Aquí me encontraba, apunto de colapsar, con una taza de té para calmarme y llenandome de paciencia con cada respiración. El estudio iba bien en un principio, pero llegamos a Inglés con Kageyama y todo se fue por la borda, se negaba a aprenderse las palabras, no quería escucharme y ahora estaba en un rincón sentado mirándonos enojado.
- Quitame esa cara de perro- le dije seria y con un tono de voz bastante tranquilo, este me ignoró- Si no estudias ahora mismo, mañana me iré de chismosa con Sugawara- comenté mientras le daba un sorbo a mi té.
Hinata con Yamaguchi se rieron a escondidas, mientras que yo aún trataba de mantenerme serena, ya que, si me enojaba de verdad dudo que quieran seguir siendo mis amigos, porque no por nada casi toda mi familia me decía la "Reina de la humillación", SÍ soy tranquila y amorosa, pero mi carácter verdadero era bastante sombrío, así que por eso pasa la mayor parte del tiempo escondido en él fondo de mi corazón.
Luego de 15 minutos mirándolo con una ceja levantada y haciendo ruido de reloj con mi lápiz, Kageyama volvió a su sitio y comenzó nuevamente a estudiar, me echaba una miradas de odio pero se las devolvía con más enojo. Al final, aprendió todo de memoria y lo felicité con algunas chucherías. Ya lo tenía domado al pobre muchacho, pero lamentablemente para él a mi nadie me falta el respeto, y por mucho que me gustes no tolerare que rechaces mi ayuda de esa manera, comenté para mi misma mientras lo seguía fulminando con la mirada.
—Bien, tomaremos un descanso antes de que mi padre llegue con la cena— murmure para después tomarme mi té de un sorbo. Los chicos asintieron y se tumbaron en la alfombra de la sala para hablar del manga que estaban leyendo actualmente, yo por mi parte fui en modo espía a la cocina para tomarme mi dosis de medicamento correspondiente.
Estaba en plena misión imposible, cuando el chillón de grupo entra a la cocina gritando mi nombre, me tragué la pastilla rápidamente y escondí el frasco en uno de los bolsillos, me giré rápidamente y puse mi mejor sonrisa.
—¿Qué pasó Shoyo?— dije mientras fingía hacer otras cosas, no medicandome para aguantar mi locura.
—Tengo hambre y Kageyama se comio todo lo que habías llevando a la sala— dijo mientras se acercaba tristemente hasta a mi y me abrazaba. Suspire resignada y le correspondi el abrazo mientras le decía que llevaría más cosas para comer.
Cuando salió de la cocina dando sus típicos brincos de felicidad, saque el frasco de mi bolsillo y lo escondí en mi escondite súper secreto. Luego me dispuse a reponer más bocadillos para mis hambrientos amigos.
...
Fue mala idea no haber escondido mis cuarzos e inciensos, pensaba constantemente mientras ahora mismo me encontraba limpiando las malas energías de Hinata. Después de cenar lo que mi padre trajo (pizza con pollo picante), nos había mandado a mi habitación para prepararnos para dormir. Luego de que todos estuviéramos listos y yo me burlara de sus pijamas (Yamaguchi usaba un lindo pijama de superhéroes, Kageyama de gatitos y Hinata de naranjitas), los chismosos empezaron a ver mi habitación, y Shoyo, como siempre, empezó con sus típicos interrogatorios, pero ahora acompañado de Yamaguchi.
Al final, tuve que explicar todo lo que sabía al respecto de esta situación, lo que terminó en limpiar todo mal de los chicos (con la técnica del huevo) y luego realizar algunos rituales de protección, que era fuertemente acompañado con amuletos que debían llevar en todo momento. Hinata, Kageyama y Yamaguchi estaban fascinados, y eso me hacía feliz en cierto modo de estas prácticas que había adquirido durante mis solitarios veranos junto a mi abuela paterna en Chile.
Luego de terminar con eso, acomodamos los futones de los chicos, Kageyama y Yamaguchi dormirian en el suelo, mientras que yo tendría que compartir mi enorme cama con Shoyo. Literalmente, hicieron una guerra para saber quién dormiría conmigo y al final la disputa se resolvió con piedra, papel y tijera, donde la naranjita japonesa salió ganadora. Después de ordenar todo, hice un mini interrogatorio de lo que estudiamos hoy, se equivocaron en cosas mínimas, así que estaba bastante satisfecha para llevar solo un día estudiando.
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In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]
Fanfiction"𝙷𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚝𝚎 𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜 𝚌𝚘́𝚖𝚘𝚍𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚜𝚘𝚕𝚘, 𝚗𝚞𝚗𝚌𝚊 𝚜𝚊𝚋𝚛𝚊́𝚜 𝚜𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚊́𝚜 𝚎𝚕𝚒𝚐𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝚊𝚕𝚐𝚞𝚒𝚎𝚗 𝚙𝚘𝚛 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚜𝚘𝚕𝚎𝚍𝚊𝚍" - 𝚂𝚘́𝚌𝚛𝚊𝚝𝚎𝚜. Kageyama Tobio estaba co...