Capítulo 99 "Me rindo, llegó la hora de retirarse"

232 18 0
                                    

Capítulo 99 "Me rindo, llegó la hora de retirarse"

«Narra Lucía»

Rechino los dientes una vez más. Rodeo los ojos y los pongo en blanco. Miro de nuevo a Jesús, éste con las manos en su bolsillo y tan serio como siempre. De nuevo-como llevo en todo el camino-poso la mirada al frente, encontrándome a aquellos dos cogidos de la mano. Mis ojos se cristalizan, pero no lloran-esa debería ser yo-tan solo retienen lo que sienten. Más tarde todo saldrá a la luz. Todo esto ya acabará mañana. Y espero no volver a verle jamás, que esta vez sea la definitiva.

Abre la puerta exterior del adosado. Al menos ya hemos llegado. Entro a desgana antes que Jesús. Oigo como la puerta se cierra en escasos segundos. Aquellos dos aun siguen de la mano, pero ahora se giran hacia mi dirección. Él, por primera vez en la noche me busca con los ojos. Pero, esta vez soy yo la que le evita. No quiero volver a perderme en ello. Por una vez en todo este tiempo, voy a echarle cojones a la cosa. Aunque va a ser difícil. Muy difícil. Miro a Jesús, él tan solo me escaneó frío con sus almendrados ojos y asiente.

-¿Al final dónde duerme?-Jesús pregunta a Dani, refiriéndose a mi.
-En mi habitación, no.-Él informa pasivo.-¿Qué tal en la tuya?
-Vale, y yo duermo en el sofá.-Él agrega dubitativo.-¿Estás de acuerdo, Lucía?
-Ya duermo yo en el sofá, sino me voy.-Informo molesta ante la situación.-No quiero ser un problema.
-Te va a doler la espalda.-Advierte Jesús.
-¿Y qué?-Me quejo irónica.-Es solo problema mío.
-Como quieras.-Accede Jesús.-Pero luego no te quejes.
-No me quejaré.-Bufé ya molesta.
-En ese caso nos vamos.-Dani se despide pasivo.-Buenas noches.

Antes de que pudiera irse yo ya había entrado en el salón.
Me quité la chaqueta de mala manera. Acto seguido me tiré al sofá. El pelo quedó esparcido por todo éste, y me crucé de brazos. Bufé y cerré los ojos. El pesar y la impotencia que sentía en mi pecho era totalmente más horrible que mi cansancio. Y lo peor de todo aquello era que no tenia solución-y si la había no la encontraría, ya que me gusta sentir ese dolor-la verdad, todo aquello me frustraba de tal manera que no podía de dejar de perderme en la oscuridad de mi mente.

[...]

Los minutos transcurrieron tan rápidos que me asustaba. Un cojín estaba posado ahora sobre mi cabeza, y una manta me tapaba completa. Mis ojos aun continuaban abiertos, pero toda yo estaba perdida en un mar de culpabilidad. Aun no me creía que todo esto estuviera ocurriendo, aunque ya haya pasado como mil veces-pero aun así, jamás podré acostumbrarme al rechazo-y la verdad, siempre estaré así.

-¿Qué haces aquí?-Preguntó una voz quebrada.

Me exalté sin pensarlo, todo en mi empezó a ir de prisa. Él había vuelto...-mi imaginación vuelve a las andadas-A por mi... Y esas malditas ilusiones vuelven a vivir. Tan solo me deshago de la manta, y me siento con las pocas fuerzas que carezco en ese sofá de terciopelo negro.
La brisa de octubre eriza mis piernas desnudas. Tan solo estoy cubierta por una camiseta que cubre la mitad de mis muslos. Mis mejillas arden acto seguido. ¿Quién me ha desnudado? Agarro un trozo de camiseta y la huelo, es de él. Daniel...

-¿Lucía, estás viva?-Pregunta de nuevo aquella voz quebradiza.
-Para mi desgracia, sí.-Susurro mientras poso las manos en mis rodillas.
-¿Sabes quién soy?-Insiste esa maldita persona.

Niego con la cabeza. Y un silencio inunda la estancia. Paso la lengua por mis dientes y muerdo la cara interna de mis mejillas.

-Soy Guerrero.-Responde el otro.-Espero no haberte despertado.
-No estaba dormida.-Murmuro casi inaudible.-Tampoco creo que lo haga en los próximos días.

Él vuelve a callar. Nada de esto es lo que pensaba. Siento como los pasos de él envuelven la estancia, y como acto seguido se sienta junto a mi. Agarra una parte de mis muslos, y lo acaricia con ternura-con el miedo de si hacerme daño-agarrándolo posesivo, como hacia él.

It's my life |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora