24- Nuevos comienzos

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Pasaron varios días desde que la chica comenzó con el gimnasio.

Pasaron varios días desde que la chica habló por última vez con Sabo.

Desde el día en el que el chico no asistió a la cita, ella no volvió a presentar interés en volver a ponerse en contacto con él, justificando dicho comportamiento a que Sabo no le volvió a dirigir palabra alguna, tan si quiera lo volvió a ver, cada vez que iba a la casa de los chicos él no estaba nunca allí y cada vez que estos necesitaban algo de la farmacia iba Ace.

Por un momento (Tn) llegó a temer haber hecho algo inapropiado que justificase dicho comportamiento, pero por más que pensaba en ello no encontraba respuesta alguna. Tampoco quería preguntar a sus hermanos, y mucho menos a Sabo, no quería dar la impresión de ser una de esas chicas que van tras de ti aún sabiendo que las estás ignorando, tomó la decisión de aceptar y esperar a que el chico llegase a ella, por si solo sin presiones, aunque contra más tiempo pasaba más sentía la chica que ese momento nunca llegaría.

En ese momento la chica se encontraba saliendo de las duchas del gimnasio, había empezado a ir por la mañana, algo que supo acomodar a la perfección a su horario en el trabajo. Tomó su bolsa de deporte mientras sostenía el nudo de la toalla con una mano buscando el recambio de ropa limpia, encendió la pantalla del móvil viendo la bandeja de notificaciones conforme iba vistiéndose. Sonrió al ver como los mensajes que le llegaban del grupo que tenía con sus amigos no dejaba de cambiar conforme estos mandaban mensajes.

Terminó de ponerse el jersey y los pantalones y abrió el chat de Sanji. 

Hace unos pocos días le había hecho una oferta al chico que este aceptó sin pesar. (Tn) quiso comenzar a hacer cursos de cocina y le propuso al chico que la enseñase, ya que ella no conocía a ningún otro cocinero que estuviese a la altura de Sanji, el cual podía hacerte un plato exquisito con unos pocos ingredientes de la nevera, algo que a la chica le vendría bien aprender ahora que comenzó a vivir sola y no disponía de tanto tiempo para hacer las compras o ponerse a cocinar comidas muy elaboradas, también achacó a que ahora había comenzado la rutina de ejercicios y quería llevar una alimentación más limpia.

Sonrió al ver como el chico propuso la hora para el sábado de esa misma semana, a las cinco de la tarde.

Sería su segunda clase de cocina, la primera había sido un autentico desastre para ella por lo que el joven decidió prepararse bien los platos esa misma semana para poder ofrecerle la muestra y la receta a seguir para cuando ella estuviese sola.

Terminó de recoger sus cosas y salió de los vestuarios hacía la salida del gimnasio mientras leía el chat de Sanji, el cual le ponía la lista de los ingredientes que debía tener para el sábado.

Salió del gimnasio, hizo una captura de pantalla a la lista, miró la hora y se encaminó hacia su casa. Si se daba prisa le daba tiempo a comer algo rápido, hacer la compra y estar en el trabajo a las cuatro. Por lo que apagó la pantalla del móvil y se encaminó hacia su casa pensando en qué comer antes de salir.

Mientras tanto...

Ace- Luffy...

Luffy- No quiero ir. -dijo con firmeza

Ace- Necesito ayuda para cargar con todas las bolsas, necesitamos hacer la compra de las próximas dos semanas y eso es mucha comida. -insistió.

Luffy- Puedes dar más de un viaje. -afirmó mientras seguía pulsando los botones de la consola.

A Ace comenzó a temblarle la ceja y trató de hablar de la forma más calmada posible reprimiendo las ganas de coger al pequeño del cuello de la camisa y arrastrarlo.

Abrió la boca pero sus oídos escucharon otra voz.

Sabo- ¿Qué ocurre?

Ambos chicos se giraron hacía la escalera viendo al rubio bajar viéndolos con aparente tranquilidad.

El rubio vestía de forma diferente a estos últimos días. Esta vez tenía la ropa bien planchada y arreglada, vestía un pantalón negro liso con un blusa blanca bien presentada y metida por debajo del pantalón. El pelo y el rostro estaban limpios y desprendía un agradable olor a perfume y jabón.

Ace y Luffy supieron del tratamiento de Sabo, también estaban al corriente de quien le ayudaba era Law. Ace se sentía feliz y aliviado por el paso que dio su hermano pero no podía evitar no preocuparse por su él. No pasó unas buenas semanas, Law ya avisó que el inicio era complicado pero no sabía hasta cuan complicado podía ser, Sabo apenas quería comer ni salir de casa en días, el recordar no le había hecho bien pero conforme iban pasando los días y las semanas le iba notando mejora, tanto en comportamiento como en aspecto físico.

Luffy- No quiero ir a comprar. -respondió a la pregunta del mayor.ç

Sabo- Ya veo. -sonrió un poco. -¿Aún con ese juego? -preguntó mirando la pantalla.

Luffy- ¡Es que es geniaaal!

Ace- Pero necesito ayuda, Lu.

Sabo- Puedo ir yo si quieres.

Ace- ¿Tú solo? -lo miró y el rubio asintió. - Pero es mucha comida...

Sabo- Me vendrá bien salir y dar más de una vuelta para cargar bolsas. Hace tiempo que no salgo.

Ace lo miró sin estar seguro. 

Sabo- Seguro. -sonrió. -Además, así aprovecho para ver mejor los alimentos... últimamente las verduras se pasaban muy rápido.

Ace- Está bien.

El rubio sonrió, caminó hacía la entrada, tomó el abrigo liso del mismo tono del pantalón, el cual le llegaba hasta la altura de las rodillas, se enfundó la bufanda, tomó las llaves y salió de casa asegurándose de llevar la cartera.

Hacía frío, hacía tiempo que no salía de casa pero agradeció aquella brisa helada que golpeó su rostro.

Cerró unos breves segundos los ojos mientras inhalaba por la nariz, sonrió un poco y se encaminó hacía el supermercado. Se sentía más feliz que hace un mes, agradecía haber comenzado la terapia, agradecía haber tenido el valor suficiente para comenzar de nuevo. Necesitaba una nueva etapa en su vida, una nueva etapa en la que ser más feliz.

Pasó unos minutos caminando hasta llegar a su destino. Las puertas automáticas le dieron paso hacía el interior del supermercado, el cual tenía la calefacción encendida. Oyó el ruido de su interior, risas, el sonido de las ruedas de los carritos sobre el suelo, conversaciones el sonido de los alimentos...

Tomó su carrito y comenzó con el primer pasillo que tenía a su derecha pensando en los menús de las siguientes dos semanas, no quería dejarse nada importante. Sus hermanos se ocuparon de las compras de las semanas anteriores y en la nevera había de todo menos algo ligeramente saludable, y si había una verdura ya estaba podrida. Y mucho menos podías encontrar algo sano en las compras que hacía Luffy.

Pasaron los minutos, ya tenía medio carrito lleno y se dirigía a la zona de congelados pero sus pasos se detuvieron al compás de su corazón.

Allí, frente a la sección de pescado, se encontraba (Tn).

No pudo evitar observarla, no supo hasta ese momento lo mucho que había pensado en ella, lo mucho que la había extrañado. Sentía la necesidad de ir, sentía la necesidad de saludar, de disculparse, de explicar el motivo por el cual la estaba evitando. Pero otra parte quería huir de aquella tienda, quería seguir evitándola, sentía vergüenza. 

Miró su rostro concentrado analizando el pescado.

Era hermosa.

Ya le parecía hermosa antes, pero aquel día, sentía que tenía ante él a algo más elevado de la belleza femenina.

Sentía la necesidad de tomar aire, sentía que había dejado de respirar.

Quiso reaccionar y salir de allí, pero cuando su pierna retrocedió para girar la chica fue más rápida.

Y fue en ese momento en el que los dos abrieron un poco más los ojos y sus respiraciones se entrecortaron a la vez quedándose allí mirándose un momento.

Hasta que te conocí (Sabo y tú) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora