It's my life |Editando|

Capítulo 44 "¡Qué bajo he caído!

Capítulo 44 "¡Qué bajo he caído!"

*Narra Lucía*

Una de sus manos paseaba por las caderas de ellas, acariciando cada parte de su cuerpo,preferiblemente sus caderas.

Otra de sus manos pasaba por la espalda de ella, atrayéndola más a él.

Él la envolvía en besos,más apasionado que el anterior.

Rápidamente sus manos bajaron hasta la cara interna de sus muslos,suaves y sensuales.

Ella tan sólo sentía calor,y quería más y más.

Los dedos de él,se centraron en el botón de los pantalones cortos de ella,hasta lograr desabrocharlo.

Rápidamente su mano la buscó dentro de sus prendas, quería llegar a su feminidad, tan sólo oír un jadeo de ella.

Ella tan sólo se dejaba llevar por el deseo de él,lo quería,la volvía loca,y eso era lo que realmente le asustaba.

Un jadeo de ella tras notar sus dedos,le encantaba lo que hacía.Hacía que enloqueciera.

Un jadeo tapado por un beso de él,su otra mano la agarraba de las caderas.No se escaparía.

Quería pedirle perdón.

Quería recompensarla,y lo único en que los dos se comprendían y eran uno,era mediante el sexo.

Jadeos de ella,sus dedos se paseaban libremente por su feminidad,no podía reprimirse.

Calor,y más calor.Sofoco.No quiere,pero sus instintos y su deseo la puede.

Tras acabar su estimulamiento sus manos vuelve a posarse sobre las caderas de ella,tiene que recuperarse.

La respiración agitada y entrecortada de la joven envolvía aquel espacio,todo blanco;cómo si en él hubiera nevado.

-Abrete de piernas para mi,pequeña.-Susurró él.

Mientras paseaba su húmeda lengua por el lóbulo de ella,tan solo se estremecía.

¿Estaba dispuesta a todo,por él?No.Un rotundo no apareció en su mente.

Su mirada y la de él se cruzaron,él comido por la lujuria y la excitación de ella, haría cualquier cosa.

Ella rápidamente se apartó de él,justo cuando éste iba a darle uno de esos apasionados besos.

-¿Por qué me haces la cobra?-Preguntó incrédulo.

Ella frunció los labios,furiosa por lo que permitía,que un criminal la tocara y la poseyera cuando se le antojara.

Su mano rozó la mejilla de él, dándole una fuerte bofetada, tan sólo descargó su furia y su impotencia,de ser débil ante él.

-¡No me vuelvas a tocar en tu vida,gilipollas!-Exclamó furiosa.

Los ojos de él ennegrecieron de ira,su mandíbula se tensó, eso le había enfadado realmente.

La mirada de ella prosiguió lo que pretendía,dejarle las cosas claras.¡No va a hacer siempre lo que diga!

Un fuerte empujón le propinó ella,y bajó de aquella mesa espolvoreada de polvos blancos,que se trataban de harina.

Con el ápice de dignidad que aún conservaba se abrochó el botón de su vaquero corto y se ató el cinturón,enverso a su cintura.

Furiosa más que nunca,no por el hecho de lo que le hacía sentir.Sino por cómo la trataba y se creía,el rey del mundo.Y eso con Lucía García no pasa.