¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Inseguridad

Bakugou Eiji
16 años

Entre a la cocina, saludando a mi hermano y al chico de cabellos rosas Haru, quiénes preparaban emparedados.

Podía sentir sus fuertes miradas sobre mí y podía escuchar como cuchicheaban, al parecer teniendo una pequeña discusión, decidí no hacer mucho caso y también tomar un par de rebanadas de pan para prepararme un rápido emparedado de mermelada, pues papá me esperaba afuera para seguir con mi entrenamiento.

—La mermelada es buena, no tiene nada de anormal— La voz de mi hermano me hizo girar a verlo, ahí parado junto a su mejor amigo Haru.

—¿Qué?— Pregunte confundió por su extraño comentario.

—Solo por qué yo prefiera el jamón tú no tienes que comerlo o por ser hermanos no tiene porqué gustarnos lo mismo ¿No?— Agregó Kazui, para luego darle un fuerte codazo en el costado a su amigo peli rosa quien sólo hizo una dolorosa mueca de dolor.

—¡Exacto! Todos somos diferentes, sería tonto obligarte a que te guste lo mismo— Le apoyo Haru

—Además nunca funcionaría, la gente no controla sus gustos, ya que estos vienen del vientre— Siguió mi hermano menor

—Si, como yo, jamás me ha gustado la mermelada— Dijo Haru

—¿Enserio? Bueno... tal vez si lo probaras— Trate de entrar al tema que ellos estaban manejando, ofreciéndole de mi emparedado, aunque aún me sentía bastante perdido.

—¡No! Pero soy yo, no lo desprecio ni nada, es solo que prefiero ponerle carne a mi emparedado— Explicó Kirishima un tanto nervioso.

—Entiendo...— Respondí un poco confundido y extraño por la situación.

—¡Si! No hay un sándwich perfecto— Exclamó Kazui

—¡Eiji!— Escucha a mi padre llamarme afuera.

—Me llaman, los veo luego— Trate de despedirme tomando mi sándwich

—Oye... Disfruta tus gustos— Me dijo mi hermano, dando una pequeña sonrisa conjunta con Haru, como si me ¿Estuvieran apoyando?

—Igual ustedes— Respondí intentando dar la misma vibra que ellos, para terminar por irme de la cocina.

Esa había sido la platica de sándwiches más extraña que había tenido.

Le llamé por teléfono —¿Cómo has estado? ¿Vendrás a mi casa hoy?— Todo lo que hice fue hablar normalmente y de alguna manera todavía me siento nervioso

—Eiji, hijo, Jin está aquí— Me tienes jodido de la cabeza, nunca dudé tanto de mí mismo ¿Soy guapo? ¿Soy divertido? Odio haberte dado poder sobre ese tipo de cosas

—Me gusta mucho estar contigo—Porque siempre es un paso adelante —Pero creo que debemos concentrarnos en nuestro entrenamiento, cada quien en sus... cosas— Y tres pasos atrás

Estoy seguro de ser el amor de su vida —Me voy a casa, Eiji— Hasta que lo vuelvo loco

¿Me amas, mе quieres, me odias? No, no entiendo