스물 일곱

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Era extraño.

Se sentía extraño haber comenzado el día de la mejor manera y estarlo terminando corriendo por las calles de la ciudad, con el corazón agitado del terror y a punto de quebrarse en un ataque de pánico en cualquier momento.

No lo comprendía tampoco: Había sido una mañana tan cálida cuando despertó junto a Taehyung, adoptando la rutina que habían adquirido en el transcurso de las ultimas tres semanas.

Taehyung era el primero en despertar, hacía el desayuno y Jungkook abría los ojos tan pronto como el aroma de la cocina entraba por la puerta entreabierta de la habitación del alfa y como movido por una estela de olor imaginaria, corría a la cocina a enterrar su nariz en el cuello del mayor y esperar pacientemente a que le sirviera la primera comida del día.

Después desayunaban juntos, en ocasiones tomaban la comida en la cama matrimonial del alfa debido al frío exterior que cada vez tomaba más lugar de la casa y ambos se acurrucaban en el nido improvisado de Jungkook a compartir su calor entre besos, caricias o pláticas con o sin sentido, no había diferencia.

Aunque sí había sucedido algo extraño en la mañana, pero no lo notó como mal presentimiento hasta ese momento.

—¿Tae? ¿Todo en orden?—Había preguntado tras ver al alfa fruncir el entrecejo repentinamente mientras miraba su celular a causa de un mensaje entrante hacía unos segundos.

No le contestó, por lo que el omega se encontraba haciendo pucheros por la preocupación de que se tratase de algo grave y Taehyung, notando en el pecho un suave tirón de inquietud que no era suyo, alzó la mirada para encontrase con los ojos dulces y angustiados de su omega.

—Lo siento, Koo. He recibido un correo acerca de un citatorio.

—¿Citatorio de qué?—Cuestionó el omega, frunciendo el ceño mientras se acercaba al mayor para subirse en su regazo y recibir mimos y caricias en la espalda que poco a poco, terminaron de relajar su expresión preocupada.

Taehyung rió al escucharlo ronronear en su pecho.

—Parece que hay algún problema con lo que fue la familia de papá.

—¿La familia mala?—Jadeó con sorpresa—¿Es grave? ¿Para qué te necesitan? ¿Por qué tienes que acudir? No vayas.

La carcajada de Taehyung se escuchó en toda la habitación mientras llenaba de besos la cara del omega, haciéndolo sonrojar con fuerza.

—No lo sé, tengo que hacer unas llamadas para saber que sucede y decidir si es necesaria mi presencia—Respondió antes de depositar un suave beso en la nariz fría del chico—¿Quieres que encienda el calefactor?

—No—Negó con su cabeza-Tengo que ir temprano a la universidad a hacer una tarea y si haces todo más cómodo, volveré a dormir. De hecho, creo que me iré ahora para que puedas hacer tus llamadas.

—¿No vas a esperar a que te lleve a la universidad?

Otra negación.

—Sabes que no es necesario que me lleves cuando no tienes clases.

Y antes de que Taehyung pudiera replicar, Jungkook ya estaba escabulléndose en el baño para tomar su habitual ducha con agua casi hirviendo.

—¡Nos vemos en la cena!—Fue lo último que escuchó el alfa aquella mañana y como todas las veces que convivían juntos al despertar, Jungkook jamás se quedaba a escuchar su "Con cuidado", oración que quedaba en la repentina soledad del apartamento.

Era como si Jungkook se llevara toda la calidez, porque ahora Taehyung sentía el frío y los colores del desayuno ya no eran tan vívidos si no había un omega que los apreciara.

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora