42 - Cayendo

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(TN) se encontraba sentada en la salita de la farmacia. Tenía una taza de té humeante que Sanji le preparó con el cuidado y el cariño que le ponía a cada cosa que hacía por las chicas, un gesto tan dulce que siempre le daba su toque especial a todo lo que hacía. 

Se encontraban en silencio, la farmacia cerró por unos minutos después de que Ichiji saliera a la fuerza debido a los gritos de la chica, de los cuales poco después ella se arrepintió. A pesar de la situación tan estresante y del miedo por lo que Ichiji pudiera hacerle a Sabo, se arrepintió de sus formas con el pelirrojo. Le habría gustado haberse podido expresar de otra forma, haberle hecho saber de otra forma su descontento y miedo. Ya no solo por él, con el que compartió tantos momentos especiales durante 2 largos años, si no por ella misma, porque sabía que ella no era así, y de alguna forma, se defraudó a si misma.

Suspiró un poco cerrando los ojos llevándose los dedos al entrecejo, zona que comenzó a masajear lentamente con la esperanza de que con ese masaje, sus pensamientos se relantizasen un poco.

Sanji - No te culpes por lo que acaba de suceder. -dijo viendo atento a la chica, intuyendo lo que pasaba en ese momento por su cabeza. - Mi hermano es demasiado terco, hasta tal punto de haberte echo estallar a ti.

La chica lo miró sintiendo su mirada cansada, algo que atribulló por tanto tiempo que lloró. 

(TN) - ¿Cómo sabías qué él estaba aquí? - preguntó sintiendo su voz un poco cansada.

Sanji - Reiju me avisó esta mañana. - respondió con tono suave. - En cuanto vi el mensaje supe que iría directo a la farmacia para verte, vine tan rápido como pude. Sé que mi hermano nunca te pondría una mano encima, pero soy consciente de la incomodidad que te provocaría su presencia aquí, por eso ataqué de esa forma. No quería que te hiciera sentir mal.

La chica bajó su mirada hacia su té sintiendo como su calor se extendía por sus manos.

(TN) - Gracias por venir, se sintió bonito verte aquí. -dijo en tono bajo. - Pero lamento mucho el golpe... no quería que te hiciera nada.

Sanji tomó su mano provocando que la chica lo mirase viendo así una sonrisa sincera en el rostro de aquel chico de pelo rubio. 

Sanji - No te preocupes por mi, me alegra que te hiciera feliz que llegase.

La chica sonrió ante aquello y estrechó su mano.

En otro contexto, esa situación habría provocado los bailes extraños y las palabras raras por parte del rubio, algo típico que hacía cuando alguna de las chicas le decían algo lindo o tenían algún gestoc con él. Pero aquel momento era distinto. Él era consciente de lo delicada de la situción, no era momento para aquello. Y eso fue algo de lo que la chica se percató, apreciando en él una madurez y seriedad que pocas veces mostraba.

Sanji - ¿Puedo preguntarte algo? -dijo tras unos segundos en silencio y apreciándose en su voz un toque de cautela.

(TN) - Por supuesto.

Sanji - Cuando Ichiji iba a salir de la farmacia, le dijiste que no le hiciera nada a alguien, ¿qué ocurrió?. -preguntó.- ¿Vino buscando a alguien?

La chica estiró un poco los brazos sobre la mesa soltando delicadamente las manos de Sanji y suspiró.

(TN) - Ichiji llegó en el momento menos oportuno. -respondió viendo un punto perdido de aquel suelo. - Pasé la noche con Sabo -dijo provocando que los ojos del chico se abrierán más de la impresión. - él me acompañó al trabajo y antes de irse me besó... y obviamente Ichiji lo vio.

Sanji - ... por eso te dijo aquello... -susurró provocando que la chica asintiera cerrando los ojos volviendo a traer a su pecho un sentimiento de angustia.

Hasta que te conocí (Sabo y tú) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora