스물 여섯

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"...bring you sorrow"

Pretendía hacerlo, pero las suaves palabras que resbalaron de los labios enrojecidos del omega le cortaron el hilo de cordura que creía tener.

Era un plan fácil: Tendría clases en ese salón en media hora, así que había pedido las llaves en la coordinación como todos los profesores hacían cuando el aula aún no era ocupada o se quedaba demasiado tiempo sin nadie dentro de ella para evitar...Esas situaciones comprometedoras en las que podría decirse, nadie tenía completo control sobre ellas. Debía ser muy sencillo, sólo buscaría a Jungkook sabiendo que se encontraría en la cafetería, le pediría que lo acompañara por un trabajo en dado caso que estuviera en compañía con algún alumno suyo, pero la presencia de Jimin hizo todo mucho más sencillo, dejándolo ir con una mirada burlona.

Y hablaría con él, tanto como Jungkook se lo permitiera. Tal vez podría preguntarle lo sucedido con su nombrado amigo Hoseok sin querer verse celoso ni interesado, sólo curioso; y respecto al tema de los mensajes...Eso era mejor tratarlo en privado, en la comodidad de su casa en dónde Jungkook parecía quitarse la coraza con la que cargaba.

Y sí, en un pensamiento fugaz pensó en una rápida sesión de besos, pero no estaba seguro de ella. No sabía como reaccionaría así que desechó el pensamiento tan pronto como llegó.

Pero Jeon Jungkook no iba a desaprovechar la oportunidad, deleitándose del pequeño suspiro que salió de los labios del alfa cuando posó sus manos en su pecho.

—De verdad quería hablar—Le gruñó el mayor al verlo arrimarse a su cuerpo, casi empujándolo al escritorio donde se dejó caer—¿No eras tú el que estaba huyendo de mí?

—Sí—Se burló Jungkook-Pero me he calentado al pensar que nos podrían atrapar.

Por favor que alguien socorriera a Kim Taehyung, porque Jungkook detrás de sus ojos angelicales era un verdadero demonio.

—Quiero intentar algo, siéntate en la silla.

Oh.

No era nada ni nadie para negarse a los deseos de Jeon Jungkook, y lo supo cuando siguió las órdenes del omega, sentándose con parsimonia en la silla mientras el chico se dejaba caer de rodillas frente a él.

Y el vientre bajo le tironeó con violencia al verlo en aquella posición. ¿Cómo era posible calentarse con sólo verlo? Hacía unos segundos estaba preocupado por él y ahora lo único que quería era tomarlo de sus cabellos oscuros y jalarlo hacia su anatomía.

—Jungkook...

—Taehyung—Le llamó el chico, casi burlándose de él por el tono enronquecido que usó para mencionarlo, pero no esperó a que dijera algo más. Era más un ruego que una conversación.

Fue tortura cuando las manos traviesas del omega se atrevieron a recorrer las piernas del alfa, primero con lentitud y siendo más yemas delicadas sobre la tela del pantalón yendo de sus rodillas a sus muslos, tan superficiales que Taehyung se removió incómodo por la sensibilidad de sus piernas, casi soltando una maldición al sentir su entrepierna palpitar cuando los dedos del chico se resbalaron en la parte interna de sus muslos.

Sus manos se volvieron más atrevidas al ver la inquietud del alfa mientras más se acercaba a su entrepierna y cuando un resoplido escapó de él en el momento en el que sus dedos pasaron peligrosamente cerca de su semi endurecido miembro, Jungkook sonrió al ver lo rápido que podía atormentar al alfa.

Se arrastró sobre sus rodillas sólo para estar más cerca de las piernas del alfa y con lentitud juguetona, abrió sus piernas para tener mejor acceso a ellas, disfrutando del jadeo del mayor.

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora