¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Raices

Bakugou Eiji
15 años

—Parece que comenzará a llover en cualquier momento— Objetó mi madre al escuchar el primer trueno del cielo levemente oscuro.

—Nos detendremos en la siguiente planicie y levantaremos las casa de campaña, así que apresúrense— Le respondió papá, acelerando el paso

—Bien— De acuerdo con mi padre, intenté apretar el paso igual.

—¡No!— Me giré en el instante en que mi hermano, que venia detrás de mí, se detuvo.

—¿Qué sucede, Kazui?— Le pregunté, acercándome a él, quién estaba arrodillado en la orilla del acantilado, mirando hacia abajo

—Se me cayó el collar que papá me dio, él va a enojarse conmigo— Dijo angustiado

Mire hacia abajo, dándome cuenta de que no había caído al abismo, sino que había caído a una pequeña roca. Giré a ver a nuestros padres que parecían seguir avanzando y se me hizo fácil hacerlo por mí mismo.

—No te preocupes, yo iré por él—  Baje mi mochila y las cosas que podrían estorbarme

—¿Estas seguro? Puede ser peligroso— Dijo Kazui, dudoso de lo que iba a hacer

—Tranquilo, será rápido ¿Esta bien?— Él aún indeciso asintió

Con cuidado, me colgué del filo del camino, podía sentir la adrenalina que era producida por la altura, pero traté de tranquilizarme y me solté, cayendo con suerte sobre la pequeña plataforma de rocas.

Respire aliviado al ver que era estable, ahora sólo debía alcanzar el collar que estaba frente a mí, en otra roca, me arrodillé y me estiré todo lo que pude hasta poder alcanzarlo 

—Ya lo tengo— Dije feliz en en instante en que al fin lo tome, sin embargo el lugar donde mi otra mano hacia soporte se desmoronó.

—¡Cuidado!— Exclamó Kazui con miedo, al ver que por poco me caigo, pero fui más rápido y me hice para atrás, poniéndome a salvo.

—Estoy bien— Reí —Toma— Y le extendí el collar para que lo tomara.

—Gracias— Se lo puso al instante y lo protegió bajo su ropa —No volveré a ser un idiota— Asentí contento a lo que había dicho mi hermano menor

Era hora de subir, así que di un salto para alcanzar el borde, sin embargo parecía que no corría con tanta suerte, pues no alcanzaba el filo.

Di otro salto, pero esta vez entre en pánico en el instante en que mi base tembló, papá tenía razón, no debo confiar en las rocas, todo se vendría abajo

—¡Eiji!— Exclamó mi hermano, extendiendo su mano

Asustado y sin otra opción salte con todas mis fuerzas, sosteniendo la mano de mi hermano, pero había sido un estúpido al pensar que era una buena opción.

Kazui soporto mi peso por unos instantes, sin embargo mi peso era mayor del que mi hermano podía soportar, él y el borde de tierra comprimida donde estaba apoyado.