Capítulo 33

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- Papá... - Francesca susurró casi sin aliento y él la abrazó, pero ella sólo devolvió el abrazo pocos segundos después.
- ¿Por qué esta cara? No pareces feliz de verme, hija.
- ¡No, no! Sólo me sorprendió... Eso es todo.
- ¿Puedo pasar?
- ¡Oh, sí! Lo siento papá, puedes pasar.

Entraron y se fueron a la sala de estar.

- ¡Había pasado tanto tiempo desde que había estado en esta casa! – comentó él.
- Sí...
- ¿Dónde está Leonardo? ¡Yo extraño mucho a ese muchacho! - Dijo mirando a su alrededor.
- Él está... Él está con Rita en el mercado, creo que no tardaran mucho tiempo.
- Bueno... Si no te importas me sentaré aquí.
- Por supuesto papá... ¿Quieres algo?
- ¿Puedes traerme un vaso de agua? - Ella asintió rápido.

Ella tomó un vaso de agua, pero tuvo problemas ya que le temblaban las manos, que desobedecían completamente los comandos para tener el control. Ella regresó a la sala y su padre tomó rápidamente el agua.

- Me voy al baño y ya vuelvo...

Francesca corrió a la cocina y llamó Rita. Una era más aterrorizada que la otra, ella pasó la dirección de Ignazio para su prima y luego lo llamó... La peor situación posible se había formado en ese momento.

- Ignazio... ¡Contesta! - Susurró.

*****

- Papá... ¿No ibas a volver mañana? – preguntó a Lino.
- Las negociaciones fueron más rápidas de lo que pensaba.
- Oh, bueno...
- ¿Tú no me vas a dejar entrar?
- Lo siento, estaba distraído, puedes pasar.

Lino entró y dio dos o tres pasos antes de parar y empezar a mirar fijamente a Leo, que hizo lo mismo.

- ¿Quién es el chico Ignazio?
- Oh, él es el hijo de mi vecina del apartamento de al lado... - Ignazio odiaba tener que mentir, Leo parecía confundido mientras masticaba el sándwich.
- ¿Qué hace él aquí?
- Ella tenía que irse, me dijo que era una emergencia y pidió para que cuidara de él durante unos minutos.

Ignazio caminó hacia Leo, mientras que Lino estaba sentándose en la silla casi al lado del chico. Ignazio hizo que Leo se levantara y lo llevó a la cocina.

- Vamos a tomar un pedazo de pastel de chocolate, me ayudas ¿verdad? - Leo asintió.
- Tú eres mi papá... No mi vecino - Leo dijo cuando llegaron a la cocina, Nazio se agachó a su altura. - ¿Quién es ese hombre?
- Ese es mi padre...
- ¿Mi nonno? - Le preguntó con entusiasmo.
- Sí, pero tengo que pedir una cosa a ti, él puede no saber que es su nonno.
- ¿Por qué?
- Porque él no lo sabe, pero le diremos en otro día y hacerle una sorpresa... ¿Crees que puedes guardar ese secreto?
- Sí, yo puedo...
- Buen chico.

En ese momento el celular de Ignazio empezó a sonar y él lo tomó de su bolsillo.

- ¡Francesca ahora no es un buen momento!
- ¡Estoy de pleno acuerdo! Rita va a pasar por Leo...
- ¡Ella no puede venir aquí!
- ¿Por qué?
- Mi padre está aquí ¡él no puede verla!
- ¿Estás bromeando? ¡Mi padre está aquí también!
- Estamos muertos...
- Oh, Dios mío... - susurró.

Sicilian Heart (Corazón Siciliano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora