¿Cómo criaría a un Bakugou? (Bakugo Katsuki)

Pasando el tiempo

Bakugou Katsuki
Eiji: 6 años
Kazui: 2 años

Es imposible salir en días lluviosos, así que para mí la forma ideal de pasar estos días es dormir pacíficamente en el sofá al terminar lo quehaceres, pero...

—¡Si Kazui atrápala!— Con los pisotones, gritos y carcajadas de mis hijos, además de...

—¡Eiji ¿Qué les he dicho de jugar con la pelota dentro de casa?!—...los gritos de su madre, es malditamente imposible 

—Estos niños sí que son ruidosos— Dijo al sentarse junto a mí

—Si— Respondí estando más que seguro de que no dormiría hoy

—Si quieres puedes salir, escuche que Kirishima haría una pequeña reunión y te negaste en ir— Me indicó aquella posibilidad.

—Nah, prefiero aguantar a estos ruidosos que aquellos idiotas— Dije muy seguro

—¿Estas seguro de eso?— Me cuestiono una vez más

—Estoy bien, hoy solo quiero estar cerca de mi mujer— Y coloque mi cabeza sobre su hombro

—¿Quieres tener una cita? Uno de estos días, solo nosotros dos— Me pidió, acariciando mis cabellos.

—¿Por qué no? ¿Qué quieres hacer?— Pregunte por los detalles

—No lo sé, ir a cenar, caminar por ahí o pasar por un lugar para... adultos— Susurró coqueta, haciendo molinillos en mi cabello

—Eso suena fantástico— Iba a besar sus labios cuando fuimos interrumpidos

El sonido de un objeto de vidrio haciéndose pedazos

—¡Hey ¿Qué demonios hicieron ahora?!— Les llame desde el sofá, esperando una respuesta de esos dos mocosos

—¡Fue un accidente!— Grito Eiji

—Iré a ver— Ella terminó por levantarse e ir a revisar que todo estuviera bien.

Los niños subieron con cuidado, entre risas, por las escaleras, pero mi mujer no aparecía, así que me levante del sofá y fui a ver que tanto hacía.

La encontré sentada en el suelo, recogiendo cristales —¿Por qué diablos lo haces con la mano? Podrías cortarte tonta— Le reprendí preocupado por ella.

—Tranquilo, no hay muchos vidrios pequeños— Respondió, poniéndose de pie con lo que parecía ser un marco

—¿Qué rompieron esta vez?— Pregunté, acercándome más a ella, para poder ver mejor lo que traía en las manos.

—El cristal del marco de la foto que nos tomamos en la academia con los chicos— Respondió con pesar.

Era la única foto que teníamos donde ambos portábamos el uniforma de la academia, claro que separados por Kirishima, Kaminari, Sero, Mina y Jiro.

—Quita esa cara, compraré un marco nuevo después— Trate de animarle y ella asintió.

—¿Por qué no vas y pasas un tiempo con lo chicos? Ellos estaban muy deseosos de verte otra vez— Insistió una vez más con el tema de la reunión que había estado coordinando Kirishima, dejando el marco con cristales rotos sobre un mueble alto, donde los niños no pudieran alcanzarlo por ahora.

—Porque quiero estar con mi ardiente esposa— Y di una sonora nalgada a mi mujer.

—¡Katsuki!— Exclamó muy avergonzada, pero sabía bien que este tipo de cosas a ella le encantaban