Capítulo 17 "Ojalá sea conmigo"

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Capítulo 17 "Ojalá sea conmigo"

*Narra Daniel*

-¿Como estaba?-Murmuró Raúl,tras verme aparecer.
-No está nada bien.-Comenté a la vez que me acercaba a ellos.

Suspiré y me senté en aquel sofá que compramos años atrás,de tela negra,la verdad que muy cómodo.

-Debería agradecértelo.-Habló Jorge,con superioridad.
-O odiarme por ello.Pásame uno.-Respondí serio,con tristeza.

Jorge se apresuró a darme el paquete de cigarros que había en la mesa,de la marca Marlboro.

-Ha sido culpa mía,que ella acabara allí.Y lo sabéis.-Seguí hablando.

Me introduce el cigarrillo entre mis labios,agarré el mechero de encima de la mesa,y procedí a encenderlo.

-Ha sido culpa de aquel mal nacido.-Dijo serio Jesús.

Suspiré y le volví a dar una calada a aquel cigarrillo,me siento tan,culpable.

-Por cierto,¿que quería?-Comentó Raúl,sin mostrar emoción.
-Díselo a Jesús,él es el que se ha quedado.-Respondí monótono.
-Quería nuestra ayuda,otra vez.El mismo de la otra vez.-Jesús dijo,esta vez serio.-Lo que quiere es que nos encarguemos de un gran robo,en el banco central.-Esta vez murmuró,no era del interés que se enteraran las invitadas.
-¿Y para que la quería a ella?-Preguntó Raúl,con curiosidad.
-Diversión a costa de nosotros,y de cebo.-Comenté serio.
-¿A quién te has cargado?-Se metió por medio Jorge.
-A unos cuantos,no te importa.-Murmuré sin importancia.
-Te dije que te traería problemas.Te lo advertí.-Dijo vacilante Jorge.
-No queremos que te encierren.-Dijo preocupado Raúl.
-No lo hará.-Interrumpió Jesús,seguro de ello.
-Está empezando a enamorarse.-Afirmé levantando las cejas,y reí.
-Y tú,¿te estás enamorando de ella?-Preguntó resignado Raúl.
-¡No digas tonterías!-Exclamé enfadado.-Más quisiera esa estirada.-Bromeé.

Raúl y Jesús me miraron cómplices,extrañados.Ellos saben que,lo que acababa de confirmar aquel joven delincuente,no era cierto.

Jorge en cambio,miró conforme.No quiere líos como la última vez.No quiere fallos, por eso están metidos en ese lío.

-Tan sólo es trabajo.-Acabé diciendo,esta vez serio.

Aquellos tres me miraron aliviados,yo tampoco quiero fallos.Ya lo que había pasado era un contratiempo.

Un fuerte golpe en la puerta se escuchó a continuación, nos pusimos en guardia.
Agarramos las pistolas,las que siempre llevamos detrás de nuestros oscuros jeans.

Fui el primero en levantarme, lentamente y en tensión; esperando cualquier cosa.
Abrí la puerta,y apunté con el arma,para cualquiera que fuera.

-¿Hay alguien?-Susurró Jorge,violento.
-No.No hay nadie.-Respondí serio,después de bajar el arma.

No había nadie,una puta broma.Me dispuse a cerrar la puerta,pero bajé la mirada.

-Tan sólo hay algo.-Murmuré.

Una cajita en el suelo,cerrada.

Me agaché,y la recogí.Una pequeña caja,no muy grande.
De color negro,pero con un lazo rojo,cubriéndolo.

Entré hacía dentro,con aquellos tres detrás,con ganas de saber que contenía aquella misteriosa caja.

-Vamos a abrir,esto.-Comentó expectante Raúl.

Lo puse en medio de aquella mesita que teníamos en medio del salón.Raúl posó su mano en la caja y deshizo el lazo y quitó la tapa.

-¡Joder una bomba!-Gritó de pronto,para asustarnos.

Los tres nos asomamos a la caja,pero no vimos una bomba.Sino un vídeo.

-¡Eres gilipollas!-Exclamé enfadado,y le di un golpe en la cabeza.
-Idiota.-Añadió Jesús.
-Estúpido.-Prosiguió Jorge.

Todos le miramos,empezaba a hablar muy finolis,demasiado.

-Dices de mi,pero que te estás empezando a contagiar,de mi abogada.-Bromeé.

Jorge me miró enfadado,los demás rieron.Tenía razón.

-Vamos a ver el vídeo.-Dijo Jorge,cogiéndolo.

Encendió el reproductor de vídeo,dónde allí metió aquel vídeo,todos sabían lo que era.

Pero apareció María,en la puerta del salón.

-Ya se ha dormido.-Comentó al llegar.-¿Qué veis?-Preguntó extrañada,al vernos alrededor de la televisión.
-Mejor que no lo veas.-Le advirtió Raúl.

Ella terca como una mula,se sentó entre nosotros.Y proseguimos por lo que íbamos a hacer,empezar el vídeo.

Esas imágenes mostraban todo lo que le habían hecho a ella,a Lucía.Ya había visto otro aún más doloroso para él,pero no derramó ninguna lágrima,y por esa amargada,menos.No lo haría.

En cambio María al verlo se le caía el mundo encima,no podía ver los golpes,lo que le decían a su amiga.Lloraba sin desconsuelo,como una niña pequeña.Tanto que se refugió en los brazos de Raúl,el que tenía al lado.

El vídeo finalizó,muchos serios,monótonos.Pero algo les había tocado dentro,su frío corazón.Algo cambió dentro de mi,pensé que no sería tan duro.

-Cómo he podido permitir esto.-Repetía María una y otra vez,entre sollozos y lágrimas.

Saqué el vídeo del reproductor,y me dirigí a guardarlo en aquella caja.
Pero al acercarme me di cuenta de algo,debajo de aquel vídeo había una foto de ella,durmiendo en mi habitación.

La cogí dudoso,y la giré.Allí había algo escrito:

<<Es mía Dani,es mía>>

-Mierda.-Susurré serio,y tiré aquella foto al suelo.

Salí corriendo del salón, mientras los demás me miraban.Las escaleras las subí de dos en dos,de cuatro en cuatro,todo lo rápido que pude.Tenía que llegar antes que ellos.

Abrí estrepitosamente la puerta,abrí la luz.La ventana rota,y un hombre allí.A punto de cogerla,y llevársela de nuevo.

-Ya puedes irte.-Dije agarrando la pistola.
-Solo cumplo órdenes.-Dijo serio éste,mirando de nuevo a ella.
-Vete si no quieres morir.-Le advertí.

Éste me miró,lo comprendió.
Desapareció tras aquella ventana,era novato.Era demasiado joven,tendría unos 16 o 17 años,la edad en la que empezó todo.

Me acerqué a su lado,y la cogí entre mis brazos,no le va a pasar nada.

-¿Está bien?-Preguntó María aún con lágrimas en los ojos, cuando salí de la habitación

Asentí y la miré,dormía aún.
No se había enterado de nada,ha llegado a tiempo esta vez.

-¿Qué habitación no tiene ventanas?-Pregunté,aunque ya sabía la respuesta.
-Todas tienen.-Rió Jesús.
-La más alejada,o lo que sea.-Me corregí,lo que había dicho era estúpido.
-La mía.-Respondió Jesús,con un suspiro.

La miré de nuevo,y empecé a andar.Mientras una pequeña sonrisa se asomaba en la comisura de sus labios.

La tumbé sobre la cama,la cama de matrimonio de Jesús.Deshice las sábanas y la tapé con ellas.Volví a mirarla,ya no estaba su leve sonrisa.

La miré risueño,lo lamentaba tanto.No quiero que le hagan daño.Ella continuaba monótona.

-No dejaré que te hagan daño.Te protegeré.-Susurré mirándola.

A continuación le di un beso en la frente,para sellar aquel trato,no le pasará nada.Y desaparecí de la habitación, dejándola tranquila,dejando que sueñe.Ojalá sea conmigo.


It's my life |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora