열 일곱

240 35 16
                                    

"It's hunting season"

Era agotador.

Nada había logrado agotarlo tanto como el taller que estaba impartiendo o más bien, intentando porque sentía que estaba fallando magistralmente.

Solamente había asistido tres días, pero ya no podía levantarse de su cama.

No entendía porqué, pero la carga emocional le estaba pareciendo demasiada y su mente sentía la responsabilidad que tenía sobre sus hombros. Y en ese momento, mirando a la apenas adulta con su cuello cubierto de apósitos y gasas alrededor de su cuello, le caló en lo más profundo de su corazón.

Seguía siendo una niña aunque dijera tener dieciocho, lo veía en sus comentarios aún inocentes y la mirada apagada de sus ojos. Y dolía porque una niña no tenía que cargar con tanto dolor, ni con una marca que estuvo a punto de asesinarla por la cantidad de sangre derramada.

Taehyung por lo regular no conectaba ni mostraba tanta empatía con las personas que lo rodeaban, pero había tanto en las seis personas frente a él que le lastimaba a él también.

Quería ayudar.

Y por esa razón, debía alejarse.

Porque él no era nadie quien pudiera ayudar, no cuando cargaba con sus propios demonios que lo atormentaban en las noches. Si no podía hacer algo por sí mismo, ¿De verdad sería capaz de ayudar a alguien?

Lo dudaba y quería gritar de impotencia por ser tan inútil.

—Nos vemos el viernes—Dijo la niña a ojos del alfa, haciendo una pequeña reverencia—Gracias por lo que haces por nosotros.

Quiso llorar, porque no estaba haciendo nada que considerara importante, menos con sólo tres horas. Y es que esas personas lo miraban con esperanza, con tanta ilusión que podrían sanar que lo lastimaba.

Y Taehyung era egoísta porque alejaba todo lo que le lastimaba o dañaba. Así que con una sonrisa triste se despidió del grupo de omegas, disculpándose en silencio por su incapacidad de ayudar y seguir prestando sus conocimientos, murmurando para sí que jamás volvería a hacer algo como aquello.

Ni siquiera pudo mirar a Namjoon cuando éste intentó invitarlo a almorzar, Taehyung solamente siguió con su camino y no se detuvo frente a su amigo, incapaz de sostener una conversación cuando el mayor esperaba tanto de él y Taehyung solo le iba a brindar...Nada, porque era lo único que podía hacer.

Se sentía terrible.

No se consideraba un mal maestro, tal vez un poco exigente pero sabía que sus alumnos de verdad aprendían algo al terminar el semestre y estaba orgulloso de ello, pero había algo en el taller que no iba más con él.

No se trataba del tecnicismo de limitarse a escribir sino de saciar el vacío con palabras y lograr algo positivo con la escritura.

Era una terapia.

Y Taehyung se negó firmemente a convivir con terapeutas que intentaron apoyarlo con el plan del taller, creyéndose capaz de soportarlo. Pero tres reuniones le habían bastado para hacerlo incompetente e inútil.

Inútil. Inútil. Inútil.

Palpó sus sienes en un intento de calmar la creciente ansiedad que estaba comenzando a asfixiarlo.

Inútil. Inútil. Inútil.

Y olía a hospital. Sus prendas se habían inundado del olor a medicamentos y limpieza, a blancura, a...

Dejó su cabeza caer con fuerza contra el volante de su auto, incapaz de sentir el golpe de su frente pues lo único de lo que era consciente era que el aire a su alrededor se estaba agotando y el poco que había le traía recuerdos desagradables de cuerpos familiares cubiertos por sábanas blancas y otro par conectados a los pitidos de monitores de signos vitales que no tardarían en dar el aviso de muerte.

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora