¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Al inicio

____ ____
Dos meses de embarazo

Todo fue bien, hasta que llegue a la quinta y sexta semana de embrazo, todo fue un asco, por las mañanas lo primero que hacia era vomitar.

—Agh te dije que no comieras esa porquería— Dijo Bakugou con asco, intentando no ver como devolvía la cena en forma de un licuado espeso rosa, sujetando mi cabello, para evitar que lo ensuciara.

—¡Esto es tu culpa! ¿Por qué no solo me pediste que nos casáramos— Y devolví lo ultimo que me quedaba en el estomago

—¡Que asco! No volveremos a comer pizza nunca más— Maldijo el cenizo desviando la mirada de la asquerosa escena.

Mi otra condena eran los mareos y ascos producidos por el olor de la comida, llegando incluso a detestar el olor de mi comida preferida.

—Come un poco más— Me ordeno Katsuki, pero ya no podía con otro bocado o de lo contrario regresaría todo.

—Creo que puedo vivir de agua— Dije tomándolo con humor, pero realmente me sentía mal del estómago.

—No eres una maldita planta ¡Come!— Contesto mi pareja, para darse la vuelta e ir al refrigerador.

—¿Cuándo le diremos a tus padres?— Dije desde la barra de la cocina, jugando con mi comida, entonces vi con gracia como casi escupio el refresco que acaba de tomar del refrigerador.

—Nunca— Respondió con naturalidad volviendo a beber de la lata.

—Katsuki— Cantone, haciéndole entender que esa no era una opción válida.

—Ellos no saben de lo que hablamos, así que solo hablaran mierdas de que te embaraze por accidente— Bueno, él tenia un punto.

—Ellos te mataran— Me burle de él

—¡Crees que no lo sé, cara de ángel!— Grito molesto, dejando la cocina para ir hasta la sala de estar y sentarse en el sofá para ver la televisión.

Camine hasta donde estaba él y parada desde atrás del sofa comencé a acariciar sus suaves cabellos cenisos.

—Debemos casarnos Katsuki, o ni el bebé ni yo podremos adoptar el apellido "Bakugou"— Le dije, dejando un pequeño beso en su cabeza.

Sorpresivamente me tomo del brazo, haciendome subir al sofa desde atras, quedando sentada sobre sus piernas.

—Entonces solo has una cita en registro civil y hagámoslo de una maldita vez— Respondió regresando la vista al televisor.

—Bien, y llamemos a tus padres el fin de semana ¿Qué te parece?— Me abrace de su cuello dejando un corto beso en sus labios.

—Como quieras— Respondió sin ninguna objeción.

Pasamos la tarde juntos, viendo películas mientras comíamos unos cuantos dulces y palomitas con refresco, él me trataba como una pequeña niña mimada y me encantaba.

—Cara de ángel— Me llamo al iniciar la parte mas interesante de la pelicula

—¿Qué pasa?— No quite la vista del televisor, pero estaba atenta a lo que fuera a decirme.

—¿Se lo dirás al viejo?— Esa pregunta me tomo por sorpresa, haciéndome dejar la película de lado para poner mi completa atención en él.

La relación con mi padre comenzó a ir mal en el momento en que decidí ir a la UA, se puso peor cuando termine con "Mi chico perfecto", se puso horrible cuando le dije que me divorciaría y termino de colapsar cuando le dije que estaba enamorada de Katsuki y me iría a vivir con él.

—No, sabes que no quiere nada de nosotros, estoy muerta para él— Lo dije tratando de no sonar tan dolida y volví a poner atención en la televisión.

—Si entra ahí, la estúpida morirá— Bakugou cambio de tema, él sabia lo duro o incómodo que era ese tema para mí.

—Es demasiado obvio— Respondí

Terminamos casándonos dos días después de eso, con un lindo anillo en mi dedo, mi apellido cambio oficialmente a Bakugou, mi sueño dorado se había cumplido y no tenía una palabra en especifico para describir la felicidad que sentía.

—¿Entiendes que desde ahora estarás atrapada conmigo de por vida?— Dijo al salir de aquella oficina donde acabábamos de firmar un acta de matrimonio.

—Pensé que desde que me embarazaste era así— Solté una risilla para tomar su mano y decir: —Después de aquella noche y este bebé, casarme contigo es la mejor decisión que he tomado en mi vida— Dije con alegría y plenitud

—Eres una idiota— Dijo para tomar mi mejilla y besar con dulzura mis labios

La familia Bakugou apenas iniciaba y estaba segura que crecería con gritos, amor y más cosas impredecibles, pero esa idea era la que más me fascinaba.