Capítulo 17

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- ¿Qué estás haciendo aquí? – ella preguntó algo nerviosa.
- Quería verte.
- ¿Cómo encontraste mi dirección?
- Encontré por casualidad.
- Eres el tipo de persona que no hace nada por casualidad...

En ese momento Francesca se dio cuenta que os brazos de Ignazio aún rodeaban su cuerpo. Delicadamente dio un paso hacia atrás y él la soltó.

- No quiero ser grosera, pero pensé que había dejado claro que no quería más verte.
- Y no sé porque siento que es una gran mentira. No creo en tus palabras.
- Eso es irónico ya que ese día en la casa me dijiste que no iba creer que te quería si me fueras.
- Sé que eres terca... Además, aclaraste todo por alguna razón.
- Razón ninguna.
- ¿No? – ella negó. – Si fuera así podrías haberte marchado, dejándome pensar que la carta era verdadera, pero no sé porque quisiste que supiera que no... No necesitabas darme ninguna explicación, pero lo hiciste.
- Y eso es todo. Te dije que quería aclarar las cosas. No me gustan los asuntos pendientes, sólo quería poner fin a todo esto.
- ¿Entonces es así de simple? Todo terminó, nuestra relación, nuestra historia...
- Eso acabó cinco años atrás... - dijo con un nudo en la garganta sin mirarlo a los ojos.

Francesca evitaba mirar a los ojos de Ignazio. Ella no quería que el si diera cuenta que podría llorar en cualquier momento y que moría por abrazarlo.

Su respiración estaba agitada, con cierta adrenalina. Odiaba tener que mentir, mucho más a él. Ignazio entonces se acercó a ella, dejándola prácticamente atrapada entre él y el árbol. Cuando Fran sintió la aspereza en su espalda, colocó ambas las manos en el tronco al lado de su cintura.

Ignazio se detuvo tan cerca que casi podían sentir sus respiraciones mezclándose. Francesca para estar segura de que no caería en tentación, se quedó mirando al suelo. Su estrategia pronto falló cuando Ignazio levantó su barbilla con el pulgar.

- ¿Por qué aún me torturas así Francesca?
- No es tortura, es sólo la verdad.
- Sigo sin creer.
- El problema es tuyo entonces... - ella intentó sonar confidente, pero no logró hacerlo tanto cuanto quería.
- No sabes disfrazar tan bien como para me hacer creer que no quieres más verme... - él se acercó aún más y susurró en su oído. - ... o como para creer que no te gusto más.

Sentir su respiración cerca de su oído hizo Francesca estremecer. Tenía que alejarse antes de que no pudiera aguantarse más... Y tratándose de hacerla rendirse, Ignazio era casi un experto.

-Entiendas como quieras... - ella puso sus manos en el pecho de Ignazio paraintentar empurarlo, pero su fuerza era casi como nada para él. – Ya intentéexplicarte que no quiero verte, ya te dije que no me busques... Así que haz loque te pido ¿sí?
- ¡No!
- ¡Sí!
- ¡No! Te dejé ir una vez, ni pienses que haré eso otra vez.
- Pero...
- Ni en tus sueños (ta)Francesca... Haré lo posible y lo imposible para estar atu lado otra vez. Me cansé de sufrir y apuesto que tú también. Así que dejes dehacerte de difícil que conmigo eso nunca funcionó.
- ¡Dejes de atormentarme!
- Bien si así quieres lo haré... - ella suspiró. - ...pero antes me debes una cosa.
- ¿Qué?
- De esa vez si vas a despedirse de mi entonces tiene que ser con un beso...         

Sicilian Heart (Corazón Siciliano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora