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La primera vez que Jungkook estuvo ante la presencia de Taehyung, su lobo ronroneó de placer y comodidad, haciéndolo sentir nauseabundo y mareado ante tanto sentimiento eufórico que su parte animal estaba manifestando, noqueándolo.

Había sentido su presencia de inmediato, inundando las fosas nasales de Jungkook tan abrumadoramente que le fue imposible no pellizcar el puente de su nariz con ferocidad, molesto ante aquella intromisión de olor en su zona segura, pensando que el chico ajeno a él debería estar afuera de su habitación o rondando por ahí como si fuera su propia casa debido a la angustiosa esencia que alborotaba a su lobo, pero vaya sorpresa se llevó al abrir la puerta de su habitación y no encontrar absolutamente nada, porque el chico apenas estaba poniendo un pie dentro de su hogar.

Su hermana había gritado su nombre desde la estancia de abajo y su corazón se disparó, inocente y guiado por los sentimientos foráneos a su humanidad, anhelando ver al portador de aquel aroma sofocante, que se colaba en la respiración de Jungkook y removía su interior ansiosamente, aunque su mente gritaba que se detuviera. Ordenaba a su estúpido lobo que se reprimiera y guardara su salvajismo por solo unos minutos, no necesitaba su parte animal queriendo empaparse de aquel olor embriagante ante un alfa, mucho menos si se trataba de aquel dominante.

Por su lado, la presencia del omega desconocido lo había golpeado con tanto pasmo que Taehyung casi tropieza con sus propios pies al entrar a la casa de su acompañante. Tragó duro, sintiendo la garganta reseca y el estómago pesado cuando su lobo despertó después de estar tanto tiempo sumergido en una oscuridad que parecía no tener fin.

La piel le picaba del calor que sintió subir por sus extremidades súbitamente y se rascó el cuello, abrumado por el olor abrasador mezclado con uno conocido y su par rio al verlo actuar tan torpemente, cuando Taehyung era más que perfecto en todo y nunca mostraba señales de equivocarse ni salirse de sus cabales, atribuyéndolo al nerviosismo de conocer a su familia, encontrándolo increíblemente tierno.

Pero no había nada tierno ni dulce en todo aquello. Porque el reclamo de dos lobos estaba distante de ser una unión blanda. Era asfixiante, arrebatadora y pasional. Dolía en el interior su faceta no humanizada retorcerse inquieta ante algo que deseaba y necesitaba.

El lobo de Taehyung casi arrulló el nombre del menor cuando su hermana los presentó y apretó fuertemente la mandíbula para evitarlo, negándose a permitir que lo único que no podía tener bajo control, se desbordara después de reprimirse por tanto tiempo.

No, no ahora. No con la persona equivocada, con alguien prohibido.

Sin embargo, algo en lo ilícito era demasiado atrayente para sus bestias, demasiado excitante, demasiado cautivador, demasiado...eufórico.

Jungkook logró anteponerse ante el choque de calor en el que su cuerpo se había ensimismado por unos segundos, alzando una mano y tendiéndola al alfa frente a él, sonriéndole descaradamente al verlo con la mandíbula tensa y sus hombros alzados, a la defensiva, malinterpretando el aspecto de Taehyung como una actitud inquieta ante él por ser familiar directo de la chica que se hallaba a su lado.

Taehyung contuvo un jadeo cuando sus manos se entrelazaron en el saludo.

-Jungkook-Ronroneó Taehyung sin evitarlo más, dejando que su voz saliera un ápice más grave de lo normal, ocasionando un suspiro robado por parte del omega, logrando que ambos lobos aullaran de placer-Un gusto conocerte finalmente.

Los ojos de Jungkook parecieron destellear ante un pensamiento pícaro que se llevaría a la tumba.

—Ansiaba conocer al prometido de mi hermana—Dijo con una sonrisa gigante, cuando en su interior, intentaba con todas sus fuerzas callar los aullidos bestiales que rogaban más tacto por parte del alfa y sobre todo, los pensamientos profanadores.

Pero sus cuerpos no podían doblegarse ni obedecer la parte racional. No cuando la sensación era tan arrebatadora que ahogaba, asfixiaba y, sobre todo, quemaba.

Quemaba en las entrañas, en los nervios, en los músculos, dejaban un sabor metálico en la boca debido al subidón de adrenalina que ambos experimentaron y casi les había arrebatado jadeos que tal vez hubieran sido demasiado sonoros.

El encuentro había sido el primer paso de una caída tortuosa e infernal, con las fauces de sus lobos esperando a devorar la cordura que se desvanecería por completo.



















Ay, estoy muy emocionada por esta fic no voy a mentir ajsjsj. Tenía muchísimas ganas de escribir omegaverse y nada mejor que un buen taekook para alegrar la existencia.

La historia contendrá temas que se pueden clasificar como delicados, así que hago la advertencia de una vez; relaciones sexuales consensuadas y no consensuadas, violencia, kinks, etc. Todo esto se desarrollará mientras la historia avanza, pero quiero poner las cartas sobre la mesa de una vez ^^

Dejo fotitos de los bebés para hacerse una idea de como los intento manifestar en el fic:

Dejo fotitos de los bebés para hacerse una idea de como los intento manifestar en el fic:

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Jeon Jungkook: 21 años, omega. Estudiante de artes.

Kim Taehyung: 27 años

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Kim Taehyung: 27 años. Alfa. Profesor de Escritura creativa.

Dejo los principales, más adelante presento a los demás conforme aparezcan.

En fin, abro las puertas de mi corazón para comenzar la fic, tqm si estás leyendo esto♡

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora