━━━♢𝙃𝙖𝙣𝙖𝙝𝙖𝙠𝙞 𝙙𝙞𝙨𝙚𝙖𝙨𝙚♢━━━
Toda la vida se nos ha enseñado que amar, puede ser tan hermoso como doloroso. Confesarlo, será más difícil que sentirlo. Amar también es complicado, incierto, confuso y frustrante....
Kaminari Denki es como u...
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🥀| Crisantemos amarillos |🥀 ____
El cambio de aires le había caído bien a Shinsou, aunque la recepción al lugar que le había visto crecer no fue lo mejor. Desde ver a su hermana en un hospital a pesar de que no tenía nada grave, fue un buen susto. Así de verla en los últimos tres días algo triste y decaída por no decir que hasta molesta.
Le intrigaba en demasía su comportamiento reacio, dándole su espacio pero siempre estando cerca por si su dulce hermana quisiera hablar.
Así fue luego de dos días después de que incidente de Eri, y cuando el se encontraba entre lo que sería conversación con su excompañera (conversación que rozaba más como discusión). La pequeña niña con algo de timidez se acercó a él quien sostenía su celular mientras buscaba su abrigo entre todo el desastre que eran sus maletas y no contestar alguna grosería a Toga. Por si unos de sus padres le escuchara, estos sin duda le pondría una regañina.
El quería llegar a la cena.
“—¡Nooo te enojes Toshi! Juró que te lo compensare cuando vuelvas, mi gatuno amigo.”,—bromeaba Toga para molestarlo.
—Cuando te vea dile adiós a tu sedoso cabello rosa, Toga.— amenazó de manera directa mientras bufaba molesto ante la irritante voz de su amiga. Aún sin saber que Eri le esperaba en el borde de su cuarto
“—Buu~Eso no sería divertido, Shin.”,—seguia burlándose Toga, mientras de fondo se notaba que apartaba el parlante del celular para reír. Más Shinsou su molestia iba en aumento.
—¿Para que llamas?,—exigio saber al menos.
“—¡Para saludar! ¿No es obvio?”
—No, no lo es Toga. Así que adiós.—Se despidió con premura al notar hasta ahora su hermanita. Dejándo de lado tan pronto colgó para acercarse a ella. De fondo apenas de escuchó que ella le llamaría más tarde.
Shinsou podría ser todo el tiempo serio, amargado e incluso que su rostro expresará que no necesitaba amigo o ser molestado.
Solo es una faceta.
Distinto es cuando su dulce hermana estuviera frente a él. Sería imposible negarle algo a ella, así como fue cuando está estaba ella ahí delante luego de que ya habían pasado un par de días después de salir del hospital cazquibaja. Se arrodilló ante ella y le sonrió.
—Hola, princesa. ¿Pasa algo?,— saludó con amabilidad. Eri se notaba más animada aunque también se removía entre nervios.
—Toshi... Yo...—soltó una pequeña petición que a pesar de que no entendía mucho, no podía negarse,— ¿Me acompañas mañana a ver el árbol de manzanas?
