo.

—Bienvenido a casa— Aún así ella me recibió con alegría en palabras

—Estoy en casa...— Murmure

—Así que fue un día muy cansado ¿He?— Ella al instante se dio cuenta de mi mala cara y humor

—No— Respondo de mala gana

—¿No? Cuando estás muy cansado te conviertes en todo un bebé— Se burló

—Solo haz lo tuyo mujer— Mande, poniendo su mano sobre mi cabeza, para que diera inicio a sus mimos

Acaricio mis cabellos con cariño y en silencio por un momento, hasta que...

—Oh— Se quejó, sosteniendo su barriga

—¡¿Qué?!— Preguntó preocupado, mientras levanto la cabeza para cerciorarme de que todo estuviera bien

—Parece que el bebé está despierto— Comentó ella con una sonrisa

—¿De verdad?— Y colocó mi mano sobre su vientre esperando sentir algo

—¡Oh!— Se quejo una vez más al sentir como se movían —¡¿Lo sentiste? — Exclamó emocionada

—Si— Respondi con una pequeña sonrisa

—Papá, papá, enséñame a escribir así— Apareció Eiji, cambiando el tema de conversación por una hoja blanca con algo escrito en ella, parecía ser un tipo de ejercicio de escritura.

—¿Cómo? ¿En cursiva?— Pregunte por la tipografía en la hoja, él asintió

—¿Pero no será un poco difícil para ti cariño? Aún no sabes escribir de forma básica— Cuestiono su madre

—¿Por qué quieres aprender a escribir de esta forma?— Pregunte sus motivos

—Quiero aprender a escribir cursiva, porque parece que las letritas están sujetándose de las manos— Respondió inocente

Mi mujer murió de ternura, yo solo recibí un golpe crítico.

—Oye— Le llame a mi esposa quien veía algunos documentos, mientras yo me ocupaba de ayudar al niño con aprender a escribir

—¿Qué sucede?— Respondió, aún con la mirada en las hojas.

—Estamos a menos de tres meses de recibir al mocoso, sería conveniente ir preparando la maleta para el hospital. Nunca se sabe cuando quiera llegar y creo que deberíamos estar preparados— Exprese mi inquietud

—Ah... ¿Hay que llevar cosas al hospital?— No podía creer que no tuviera idea sobre ello —Si, ya lo sabía— E intento aparentar lo contrario, pero no diría nada.

Mandamos a Eiji a jugar afuera en el patio, y ambos inexpertos comenzamos a hacer búsquedas y poniendo algunas cosas dentro de una espaciosa maleta.

—Un cambio cómodo para ti... ¿Qué hay de este?— Dije mostrándole uno de sus cómodos conjuntos deportivos

—Me gusta más el negro que esta en el otro cajón— Señaló y yo solo busqué donde me decía

—¿Este?— Pregunte mostrando la ropa