It's my life |Editando|

Capítulo 5 ❌

Capítulo 5 «Recuerdos negros»

«Narra Lucía»

Miré fríamente al sujeto que seguía embobado frente a mi persona. Intentaba esconder las enormes ganas que tenía de llorar ya que me había hecho recordar aquella gran humillación que él causó. Pretendía ser igual de fría y sería que él. Pero, la climatología del lugar no era la más adecuada para la situación que yo quería dar a ver.

Mis ojos verdes se enfrentaban cristalinos a los suyos marrones, ahora con un tono negro. Podía comparar la profundidad de sus ojos con los de un agujero negro. Ya que, te llevaban a vete tú a saber dónde, dejándote atontada.

Sin embargo, ya caí una vez y no era mi plan volver a hacerlo.

Pero, jamás había sentido por nadie igual. Aunque fuera un mero capricho en la adolescencia. Pero era uno que anhelaba con todo mi ser en aquella época, hubiera dado todo lo que tenía por qué él me hiciera caso y la vida para qué me diera un beso.

«Flashback»

-¡Lucía despierta!-Gritó Andrea para que volviera en sí de nuevo.

Miré a la rubia platino que tenía como mejor amiga. Arqueé mis cejas intentando disimular la situación y ajusté las gafas de pasta negra.

-Lo siento.-Respondí apoyando mi espalda en las taquillas.

-¿Le mirabas, eh?-Preguntó con una sonrisa pícara pero a la vez triste.

Asentí incómoda. En aquel momento se podía freír un huevo en mis mejillas de lo rojas y calientes que estaban.

-Pero jamás se fijará en nadie como yo.-Susurré escondiéndome bajo mis libros y libretas.

«Sin contar que somos unas niñatas de segundo de la ESO» Me recordó mi mente privilegiada como tantas veces había hecho cada vez que me planteaba siquiera la mínima posibilidad de que un milagro ocurrieran por los pasillos del instituto Àngel Guimerà de Rubí.

-Tal vez, eso cambie.-Susurró ella con una sonrisa.-Nunca se sabe en qué piensan los tíos.

-No tengo ni tetas, ni culo.

-Tienes más que yo.-Replicó Andrea mirando mi abultado pecho.-Y el culo... Ya ni te cuento.

Volví a asentir poco convencida y me limité a sonreír.
Volví a mirarle a él, sí a Daniel Oviedo, llamado Dani por sus amigos o Oviedo.
Era el chico más deseado del instituto junto a su hermano Jesús y sus macizorros amigos. Los denominados chicos malos, pero perfectos.
Aquellos que te vuelven loca, aunque sabes que se acostarán contigo y no te volverán llamar. Pero, tú simplemente te dejas seducir y rezas para ser la siguiente en esa interminable lista.

-Mira, ya vienen.-Murmuró Andrea haciéndose de ver y mirando fijamente a la banda.-Ponte guapa, idiota.

-Tápame.-Dije en un susurro y bastante incómoda. Yo no quería nada con nadie. Aunque él fuera mi amor platónico.

-Que vienen ,que vienen.-Ella dijo ignorándome con un hilo de voz emocionado. Vamos, como una enana de párvulos.

Aquellos chicos se dirigían hacía nosotras Jorge, Raúl, Jesús y mi amado Dani. Hablaban y hacían el gilipollas como los chicos de su edad, aunque si lo pensamos... Con dieciocho años ya deben comportarse.

Pero, de pronto se pararon justo en frente de Andrea y yo. Fruncí el ceño ligeramente, pero lo primero que intenté fue huir.

Me daba pánico aquella escena.