스물

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"...trying to light up the dark?"

Esperaba que nadie estuviera en casa, pero escuchó movimiento desde el exterior, a centímetros de abrir la puerta.

Repasó en silencio su plan no tan estratégico como creía pero que consideraba una salida al menos sencilla. Se aseguró de tener su chaqueta bien cerrada hasta el cuello, intentando cubrir la camisa blanca que había tomado prestada del armario del alfa, tomándose esa libertad ya que la suya había comenzado a oler extraño después de usarla tanto tiempo y dormir con ella. Sin más que aplazar y con un guion en su mente listo para ser recitado, abrió la puerta para ser recibido por conversaciones silenciadas al silencio junto con ojos familiares mirándole inquisitivos.

—Dije que estaba en casa de Jimin—Dijo Jungkook de inmediato.

—Y una mierda.

Los padres de los hermanos soltaron regaños a la velocidad de la luz, pero Sunhee no estaba escuchando. No cuando apenas vió a Jungkook entrar con una expresión tan inocente que le hizo rabiar.

Y tal vez se hubiera mostrado más razonable y dispuesta al diálogo sino fuera por el azote de olor que emanó Jungkook al presentarse ante ellos. Apestaba a Taehyung, y no de una manera natural como cuando dos personas convivían. No, la esencia natural y familiar de Jungkook con la que ella había crecido durante demasiados años, se encontraba reprimida muy en el fondo.

Porque olía a él y aunque antes dudaba que Taehyung siquiera quisiera pensar marcar a alguien con su olor, ahí estaba su hermano con su aroma tatuado en la piel como si le perteneciera.

Fue demasiado obvio, porque incluso sus padres lo notaron, como un cosquilleo en la nariz de un aroma desconocido, no tan tatuado hasta los huesos como lo tenía Sunhee, quien se desvivía por oler de esa manera y que Taehyung la marcara con su olor sólo se presentaba en sueños. Había estado pensando en ello durante toda la noche y se sintió tonta y muy estúpida. Que la personalidad de Jungkook influyera en su alfa no era el problema en sí, pero si lo era Jungkook.

Y la idea se había instalado en ella como una espina, no queriendo tocarla porque podía profundizarla.

Pero Jungkook se había presentado así; marcado con el olor de su alfa y por supuesto que la espina se transformó en estaca.

—Hueles a alfa—Escupió ella, directo a la yugular pero sin mancharse. No, Sunhee esperaría pacientemente a que el sucio secreto de Jungkook del que aún no estaba segura de lo que se trataba, se viniera abajo junto con sus mentiras.

—Estuve con Jimin—Respondió el menor, con la misma cantidad de veneno en sus palabras.

Pero con el olor que desprendía, no estaba en la posición de discutir.

—Koo—Suspiró su madre—Pensé que habíamos pasado esta etapa hace años.

—Se los dije—Reclamó inmediatamente la primera hija de aquella pareja confundida—No lo sabían pero Jungkook se la pasa revolcándose con...

—Cierra la puta boca.

Pocas veces en su vida se presentaba un Jungkook hirviendo de ira con cada una de sus células. Se molestaba como cualquier personal normal: Alzaba la voz y gritaba, pero no usaba malas palabras y sus expresiones siempre concordaban con su estado de ánimo.

Pero ese Jungkook quieto, con la cara tallada en piedra y los ojos destellantes de una ira auténtica y desconocida era una imagen nueva que hizo callar a Sunhee inmediatamente.

—Jungkook...

—No voy a perder el tiempo discutiendo contigo pero no he olvidado tu escena enfermiza de ayer—Siguió lanzando Jungkook, ignorando por completo la amenaza de su madre—Ya fue suficiente una denigración en casa de Taehyung, no aceptaré otra. Piensa lo que quieras de mí; Sunhee, no me va a importar más pero tampoco creas por un momento que tienes derecho de decir algo. Dejaste bastante en claro lo mucho que te importo.

EUPHORIA |KTH & JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora