Hasta que te conocí (Sabo y tú) [FINALIZADA]

36- Liberando temores

Sabo- Buenas tardes. -saludó sonriendo de una forma cálida y dulce mientras entraba a la farmacia.

(Tn) alzó la mirad de su libro de fármacos y sonrió al joven a modo de saludo.

(Tn)- Hola Sabo, estaba a punto de cerrar. -dijo sonriendo. - ¿Qué necesitas?

Sabo- No vine a comprar... solo a verte a ti.

(Tn)- Huele a algo dulce... -susurró a medida de que el chico se acercaba.

Sabo- Que buen olfato. -dijo riendo un poco y colocando cuidadosamente una bolsita de papel en el mostrador. -Es para ti.

La chica frunció un poco el ceño y abrió la bolsa viendo así un termo de la cafetería de al lado, en cuya cinta de al rededor ponía "Chocolate".

(Tn)- ¿A qué se debe? -susurró algo confusa mirando al chico.

Sabo- Antes de entrar vi que tenías una mirada triste... por lo que quise acercarme un momento a la cafetería y darte algo rico y dulce para que te alegrase. -sonrió. - Espero que te haga sentir un poco mejor...

La chica sonrió enternecida ante aquel gesto y sonrió.

(Tn)- Gracias Sabo... eres un chico increible.

Sabo- Solo quiero que te haga sentir mejor... -susurró. - Nunca te vi tan apagada...

La chica se mordió el labio, no sabía que aún su estado anímico fuera tan evidente a los ojos de los demás. Ya se sentía algo más calmada pero por lo visto su expresión seguía apagada. Fueron tantas las emociones en tan pocas horas que no supo como lidiar con ellas.

(Tn)- Disculpa mi comportamiento... no es nada. -sonrió. - ¿Te molestaría si empiezo a cerrar por fuera? Así voy cerrando ya caja.

Sabo- Adelante. 

La chica sonrió y fue hacía las cristaleras corriendo por fuera de los productos las cortinas blancas con el logo de aquella farmacia, las cuales impedían ver el interior. Cerró a medias la cancela de la puerta y volvió junto a Sabo. 

Sabo- ¿Cómo ha ido esta mañana el gimnasio? -preguntó a pesar de ya saber la respuesta.

(Tn)- No... no fui hoy. -dijo cerrando la caja con llave y guardando esta bajo un lugar del mostrador. - No me sentía bien.

Sabo- ¿Puedo hacer algo para qué te sientas mejor? -preguntó preocupado ante aquel estado de la chica.

(Tn)- ¿Puedo abrazarte...? -susurró mirándolo. - Me vendría bien un abrazo...

El joven abrió un poco los ojos mientras una oleada de nervios inundaba su cuerpo. Asintió torpemente y la chica salió de fuera del mostrador mientras que el chico respiraba profundamente para no empezar a temblar.

La chica se acercó a él y lo rodeó con sus brazos apoyando se cabeza en su pecho, a lo que el joven reaccionó de una forma más torpe devolviéndole el abrazo casi con los brazos temblorosos.

Se quedaron así durante unos segundos. Sabo pudo apreciar mejor la diferencia de altura entre ambos, la chica le llegaba justo por la altura de sus clavículas y desprendía un agradable aroma a jazmín, su jersey era de un tacto suave, al igual que su pelo, el cual rozaba con las manos del joven.

Sintió como el corazón amenazaba con salirse por la cabeza cuando la chica lo atrajo más para si escondiendo su cara entre el abrigo y el pecho de joven, pero al mismo tiempo, sentía que a la chica le ocurría algo.

Sabo- ¿Estás bien...?- susurró.

(Tn)- El abrigo está calentito por dentro.  -susurró alzando la vista con su nariz aún metida por dentro del abrigo del joven.

Sabo se mordió un poco el labio al encontrarse con los ojos de la joven a tan poca distancia, recordando así la vez en la casa de la chica, la vez donde por unos pocos centímetros la hubiera besado.

(Tn) abrió un poco más los ojos al ver como las mejillas del chico se empezaron a teñir de rojo mientras la seguía mirando a los ojos. Lo observó bien, tenía mechones de cabello rubio rozando sus mejillas enrojecidas, su cuello estaba tapado por el cuello alto de su jersey negro. Se quedó mirándolo por unos segundos sumergida en sus propios pensamientos, por unos momentos se sentía bien, reconfortada y segura con Sabo. Pero volvió a la realidad al ver como las manos en la espalda del chico temblaban débilmente y sus mejillas se ponían más rojas.

(Tn)- Disculpa... -susurró separándose de él. - No quería incomodarte...

Sabo- No me incómodas... me gusta tenerte cerca. -susurró.

(Tn) lo miró y sonrió tierna. 

(Tn)- ¿Te apetece ir a cenar? -sugirió . -No me gustaría volver a casa tan pronto...

Sabo- ¿Te vienes a la mía? -preguntó sonriendo. - Ace y Luffy seguro que te sacan una sonrisa.

(Tn)- Tú también lo consigues, gracias por estar junto a mi... 

Sabo dio una zancada hacía ella, le tomó el rostro para levantarlo suavemente y le dio un suave y dulce beso en la frente. Algo que provocó que la joven sonriera y entrecerrase un poco los ojos.

Minutos más tarde...

Sabo- Hola. -saludó entrando a casa seguido de (Tn).

Ace- Oh, (Tn). -dijo saludando. - Vienes cuando la casa está más sucia.

(Tn) observó el salón lleno de cosas por medio y en el suelo junto a la tela una pila de juegos junto a la consola.

Ace- No le digas a nadie que vivimos así.

Sabo- Os dije que recogierais... -susurró viendo el desorden.

Luffy- Yo lo veo bien shishishishi

La chica rió un poco provocando que Luffy la mirase abriendo los ojos.

Luffy- ¿Por qué hueles a chocolate? -dijo acercándose olisqueando como si fuese un perrito.

(Tn)- Uy no sé. -dijo riendo un poco. 

Ace- En otra vida fuiste perro. 

Sabo- Si tuviese el mismo don para otras cosas... 

Luffy se acercó tanto a ella que su nariz tocó los labios de la joven, algo que hizo que la chica se echase un poco para atrás y que Sabo lo apartase.

Sabo- ¡Oye!

Luffy- ¡Comiste chocolate! -exclamó apuntando con el dedo índice.

Ace estalló en una carcajada mientras la chica sonría cerrando la puerta de entrada.

Ace- ¿Te quedas  a cenar? -dijo mirando a su amiga. - íbamos a pedir unas pizzas.

(Tn)- Si no es molestia me encantaría.

Ace- Nunca eres una molestia. -le sonrió.

Luffy- ¡Eres mi nakama!- dijo sonriendo. -Aunque hayas comido chocolate sin mi.

Sabo la miró y sonrió un poco mientras Luffy y Ace decidían que pizza encargar.

La chica se percató de la mirada y giró su rostro hacía él sonriendo. 

(Tn)- Gracias por invitarme. -le dijo.

Sabo-  Me gusta tenerte por aquí.

Los dos se quedaron mirándose por unos segundos y pasaron al salón junto a Luffy y Ace. Sin percatarse de que este último estuvo observándolos con una sonrisa.