Solecito

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Bakugou ____
Eiji: 19 años
Kazui: 15 años
Himari: 3 años

Yo me quejaría que desde que Hima llegó no puedo ir al baño, pero...

¿Mami?— Escuche llamarme del otro lado de la puerta del baño

Dime, solecito— Respondi con calma a su llamado

Te traje una flor, muy morada— Dijo, pasando la flor por debajo de la puerta

Ah ¡Que bien! Muchas gracias— Respondi aún sentada

Adiós cariño— Se despidió

Adiós, mi cariño ¡Te quiero!— Respondi

Y yo a ti, mami— Exclamó y solo pude escuchar sus pasos presurosos alejándose

Cuando apenas Himari cumplió cuatro años ya podía correr y hablar un poco mejor, además de que parecía ser una niña muy curiosa y entendía con facilidad las cosas, una de ellas el que obtendría en algún momento un don.

Sentí que mi corazón se saldría de mi pecho en el momento en que le vi parada en la barandilla del segundo piso

Himari ¿Qué haces, hija?— Le pregunté más que asustada pero intenté aparentar tranquilidad, tratando de no hacerle moverse de donde estaba

¡Mírame mami!— Ella simplemente se lanzo, así sin más, con una enorme sonrisa en el rostro.

¡Himari!— La adrenalina y mis piernas fueron mucho más rápida y logré sujetarla de la pierna

¡Dios santo ¿Qué tratabas de hacer niña?— Pregunté, viendo cómo ella aún colgando de cabeza en lo alto.

Papá salta de edificios y no se lastima gracias a sus enormes explosiones, mi don se manifestará así también— Explicó con una inocente sonrisa

Así no funciona, cariño— Respondí subiendo a la pequeña y cargándola —Tu cuerpo te dirá cuando esté listo, así que no más saltos arriesgados ¿Entiendes, linda?— Ella asintió

Bien ¿Por qué no vamos abajo? Donde pueda verte, puedes ver televisión o jugar con los carros que papá compro para ti— Le propuse, bajando las escaleras con ella en brazos.

¿Podemos llamar a mi hermanito Eiji y a mi hermanito Kazui? ¡Quiero jugar con lava y explosiones!— Exclamó con emoción

Podemos llamarlos, pero... nada de fuego o explosiones— Respondí.

Por supuesto que además de sus peligrosas ideas y curiosidades, había un problema un poco más grande que ella provocaba sin siquiera darse cuenta y era la rivalidad entre los Bakugou.

¡Papi!— Himari apareció, corriendo de su habitación con los ojos llorosos

¿Eh? ¿Qué pasa?— Dijo Katsuki al encontrarse con ella

¡Tuve una pesadilla!— Se quejó la pequeña, tallando sus lágrimas

No pasa nada, puedes venir a dormir con papá— Le respondió Katsuki, poniendo su mano sobre su cabeza, sin embargo no duro mucho, pues la atención de su pequeña fue robada

¡Hermanito!— Exclamó la pequeña, corriendo hacia su hermano Kazui

¿Qué quieres enana?— Le pregunto Kazui a su hermana menor, sin embargo ella tomó sus manos y giró a ver a su padre.

Dormiré con mi hermanito, así que no necesito a papá— Dijo Himari

Buenas noches— Dijo Kazui sonriendo victorioso, tomando en brazos a su hermana pequeña yendo a su habitación.

Por otro lado Katsuki hervía en envidia y decepción al no ser el elegido de su adorada hija, siendo cambiado por alguien más.

¡No te rías mujer!— Me regaño en el momento en que se dio cuenta de mí fuertes ganas de aguantarme la risa al ver su cara.

Aunque nuestro hogar estaba conformado con tres varones y solo nosotras dos, ellos siempre cuidaban la adorable imagen de nuestro pequeño sol.

Himari tu cabello siempre tiene estilo— Señalo la maestra, maravillada de sus dos coletas bien repartidas.

Sería una lástima si le dejamos el cabello sin arreglar, ya que es una niña preciosa, así que nos turnamos en casa para arreglarle el cabello, es divertido— Conté

Oh ¿Con que es así? Tus papás son de ese tipo ¿Uh? Himari— Mi adorada pequeña sonrió feliz.

Aunque me parecía tierno de su padre y sus hermanos el procurarla tanto, debo confesar que también es divertido ver a Katsuki luchando por hacerlo

¿Papá ya terminaste?— Se quejaba de estar aburrida pues su padre aún no podía hacer una trenza perfecta.

Aún no así que ¡Deja de moverte!— Y parecía que comenzaba a perder la paciencia

¿Acaso el cabello de su propia hija sería su más grande rival?

Bakugou Katsuki

¿Himari? Ella es una niña excepcional, está destinada a la grandeza, es fuerte e independiente, desde que ya tenía uso de razón se molestaba por qué le sostenían el biberón.

Pero cuando aprendió a hablar y a hacer preguntas de niños, lo odiaba

¿Papi...?— Pregunto sentada sobre el columpio de su parque favorito

¿Si?— Respondí dándole suaves empujones a su columpio

¿Por qué esa señora esta tan grande? ¿Es acaso ese su don o están bajo un don?— Pregunto, señalando a una mujer de mediana edad que parecía estar embarazada.

No, creo que esa mujer está embarazada— Respondí

¿Embarazada? ¿Qué es estar embarazada, papi?— Pregunto otra vez por la nueva incógnita en su cabeza.

Que... esa mujer tiene una mujer en el vientre— No quería dar más detalles o seguiría preguntando, pero me equivoqué

Y ¿Cómo un bebé se metió en el vientre de esa señora?— Habló una vez más su curiosidad, pero ¡No!

Pensó por unos segundos que responderle a mí hija, pero mis manillas se vieron coloradas de la vergüenza, esto no lo respondería yo, que lo haga su madre, así que encontré la manera correcta de desviar la conversación

¡Ah!— Hice girar con fuerza el columpio donde Himari estaba sentada, así como tanto le gustaba, así que entre sus carcajadas se olvido del asunto.

¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora