Capítulo 90 "Le quiero a mi lado, ahora y siempre"
«Narra Lucía»
Despierto del sueño profundo en el que caí horas atrás. Los ojos me pesan, pero mis labios resecos junto con mi garganta, me piden a gritos agua. Me levanto de la cama donde yazco lentamente, con mucho dolor, ya que las piernas me pesan junto con mis brazos. Los ojos me pesan, notando el peso de la arenilla que quedó incrustada en ellos, cuando me dormí sumisa en el llanto. Me siento en la cama, acto seguido me froto los ojos. Mis ojos se abren estrepitosamente, ahora mi sueño ha desaparecido, para dejar paso a la energía que no había tenido durante varios días. Suspiró dejando caer un gruñido. Toco la negra camiseta que llevo puesta, me deleito con su tacto suave, al igual que me dejo embriagar por su olor.
Por primera vez en muchos meses, no he soñado con él, y eso, sorprendentemente me preocupa y mucho. Aunque la verdad, me dormí en medio del llanto y los sollozos, pero sobretodo por él. No está en la habitación... ¿Se habrá ido?
Me levanto perezosa. Y de nuevo, volviendo al mismo tema, cayendo una y otra vez en la misma piedra. Con todo el pesar de mi corazón, junto con mi dolor de piernas, me dirijo a la puerta cerrada, y la abro.El mismo salón que esta mañana se abre ante mis ojos, pero ahora tan sólo iluminado por una pequeña lámpara verde puesta en una mesita, con él a su lado. Sentado y con otro papel entre sus manos, pero en la otra, un vaso, que me presupongo que contiene whisky. Me ruborizo al verlo, cómo puede estar tan tranquilo... Suspiro. Acto seguido agarro mis dos manos, y las posó sobre mi abdomen, incómoda, intento proceder con mi cometido, e ir a por un vaso de agua. Los pasos ensordecedores envuelven la estancia, junto con mis nervios incontrolables.
-No intentes ocultarte, tengo ojos y te veo.-Murmura él irónico, mientras bebe un poco de su copa.
-No quería molestarte, estabas muy concentrado.-Yo mascullé, disculpándome.
-Y tú no podías dormir.-Él afirmó directo.
-Amm...-Balbucí en el intento de no desmayarme.-Tan solo iba a por un vaso de agua.Mi cuerpo se inmovilizó, mis desnudos pies, estaban pegados al suelo con pegamento. Oírle me hacía sentir mejor, haciendo que todas mis penas quedaran a un lado. Y tan sólo, disfrutar el momento. Intenté articular palabra, pero fue en vano, ya que las cuerdas vocales desaparecieron, haciendo que un horrible dolor apareciera en ella, y la sed se quedará a un lado. Ignorándola. Para después observar como dio otro sorbo a su vaso, y yo lamí el labio inferior, resecos.
-¿Quieres una copa?-Él preguntó levantando el vaso.
Asentí. Él hizo ademán de que me acercara, obedecí, y me senté a su lado, en el codo del sillón donde él se sentaba. El brazo de él rozó la mitad de mis muslos. Ésta tan sólo erizó haciendo que toda yo se ruborizara ante su comportamiento referente a mi cuerpo. No podía controlar lo que él originaba en mí. Me supongo que el fuego de la pasión no ha desaparecido.
Él tan sólo sigue con su cometido, aboca un poco más de whisky a su vaso, y me lo ofrece.
-Bebe.-Ordena él con una sonrisa muy extraña en él.
Vacilo durante unos instantes ante su ofrecimiento. Frunzo el ceño. Él tan sólo me mira, me mira, y vuele a mirarme, con esos almendrados ojos que me vuelven loca. Un escalofrío recorre mi cuerpo. La electricidad envuelve nuestros cuerpos, mientras yo aun tengo entre mis dedos el vaso que me ha ofrecido. Sin dudarlo, bebo de él, es lo único en lo que puedo consolarme, es lo más parecido que tengo a un beso de él. Bebo de un trago todo el contenido de éste. El sabor agridulce entra en mi garganta, junto con el calor que éste conlleva.
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It's my life |Editando|
Storie d'amoreLucia Garcia, una abogada recién salida de la universidad, se enfrenta tal vez al caso más importante de su carrera: la inexplicable muerte de su mejor amiga. Supuestamente la policía ha encontrado al asesino: Daniel Oviedo, un ex-compañero de insti...