열하나

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"I'll be damned"

¿Cómo describir aquella sensación que hundía su pecho violentamente?

No tenía idea, pero a Taehyung le invadía el deseo de escribir lo que sus ojos estaban viendo, porque era tan injusto que aquella escena tan preciosa que su mirada estaba presenciando se quedara solamente en un recuerdo.

Quiso escribir cosas bellas, sobre lo hermoso que era Jungkook bajo la luz tenue del café, la manera en la que sus ojos destelleaban reflejando miles de estrellas mientras su voz...Oh, su voz; la voz del omega lo tenía en las nubes.

Necesita tomar algo, una pluma, lápiz, incluso en las notas de su celular, lo que fuera porque el anhelo de que las palabras que se atascaban en su pecho por salir eran insoportables, pero apenas podía moverse. Jungkook lo tenía totalmente encantado, como si tratara de un hechizo: Lo que fuera que el chico pidiera, Taehyung lo iría a buscar al fin del mundo si lo necesitaba.

Y cuando dedico su mirada al alfa para después dejar que su voz fluyera en una nota alta...

Taehyung supo en ese momento que la comodidad que durante sus años de vida había pensado que era el mejor camino, la desechó por completo. No, él ya no quería una vida sin sentimientos no sensaciones parecidas a miles de estrellas fugaces. Quería sentir nuevamente la piel de Jungkook bajo sus dedos, pero ahora tomándose el tiempo para acariciar cada tramo de él, de besar sus ojos, aquellos que semejaban una galaxia entera, y también quería verlo deshacerse violentamente bajo él, gimiendo su nombre y sólo el de él...

—Taehyung—Le llamaba Yoongi por tercera ocasión ahora jalando de su gabardina para que lo mirara.

El alfa cayó en la cuenta de su ensimismamiento y se volteó, furiosamente sonrojado por sus pensamientos, pero encantado.

—Joder, nunca fuiste de los obvios pero esto es vergonzoso.

Las mejillas del mencionado se volvieron tan rojas que Yoongi soltó una carcajada estridente, llamando levemente la atención de Jungkook.

—¿Para esto me citaste?—Escupió Taehyung, no sabiendo sentirse molesto por la melodía que sus oídos estaban disfrutando o por el engaño de su amigo, en quien había confiado ciegamente.

—Quería comprobarlo con mis propios ojos—Se burló el beta—El cachorro dijo algo de un maestro de escritura creativa siendo malo con él en la universidad de Seúl, con una hermana a punto de casarse con el mismo apellido que tu prometida...

—¿Por qué le dices cachorro?

Yoongi parpadeó, asombrado.

Estaba experimentado auténticas emociones ese día, era emocionante.

—¿Te molesta?

—Claro que no—Ladró el alfa—Sólo que no es ningún cachorro. No tiene porque molestarme.

—Por supuesto, tu alfa no está siendo para nada posesivo. Pero tranquilízalo, lo conozco de años y venía aquí a tocar por los viernes, en ese tiempo el chico pasaba mucho tiempo por acá.

Taehyung tamborileó sus largos dedos sobre la mesa, desbloqueando el recuerdo de una vez en la que su amigo había preguntado si la música en vivo era una buena opción, pero nadie le había tomado importancia.

Si el alfa hubiera puesto un pie ahí antes...¿Habría sentido lo mismo que cuando lo vió?

—Así que estoy aquí para que te burles de mí—Dijo finalmente el alfa, mirando su compañero de mesa con una ceja alzada.

En realidad, no se encontraba molesto, sólo sorprendido de que Yoongi se hubiera tomado las molestias de ocasionar aquello.

—Ese era el plan, pero ahora surgió uno nuevo.

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora