It's my life |Editando|

Capítulo 64 "Era débil ante él,y eso era lo que tanto le gustaba"

Capítulo 64 "Era débil ante él, y eso era lo que tanto le gustaba"

«Narra Lucía»

Una parte de mi despertó sobresaltada,el corazón iba a mil por hora.Cómo un rayo caído sobre mi,de nuevo ese horrible sueño;pero esta vez con un suplemento y una nueva cara en todo esto,Inna.

-Tienes que elegir.-Dice Leandro,fijándose en mi.

Miré a mi alrededor,una habitación con las paredes rojizas y unas cenefas doradas complementándolo.
Una gran lámpara de araña en el techo,muebles que se ven caros,y en ella tres personas.

Fijé mi mirada abajo,unas sábanas me cubrían,tan sólo se podían ver mis hombros desnudos,mi rostro blanco y con los ojos verdes cristalinos,junto a mi pelo intentando cubrir ese dolor.

Un sentimiento extraño se apoderó de mi,dudas y culpabilidad.Levanté la mirada para poder ver quién más acompañaba esa escena.

-Tiene que ser ahora,o nunca.-Volvió a decir Leandro.

Allí habían dos individuos más,dos hombres.Tan conocidos por mi,los únicos que habían hecho que mi cabeza perdiera el sentido,y mi corazón bombeara con tanta rapidez,uno antes que era Leandro,pero otro que lo hace en estos instantes,Dani.
Esta vez pude vislumbrarle mejor,con más detalle.Él jadeando,con la mandíbula tensa,empapado por unas finas capas de sudor,y su penetrante mirada sobre mi, en esa gran cama.

-Yo...Yo...-Articulé muy dificultosa.

Pero en ese momento apareció esa buscona de Inna,de un salto,ella entrelazó sus piernas en la espalda de él,éste la agarró con firmeza,y con posesión se besaban.Una parte de mi se rasgó,y de pronto abrí los ojos sobresaltada.

Una fina capa de sudor se posaba en mi pequeño cuerpo,ahora pálido.La respiración acelerada,el corazón iba a salirse del pecho.Con las pocas fuerzas que tenía en esos instantes, apoyé mi peso sobre el gran respaldo que poseía la cama.
Respiré varias veces, dificultada;quería volver a recuperar la tranquilidad y el pulso.Sino sentía que me desmayaría de nuevo.Tenía calor,y mis labios estaban más que resecos.Posé mi vista al otro lado de la cama, allí tenía a un Daniel Oviedo dormido,a mi lado.Tenté de tocarle,pero sabía que a la más mínima que hubiera contacto,se despertaría.

Acto seguido ladeó su cuerpo,y pude ver cómo dormía.Era la primera vez que le veía con los ojos cerrados,tranquilo,como un angelito.No pude evitar sonreír,verle así me satisfacía y sorprendía.Aun recuerdo cuando le vi,después de tanto tiempo.Aunque no quise reconocerlo,me gustó.

Siempre ha sido mi jodida debilidad,y como cual tonta he caído entre sus redes.Y ahora,a su lado,observando como él duerme mientras yo ayer pasé una de las peores noche de mi vida,angustia.
Me duele el pecho de tan sólo pensar que todas esas pesadillas han podido hacerse realidad,me mataría que hubiera pasado.En ese caso no sabría que hacer,lo habría perdido todo,y mi ser no volvería a ser igual sin él.

-Te he echado de menos.-Yo murmuré,mientras pasaba mi dedo sobre sus labios.

Sonreí melancólica,acto seguido me levanté de la cama donde yacíamos los dos.Silenciosa como un gato cerré la puerta de la oscura habitación,y salí de allí.Me encaminé al tan nombrado balcón,y apoyé mis brazos en la ancha barandilla,y suspiré.

-¿Por qué me haces esto?-Pregunté en un susurro.

El sol yacía en el cielo,como un vigilante.Observé como la ciudad de Barcelona despertaba al paso de los minutos,y sonreí.Mi mente era un caos,y aun no sabía que haría,ni que le preguntaría a Dani cuando, éste despertara.

Unos brazos me rodearon al instantes,con mimo,con delicadeza,con posesión sin elevarlo al poder máximo.Me alivié al notarle,e internamente sonreí,como cual tonta enamorada.Había perdido la cabeza,aunque la incertidumbre aun recorría mi cuerpo,y lastimaba más mi pequeño corazón.