Capítulo 41

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Pasaron varios días después de ese sábado, cuando los tres pasaron todo el día juntos. Francesca quería que sucediera más a menudo, pero sabía que ahora era un deseo que no iba a realizarse. Lo quería más por Leo estar cerca del padre que tanto necesitaba que por ella. Pensaba en ello constantemente y siempre contaba los minutos para verlo de nuevo, aunque fuera sólo por unos minutos.

Una noche, Ignazio salía de la casa de sus padres para ir a la casa de Francesca. Él salió antes de lo previsto, cruzaba la calle recogiendo las llaves del coche en el bolsillo cuando vio a alguien corriendo y se dio cuenta de que esa persona se alejó de su coche. Ignazio corrió hasta allí, pero no logró llegar a él, dedujo que se trataba de un hombre por la silueta y él se huyó en medio de los árboles que tenían allí cerca. Nazio miró el coche y pensó que podría haber sido un ladrón que casi se quedó atrapado.

Cuando iba abrir el coche se dio cuenta de que su celular no estaba en el bolsillo de la chaqueta ni de los pantalones, se había olvidado en casa de sus padres, hizo una mueca y cruzó la calle de nuevo. Cuando su pie tocó el pavimento escuchó un ruido enorme y cayó, incluso en el suelo se volvió. Su coche había explotado. Sus ojos se abrieron, estaba aterrorizado. Si él no hubiera olvidado el teléfono estaría en el coche.

¿Así que eso era lo que el hombre estaba haciendo? ¡Una bomba!

Continuó sin acción al ver a su coche envuelto con llamas ante sus ojos. Aún no se había dado cuenta de que estaba en el suelo. Logo Lino y su madre, Luciana, salieron de la casa y lo encontraron aterrorizado allí. Con el impacto de la explosión, Ignazio fue derribado, algunos cristales de las ventanas de la casa se habían roto en mil pedazos, por suerte, no golpearon a nadie que estaba en la casa.

- ¿Estás bien Ignazio? - Preguntó Lino, pero él no parecía reaccionar bien.
- Sí, sí... - no hablaba muy seguro. No desviaba la mirada de lo fuego.

Dicen que en el momento de la muerte se ve su vida pasar delante de sus ojos, con Ignazio fue similar. Todo fue tan terrible hasta el punto de dejarlo temblando, pero pensar que si estuviese en ese coche jamás podría ver a su familia otra vez era lo que lo hacía sentir más miedo.

- ¿Cómo ha ocurrido eso? - Luciana preguntó aturdida.
- Debe haber sido una bomba. El coche no podría explotar por sí solo.
- Había un hombre... - Ignazio logró hablar. - Cuando llegué al portón vi a un hombre cerca de mi coche. - Lino corrió al portón y llamó a sus hombres.
- ¡Va por los perros! ¡Encuentren este hombre! ¡Lo quiero vivo!

Lino dio una orden clara, lo quería con vida, simplemente porque todos los hombres que estaban en la seguridad de la casa andaban con armas, esto sin añadir los perros. Algunos estaban con los perros y dos en coche. Mientras tanto los tres volvieron a entrar en la casa y se encontraban en la sala de estar. Mientras Ignazio y Luciana estaban sentados en el sofá, él estaba con sus manos juntas y los codos en las rodillas y moviéndose, estaba totalmente inquieto, y su madre trató de calmarse tomando una taza de té. Lino caminaba de un lado a otro esperando que sus hombres llegasen. Habían pasado más de media hora. Unos momentos más tarde uno de ellos llamó a la puerta y pidieron que Lino fuera al patio, Ignazio lo siguió.

- Encontramos un hombre Don Boschetto... - Gino habló mientras los tres caminaban hacia el coche. - ...Lo siento Don, pero él ya estaba muerto.

Gino abrió el maletero y Lino e Ignazio miraron el cuerpo. Él era un hombre que parecía tener entre los 40 y 50 años. No lo conocían, pero parecía ser italiano.

- No tenía documentos con él, no sabemos quién es.
- ¿Cómo murió? - Preguntó Lino.
- Disparo a la cabeza.
- Se suicidó antes de que lo encontrasen... - Lino dijo un poco decepcionado.
- No Don Boschetto. El arma estaba en su cintura es de un calibre diferente de la que hizo el agujero en la cabeza.
- ¡Espere! - Dijo Ignazio. - ¿Estás diciendo que trató de matarme con esa bomba y luego alguien le dio un tiro en la cabeza?
- Eso es lo que parece.
- Quién hizo esto sabía que íbamos a buscarlo... - Lino puso las manos en los bolsillos. - Lo mató antes de que pudiéramos averiguar para quién trabajaba. - Los tres se miraron en silencio. - Deshazte del cuerpo Gino...

Sicilian Heart (Corazón Siciliano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora