Capítulo 87 "Otra vez,tú"
«Narra Lucía»
Vuelvo a acurrucarme en la esquina de aquella oscura habitación donde me retienen.
Esconder mi rostro entre mis pequeñas manos, ahora sucias, sin pulso. Afónica y sin fuerzas. Sollozo en silencio, las lágrimas recorren mis mejillas como ríos. Los gritos se han ido disipando con las horas, los días, ni tan siquiera sé cuánto tiempo llevo aquí, hasta llegar a tal punto de desgarrarme las cuerdas vocales, casi sin poder articular palabra.Apreté mis manos más en mis mejillas, mientras entreabría los labios, dejando caer gemidos de dolor. Con las piernas pegadas a mi estómago me encontraba, mi respiración acelerada retumbaba por toda la habitación. Tiré la cabeza hacía atrás, me ahogaba.
Me dolía el pecho cada vez que volvía a pensar en él, aunque mis heridas físicas dolieran, las de él aún eran peores, ya que no he conseguido lo que prometí, y menos desde ese día. Y lo peor de todo es que nunca me perdonaré haber sido tan orgullosa, pero se lo merecía.
Dije ¡Hasta la vista! porque yo sabía que no le olvidaría, y que si nos habíamos reencontrado en dos ocasiones, y estaba segurísima de que habría una tercera, el destino es así de cabrón conmigo. Volví a coger aire, en vano, ya que sabía que, no lo lograría. Es imposible que pueda conseguir estar estable, no lo soporto.
Las constantes palizas y los insultos, no podía aguantar más. Sabía que no vendría, era imposible. Ya no me creía nada de él. Antes le creí, pero ahora... Ahora era imposible, él se fue con otra. Yo intenté olvidar mediante alcohol y otras drogas, aun así, no me acosté con nadie más, siempre perdía el conocimiento, y ya no recordaba nada.
Me despertaba todas las noches, envuelta en sudor, jadeando, tan sólo veía ojos cafés, susurrándome que no me querían, que tan solo era un juego. No lo soportaba, y más es que me torturaba por ello. Era una muerte en vida.
No comía, no dormía, no vivía tan solo, sollozaba por los rincones, con la única distracción del trabajo.Y por trabajo estoy aquí. El dinero lo compra todo, al menos a los jueces sí, a los sicarios y a los secuestradores, al igual que las torturas. Todo eso había sido mi vida desde que me encerraron aquí. Lo peor de todo es que no recuerdo ni como ocurrió, tan sólo me desperté aquí, para después apropinarme una paliza. Lamí el labio inferior, para después morder éste preocupada, en el intento de no recaer en las lágrimas. Esa había sido mi vida, llorar, llorar, y llorar.
La puerta se abre de pronto, a grandes zancadas entra uno de los hombres al mando de todo esto, González. Éste de buen ver, cabello negro, ojos grisáceos y penetrantes, muy despiadado, bestia, un completo cerdo. Éste se había divertido con mi sufrimiento, mientras yo, tan solo lo intento sobrellevar lo mejor que puedo. Creo que ahora puedo entender por lo que pasó Marina, años atrás, al igual que hace unos meses.
Éste se acerca a paso acelerado hacía mi pequeño cuerpo a un lado de la oscura habitación, ésta tan sólo posee una pequeña cama mal hecha, muy incómoda, sin ventanas, tan sólo iluminada por una pequeña lampara. De nuevo, vuelvo a esconder mi rostro entre las manos, no quiero, no podría soportar otra de las palizas. ¿No ha sido suficiente?
Una presión de unos dedos sobre mi antebrazo derecho, éste estira con mucha fuerza, arrastrándome por el suelo un buen trecho. Intento gritar, pero de mi garganta no sale ningún sonido, éstos se han esfumado, como mis cuerdas vocales. Sentí como si me arrancaran éste, al igual que un horrible dolor en la espalda no, por favor. Otra vez, no.
-¡Levántate!-Grita González agarrándome más fuerte del brazo.
Vuelve a estirar de él. Siento como si fueran a arrancármelo de un momento a otro. Éste volvió a clavar su mirada grisácea en mi. Dolor. Nervios.
Soltó mi brazo, dándome la libertad que necesitaba al menos para ponerme en pie. A duras penas, conseguí realizar lo que pidió. Con su basto e intimidante silencio lo decía todo. Éste volvió a agarrar mi brazo, y a tirar de él con brusquedad.
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It's my life |Editando|
RomanceLucia Garcia, una abogada recién salida de la universidad, se enfrenta tal vez al caso más importante de su carrera: la inexplicable muerte de su mejor amiga. Supuestamente la policía ha encontrado al asesino: Daniel Oviedo, un ex-compañero de insti...