Advertencia: Contenido sexual explícito. (Sexo vainilla)
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El apartamento, ciertamente, 'apestaba' a feromonas de un omega deseando ser marcado, y ahora ni los supresores serían capaces de cambiar eso. Se preguntó si la puerta blindada sería suficiente, y extendió su propio aroma en la puerta, marcando el territorio. No quería interrupciones, y agradecía que el cuarto del chico quedara aislado de la puerta principal.
Salem lo recibió, pero tal vez sería mejor encerrarlo en la biblioteca. Tomó a esa 'cosa' desde el lomó, escuchando los gemidos necesitados de su omega. Caminó rápido, y tiró al pequeño al sofá de la biblioteca. Este le gruñó, pero se acostó, y Ray cerró la puerta.
Definitivamente, no quería interrupciones.
Comenzó a salivar, cada vez más cerca del omega, y sus colmillos estaban ansiosos de morder la piel del menor.
Cruzó el pasillo, y al entrar al cuarto, vio a Henry, temblando, mojando la cama con todo tipo de fluidos que exoraba su cuerpo. Temblaba, y al sentirlo entrar, se levantó en la cama, colocándose en cuatro, con el rostro mirándolo. Los ojos estaban demasiado dilatados, casi no se diferenciaba el color canela de la pupila. Los labios los tenía rojos, los colmillos afuera. Bajó el trasero, levantando el pecho.
—Alfa—. Gruñó, ladeando el rostro. Bien, era demasiado de lo que podía soportar.
Se quitó su chaqueta, al igual que los zapatos. Bajó su pantalón hasta que cayó a sus tobillos, y lo pateó lejos. Su celular no había dejado de sonar, y, en realidad, no le importaba. Ese omega lo necesitaba, y él, gustoso, iba a ayudarlo. Se quitó también la camisa, y quedó con las medias y la ropa interior, acercándose a la cama.
Estiró su mano, acariciando la mejilla del chico. Este ronroneó, estregándose a ella, para después darle un beso en la palma.
— ¿Cómo me llamo? —. Quería estar seguro de que aquello no iba a ser solamente el calor. Henry lo miró unos segundos, jadeó, y se arrodillo en la cama, para quedar a su altura. Pasó los brazos por los hombros del alfa, y se colgó de allí. Ese olor a hierba mojada y tierra lo estaba volviendo loco, muy en contra de lo que muchos decían, a él le encantaba.
—Ray—. Ronroneó, cerca de sus labios, para después unirlos en un suave beso. El mayor pasó sus manos en la cintura estrecha del chico, acercándolo a él, mientras su erección era aplastada junto a la contraria. Ambos gimieron, y Ray acostó en la cama al chico, trepándose encima de este.
—Henry. Te amo—. El chico acarició su mejilla, dándole una sonrisa, dentro de su nublada mente, pero estando aún un tanto presente en ello. Quería contarle que había mandado a la mierda a su abuelo, que estaba más que dispuesto a perder todo por él. Pero no era el momento. Quería joderlo, hacerle el amor, y marcarlo en un lugar donde nadie fuera capaz de mirarlo nuevamente.
Le dio otro beso, tirando de él hacia el colchón, y dejándolo acostado en este. Henry se levantó, muy inquieto, y se acostó a la altura del pene del alfa, que parecía desear salir de aquella cárcel de tela. El chico bajó este, con una sonrisa coqueta, y acarició con su mejilla aquel enorme pene.
— ¿Me harás un nudo? —. Aquello implicaba un embarazo, y aunque pensó que el chico tendría algo de inseguridad sobre ello, Ray asintió, acariciando el cabello del omega, mientras este dirigía la brillante y roja cabeza de la erección a sus labios. Soltó un gruñido, tirando la cabeza hacia atrás cuando la pulposa lengua recorrió la punta, y bajó por toda su hinchada vena hasta las bolas.
El aroma del chico lo estaba mareando, y trataba firmemente de mantener una lucidez. Al final, se rindió al placer, y movió sus caderas hacia delante, mientras su pareja metía la longitud en su boca, jalándola con el aliento. Henry sabía hacer aquello, y le encantaba.
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Sex appeal. |Henray|
FanfictionPara Henry, Ray tenía algún atractivo sexual que no podía explicar. No sabía que Ray se sentía de la misma manera. . . Contenido +18. ¡Alter Univers! Omegaverse. Capítulos con (*) son corregidos.