V e i n t i s é i s

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— No te va a morder— susurre suavemente mientras acariciaba al gato— Vez es muy dócil— sonreí enormemente y gire mi rostro para mirar a Kageyama.

No era secreto para mí el echo de que Kageyama Tobio tenia una pequeña incomodidad respecto a los animales. En palabras de él, su situación era la siguiente:

Sasa de verdad...— susurro triste— Siento que le desagradó a los animales.

Así que, como buena novia que estoy siendo hasta el momento, cada vez que vemos a algún animal dócil y cariñoso, le demuestro a Tobio que es solamente una corazonada de él, ya que, los animales sienten un apego impresionante cuando Kageyama los acaricia. Pero, lo más lindo de todo este asunto, es cuando les habla tierno, como si de unos bebés se tratasen y mi corazón se derrite instantáneamente cuando lo escucho cambiar su duro tono de voz, a uno tono muchísimo más bajo, más calmado.

— Pero míralo...— señaló al animal— Me esta mirando feo.

Rode los ojos fastidiada.

— Tsk— chasquie la lengua— Vamos sigue mi consejo de acercarte lentamente — susurre nuevamente para no espantar a la criatura.

El pelinegro me miro algo desconfiado, pero al final me hizo caso y siguió al pie de la letra mi consejo para acercarse a los animales. Para su buena suerte de esta mañana, el gatito se dejó llevar por sus caricias detrás de su oreja derecha, quedando totalmente fascinado con el toque suave y relajante de mi novio.

— Esto es muy lindo...— murmure con una sonrisita— Siento que mi corazón estallará al ver tanta ternura.

Vi como una sonrisa se asomaba lentamente por los labios de Kageyama, dejándome completamente satisfecha con mi misión de aumentar la confianza del chico al momento de acercarse a los animales que encontramos por las calles de Miyagi.

— Gracias Sasa— murmuró el chico— Gracias por ayudarme con esta situación.

Me levanté del suelo lentamente y el muchacho también imitó mi acción. Cuando estuvimos frente a frente, tan cerca uno del otro, le di un pequeño beso en su mejilla colorada por el frío de la mañana, y luego tomé su mano para darle un apretón suave.

— No es nada...— hablé suavemente— Ahora...— sonreí maliciosamente— ¡CARRERA HASTA LA PARADA DE BUSES!— chille antes de salir corriendo rápidamente de ahí.

Escuche un gruñido por parte del pelinegro antes de sentir su presencia detrás de mí, tratando torpemente de ganarme a mí, la campeona invicta de todas estas carreras random que realizamos.

...

— Tienes que tener un poco más de actitud— murmure mientras miraba a Shoyo— Estas interpretando a Jay- Z en los dos mil.

Nos quedaba una semana, técnicamente, para el festival cultural. Lo peor de todo esto, creo, es que yo pensaba que ninguno de estos idiotas sabía bailar alguna cosa, pero sorpresivamente bailaban demasiado bien, extremadamente bien (sobretodo Sugawara, ese hombre hace todo bien, cero dudas al respecto). El caso es que tenía idealizado mucho el echo de que Kageyama no tenía sentido del baile, y el escupitajo que tire al cielo por pensar en eso me cayó en la cara, porque estaba demasiado equivocada respecto a mi hombre. El muy maldito sabia bailar demasiado bien, DEMASIADO BIEN, y Shoyo también los hacía excelente, fue algo que dejó a prácticamente a todo el equipo con la boca abierta, porque no teníamos ninguna fe en este par de niños aún en etapa de maduración.

Así que, esto se dio demasiado fácil, como si lo dioses decidiran al fin sonreirnos. Aunque, como siempre digo, toda cosa buena tiene que venir de la mano con algo malo, y refiriéndome a aquello que decía que era "malo", era más para el equipo en sí que para mí misma, ya que, después de este mini ensayo, la preparatoria del Dateko vendría a realizar un partido de práctica contra los cuervos. Más que nada, el entrenador Ukai y el profesor Takeda querían ver si habían dado frutos todos los campamentos, prácticas, jugadas, estrategias, etcétera y verlo en acción un partido "real".

In Solitary // Kageyama Tobio [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora