Capítulo 16 "Dulces pesadillas"
*Narra Lucía*
Lágrimas sin cesar,seguían naciendo de aquellos ojos.
Aquellos que antes habían reído hasta llorar,y ahora están sometidos bajo la desesperación y la resignación.Sigo sentada,de nuevo en la parte trasera,pero esta vez en el coche de Dani.Junto a mi están ellos,Daniel y su hermano Jesús,en la parte delantera de aquel vehículo.
Un coche perfectamente en buen estado,sin ningún rastro de batallas antiguas,ni un resto de balas,de manchas de sangre,cómo me había imaginado.
Reinaba el silencio,tan sólo se podían oír mis gimoteos,y el caer de mis lágrimas en el tapiz de aquel perfecto BMW.
Aquellos dos hermanos,en silencio.Procuraban no decir nada,no querían estropearlo,y menos sonar estúpidos.Tan sólo la observaban tras el retrovisor,como su cara, cubierta por su larga melena castaña,intentaba tapar su rostro,la desolación y la impotencia.
Ella tan solo pasaba sus manos por sus mejillas, cubierto por su pelo.No obstante,sin ser vigilada.
Ese viaje fue incómodo,tenso.
Sólo se oían mis gimoteos y el pasar de mis manos por mis mejillas coloradas.Tan sólo sé que el coche paró, y me abrieron la puerta.Yo saliendo como un alma en pena,cómo un fantasma silencioso,repleto de lágrimas.
La puerta se abrió lentamente, aquellos dos entraron primero, yo detrás.Aún temblaba,tenía esa sensación,miedo.
-Pasa.-Murmuró Dani, clavando sus ojos en mi.
Yo asentí,y sorbí los mocos.Ya no quería llorar más,aunque supiera que eso era imposible.
A paso lento,fúnebre.Logré dar un paso,temerosa.Sabía que estaba a salvo.Pero él, sigue siendo el asesino, aunque sea mi héroe.Al menos,esta noche.
Al dar un paso firme,pude llegar al salón.Con tan sólo un par de lámparas encendidas, en la penumbra.Esperando noticias,sobre mi paradero.
-¿La habéis....?-Preguntó María,exaltada.
Su mirada se clavó en mi,una mirada aliviada,pero también desolada.Vio a su amiga semidesnuda,en ropa interior, con una herida en sus labios,y con algunas heridas leves y sucia;sin contar con sus enormes ojos verdes,ahora rojos,de las miles de lágrimas que ha derramado.
Tan sólo fui corriendo hacía ella,con el llanto naciendo de nuevo.Posando mi cabeza sobre su hombro,bajo la atónita mirada de aquellos hombres.
-María...No sabes lo mal...Lo mal...Lo mal...-Pude susurrar, con dificultad.
-Lucía mi vida,ya todo está bien.-Intentó consolar,pero de poco sirvió.
-Lo que...Lo que...Lo que me querían hacer...-Tartamudeé,y salí de bajo sus brazos, dejando ver mi rostro.Ella me miró,sobretodo apenada.No soportaba ver a su amiga así.Tan sólo le dio un beso en su mejilla,y le apartó el pelo de la cara.
-Mi vida,ya está.Ya pasó.-Ella intentó tranquilizar,y le dio un abrazo.
Dani observó como su llanto no cesaba,y que todo esto había sido culpa suya,por haberle pedido aquella cita.
Jamás debería haberlo hecho.-Dani,¿tenéis alguna habitación libre?-Preguntó María,amable.
-Sí,utilizad la mía.-Sugirió él, serio.Aún observando aquella situación tan desoladora.María asintió,pasó la mano sobre mi hombro desnudo, pasando su mano sobre mi cabello,apartándolo.
-Verás,después de una buena ducha,lo verás todo más claro.-Afirmó ella,mientras subíamos la escalera.
Yo tan sólo asentía,y seguía su paso.Dani iba detrás de nosotras,tan sólo para guiarnos.
-Aquí es.-Dijo serio,seco.-Si necesitas algo de ropa,me lo dices.-Se ofreció él,sin dejar de estar serio.
-Sí,déjale algo.-Habló María, tras yo no contestar nada.Él suspiró,se lo imaginaba.Se acercó a su armario y sacó una camiseta gris,lo suficiente grande para ella.
-Toma.-Comentó seco,y me tiró la camiseta,que yo la cogí al vuelo.
Vi como desaparecía de aquella habitación,cerraba la puerta de un portazo.
A continuación entré en el baño,cerrando la puerta con pestillo.Necesitaba sentirme segura,aunque sé que María aguarda fuera.
Mi escasa ropa se deslizó hasta el suelo,metiéndome dentro de la ducha,de agua caliente.Dónde las gotas de agua a presión azotaban suave mi cabeza,dejándola libre de pensamientos, dándome por primera vez en ese día,libertad.
-No pasará nada,él está aquí.-Susurré una y otra vez.
Tan sólo intentaba convencerme a mi misma,de que aquellos sucios hombres me dejarían en paz.
-¿Estás mejor?-Murmuró María,al verme salir del baño.
Con una toalla blanca, totalmente enroscada a mi cuerpo salí,con el pelo mojado cayendo sobre mis hombros.
-Supongo que tenías razón.-Respondí sin aliento, observando como las gotas de agua procedentes de mi pelo,caían en mis hombros.
Ella pasó su mano,tras mi hombro.Haciendo que por fin mis temores cesasen,y que por fin pueda relajarme.
-Ahora tienes que sonreír,y olvidar.-Susurró cariñosa.
-Es difícil.No volveré a sonreír en mucho tiempo.-Murmuré sin ánimo.
-¡Claro,por qué tu lo digas!-Replicó divertida.Rodeé los ojos,no tiene remedio.Siempre está igual, peor que una niña pequeña.
-¡Vístete joder,qué me deprimes!-Exclamó al observarme de nuevo.
-Eres idiota.-Susurré,con una leve sonrisa entre mis labios,la primera de todo el día.
-La que no iba a sonreír más.-Repitió sarcástica,pero riendo.
-Idiota.-Susurré divertida.Me sequé con aquella toalla,y me puse su camiseta.Pude sentir su olor,aquello hacía que me sintiera más segura.
Parecía que me abrazara de nuevo,y me salvara.-¿Por qué me miras así?-Le pregunté intrigada,no conocía esa mirada.
-Nada...Tan sólo estoy orgullosa de ti.-Masculló ella seria,observándola.Me senté en la cama,dónde no tarde en acostarme sobre ella.Estaba muy cansada,pero las pesadillas me acecharían.
-¿Te acuerdas en la uni,esa fiesta en la que bebimos tanto que empezamos a bailar sobre los coches,y la gente nos tiraba monedas?-Preguntó nostálgica María.
-Sí.Fue la ostia.-Reí yo, recordando todo lo acontecido.
-¿Y cuando nos fuimos a Roma,así por las buenas?-Prosiguió ella feliz.
-Sí,cómo si fuera ayer.-Le repetí,entre una nueva sonrisa.Entre relatos e historias del pasado logré dormir,logré cerrar aquellos verdes ojos.
Dejándolos por fin descansar, y dándoles paso a dulces sueños,o a agridulces pesadillas.-Buenas noches,reina.-Susurró María,antes de cerrar la puerta y dejarla sola en esa habitación,descansando.
ESTÁS LEYENDO
It's my life |Editando|
RomansLucia Garcia, una abogada recién salida de la universidad, se enfrenta tal vez al caso más importante de su carrera: la inexplicable muerte de su mejor amiga. Supuestamente la policía ha encontrado al asesino: Daniel Oviedo, un ex-compañero de insti...