Hasta que te conocí (Sabo y tú) [FINALIZADA]

2- Farmacia

Pasó una semana desde que la chica llegó a aquel pueblo y desde entonces no volvió a ver a aquel chico rubio tan torpe que le había tirado el helado encima, y no es porque ella no quisiera conocerlo al enterarse que era el hermano mayor de sus dos amigos Ace y Luffy, si no porque este no le dio oportunidades de hacerlo.

Desde que ocurrió aquel incidente en aquel bar Sabo no quería ver a la chica por vergüenza.

Segundos después de haberle tirado la copa de helado a la chica y posteriormente disculparse se fue de allí sin presentarse y sin decir nada a nadie. Se sentía fuera de lugar desde un principio y tras haber hecho aquello sentía que quería ser tragado por la tierra.

En esos momento el rubio se encontraba en la habitación barriendo el suelo tranquilamente hasta que una serie de estornudos llamaron su atención.

Salió de la habitación y vio a Luffy estornudar repetidas veces con sus mejillas teñidas de rojo junto a la puerta de su habitación.

Sabo- Luffy. -dijo acercándose a él preocupándose. -¿Estás bien?

Luffy- Si shishi... -volvió a estornudar para posteriormente hacer un puchero.

El rubio le puso la mano en la frente y suspiró tomándolo de los hombros y conduciéndolo a su habitació.

Sabo- Tienes fiebre... es mejor que te quedes en la cama hoy.

Luffy- ¡NOOO!

Sabo- Eso te pasa por jugar en la bañera hasta tarde.

Luffy- Pero había quedado con Ussop... -dijo como un niño pequeño.

Sabo- Hace frío fuera, hoy te quedas aquí o empeorarás.

Luffy hizo un puchero sentándose en la cama y dejándose arropar por su hermano mayor.

Sabo- Si te quedas prometo hacerte esa carne que tanto te gusta.

Un brillo de ilusión le iluminó los ojos al pelinegro y se tumbó rápidamente en la cama.

Sabo rió un poco y salió de la habitación rumbo a la cocina donde tenían todos los medicamentos. Al abrir el armario hizo un gesto de fastidio al ver que no quedaban de las pastillas que necesitaba Luffy, salió de la cocina y al pie de las escaleras gritó.

Sabo- ¡Luffy! ¡Iré a la farmacia un momento, no tardo!

Luffy- ¡Vale! ¡Salúdala!

Sabo frunció un poco el ceño confundido.

Sabo- ¿¡A quien?!

El pequeño abrió la boca para responder pero nuevamente volvió a estornudar.

Sabo suspiró y sin darle más importancia salió de casa rumbo a la farmacia.

Mientras tanto...

Kureha- (Tn) dentro de una hora llegarán varios paquetes. -dijo mientras tomaba la botella de sake.

La chica, quien estaba organizando unos estantes asintió con una sonrisa.

Kureha- Ah... ¡en esta farmacia se debe acabar todo menos el sake!-dijo aflijida comprobando que no quedaba ni una gota de sake en la botella, se levantó estirándose y la volvió a mirar. -Salgo un momento.

(Tn)- Tenga cuidado.

Kureha hizo un gesto con la mano no dándole importancia y salió de la farmacia rumbo a la tienda de 24h que había al final de la calle.

Segundos más tarde de oírse la puerta cerrarse nuevamente se volvió a abrir.

La joven bajó de la escalerilla. -¿Olvidó algo? -se dió la vuelta y abrió los labios sorprendida. -Oh disculpa, pensé que era otra persona.

Sabo abrió los ojos sorprendido y nervioso.

La chica lo miró más detenidamente y abrió los ojos sorprendida.

(Tn)- Espera... ¡Tu eres el chico del helado!

Sabo- Si... -susurró apenado.

La chica rió un poco y se acercó al mostrador.

(Tn)- No pude presentarme bien. -sonrió amablemente extendiendo su mano hacía él. -Mi nombre es (Tn).

Sabo vaciló unos segundos pero aceptó su mano y sonrió un poco nervioso. -Sabo.

(Tn)- Eres el hermano mayor de Luffy y Ace, ¿No?

Sabo asintió algo sorprendido.

Sabo- ¿Te hablaron mis hermanos de mi?

La chica negó.

(Tn)- No mucho, pero aquel día en el bar me dijeron quién eras, pero ya te habías ido. -rió un poco.

Sabo suspiró un poco llevándose la mano a su nuca. -Perdón por eso, mi hermano chocó conmigo y el helado se resbaló...

La chica negó amablemente. -No te preocupes, al menos me refresqué.

Sabo- ¿Pudiste sacar la mancha? -susurró.

(Tn)- No, el chocolate no se va fácilmente de una blusa blanca... pero no pasa nada. -sonrió. -¿Has venido buscando algo?

Sabo se quedó en silencio unos segundos sin haber entendido su pregunta y asintió recordando a que vino.

Sabo- Si... -murmuró dándole una nota de las medicinas que necesitaba.

La chica tomó la nota, la leyó y se perdió por los pasillos de aquella farmacia. Un minuto después apareció con varias cajetas de medicamentos y las fue pasando en silencio por el lector de barras.

Sabo- Que coincidencia que trabajes en la farmacia del barrio. -rió un poco intentando romper el silencio.

La chica rió y lo miró por unos segundos.

(Tn)- Es la única farmacia en el pueblo, Sabo. -el chico se mordió el labio avergonzado por el error. -Pero si, es una suerte, si no llega a ser porque Chopper no me recomendó a Kureha ahora mismo estaría trabajando en la ciudad. -sonrió tendiéndole la bolsa de papel con las medicinas.

Sabo tomó la bolsa y le dio el dinero.

Sabo- Tienes buenos amigos.

La chica sonrió felizmente. -Y no sabes cuanto lo agradezco.

Sabo sonrió un poco y dio un paso hacía atrás.

Sabo- Bueno... me voy ya... y perdona otra vez.

La chica negó.

(Tn)- Nada. -sonrió y le despidió con la mano. -Un placer conocerte.

Sabo bajó la mirada y salió de aquella farmacia sin decir nada más.