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🥀|Visita imprevista, preocupación fraternal|🥀
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Hace una semana que el sentimiento de enfado apenas y se había disipado. Aunque pensar estar en un lugar silencioso, lejos del bullicio de la gente y simplemente dormir (o cuidar de algún ser gatuno).

¡Todo aquello sin que nadie le molestase!

Sonaba más aún sueño imposible, lo más que podía alcanzar y asemejarse a un descanso era el disfrutrar una tarde en compañía de su dulce hermana. Pero aunque pensará esas cosas, el enojo no disminuía tan rápido...

¿Qué era aquello que hacía los días de Shinsou fueran un extenuante calvario y enojo que apenas aminoraba cuando insultaba hasta hartarse? Se podía resumir en algunas cosas... Siendo lo principal, el hecho de que hace dos semanas lo que hizo explotar la poca paciencia que Shinsou poseía llevaba por nombre:


«Himiko Toga.»

Lo que sentía Shinsou cuando recibió la llamada de su compañera de tesis diciéndole que cada quien haría su parte fue de molestia pura. Aunque la verdad era que su compañera le estaba reemplazando. Himiko era desagradable si se lo proponía, a pesar de que desde el inició de la carrera de enfermería habían congeniado demasiado bien. Eran un buen equipo al momento de hacer proyectos o entregar trabajos que requerían alto conocimiento y análisis. Pero el comportamiento y actitud rara de Toga opacaba sus otras diferentes virtudes. Que ahora mismo Shinsou prefería ignorar.

¿Cómo se le ocurría abandonarle justo a pocos meses de entregar la tesis? Su título y carrera estaba en juego, apenas en el lapso de tiempo que tenía a disposición había completado un 25 porciento. Cuando posiblemente sus demás compañeros llevaban más de la mitad.

Por el simple hecho que Toga iba detrás de su siguiente presa. Otro chico de la misma facultad de medicina, y con que Shinsou llevaba una relación cercana (si podria decirse).

Otro de sus problemas era que ahora debía escoger un lugar distinto en el que haría sus pasantías para agregar y recolectar datos para su tesis. También porque no iría al mismo sitio que la loca de Himiko, no quería ir preso todavía por homicidio imprudente.

—Maldita loca teñida, ¡Me las cobraré cuando pueda!,—tiró su cabeza al respaldo del asiento del autobús en el que iba.

A pesar de que parecía que quería maldecir a su compañera hasta morir. Debía también comenzar actuar y encontrar un lugar pronto.

𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀 𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐓𝐄 𝐃𝐈𝐆𝐀: ¡𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜! |#Reescribiendo|【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora