Epílogo. "El último adiós"

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Epílogo. "El último adiós"

«Narra Lucía»

-Entrégueme su pasaporte, y todo listo.-Pide la recepcionista amable.

Hurgo en mi bolso y saco el pasaporte. Ésta lo revisa, para acto seguido volver a entregármelo y facturar la maleta. Agarro el billete de avión y lo sujeto en la mano. Mi corazón vuelve a encogerse al observarlo. Dentro de una hora voy a coger un avión e irme a Canadá. Además de embarazada. Estoy ya de casi dos semanas. Y la verdad, no tengo ni idea de que hacer. No he tenido más remedio que tomar esta decisión. Tal vez estar al otro lado del mundo haga que toda yo se replantee que hacer, al igual que ya tengo aquellas pastillas que tengo que tomar para el aborto.

-Aun no me creo que vayas a irte.-Solloza mamá, mientras observa como me aproximo a ellos.

-¡Ay, mamá!-Me quejo al borde de las lágrimas.-Tan solo va a ser un año.

-Un año es muy largo.-Mamá se queja, mientras me da otro abrazo.-No quiero que te vayas tan lejos. Tú lugar está aquí con nosotros.

-Necesito un cambio de aires, y esta oportunidad es única.-Vuelvo a explicar lo mismo que días antes.-Ya sabes que ha sido siempre uno de mis sueños.

-Te echaremos mucho de menos.-Comenta Raquel, mientras se seca las lágrimas.

Observo a Marina con Blanca entre sus brazos. Raquel y mamá como Marías Magdalenas y papá... Él tan solo me mira como si fuera la ultima vez que fuera a verme. Le abrazo por primera vez en mucho tiempo. Exhalo y me deleito al olor a menta que desprende y a la colonia de «Bambú» de Adolfo Dominguez. Voy a echar de menos sus consejos.

-¿Tú no lloras?-Pregunto con una media sonrisa.

-¿Por qué debería hacerlo?-Él pregunta ronco.-Si tu eres feliz, yo lo seré. Has vuelto a ser tú. Aunque se te echara de menos.

-A ti también, papá.-Agrego con una pequeña lágrima.-Al menos podremos hablar por el Skype.

-No llores, pequeña.-Él pide acariciando mi mejilla.-Eres muy fuerte, puedes con todo. Y esto no es nada para ti. ¿O no te acuerdas cuando saliste por primera vez del país?

-Con quince años, sola y sin saber el idioma.-Agregué nostálgica.-Y me lo pasé muy, pero que muy bien.

-Y ahora pasará igual, tan solo que en Canadá.-Él alienta con una sonrisa.-Conocerás a mucha gente y te convertirás en la mejor abogada de todas. Porque eres la mejor en lo que haces, y lo sabes.

-Ay, papá.-Sollozo mientras sale otra lágrima de mis ojos.-No me digas estas cosas.

-¿La verdad?-Él pregunta retórico.-Eres la mejor, aquí y en donde sea.

Vuelvo a abrazar a papá. Él me da un sonoro beso en la mejilla. Acto seguido, continuo con mis lágrimas tan sentidas con doble significado-una parte llora por él, porque aunque no lo quiera reconocer, aun le quiero a pesar de todos sus errores- pero mayoritariamente por mi familia. Hace mucho tiempo que no me alejaba de ellos durante tanto tiempo. Aunque sean unos metomentodo les echaré de menos. ¿Con quién me pelearé? Sé que todo se me hará cuesta arriba, además de que voy a perder a propósito al niño que llevo en mi vientre. Pero es lo mejor. Él no sabrá nada de todo esto y podré vivir tranquila y sin preocuparme de que me secuestren o me maten.

Me acerco a mamá y Raquel, éstas me abrazan con tanta fuerza que casi me ahogan. No dicen nada. Tan solo mojan parte de mi hombro y me dejo hacer. En estos momentos sobran las palabras. Tan solo hay que dejar pasar las emociones, ya que, le dices adiós a alguien a quien aprecias-donde cabe la posibilidad que no volverás a ver-como las entiendo... Y lo peor de todo esto es que no puedes hacer nada. Y aun así, con que quiera ocultar mi dolor y mi talón de Aquiles-que en ese caso es él-dentro de un rato no lo haré. Ya que tengo miedo, mucho miedo a que no salga bien.

It's my life |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora