CAPÍTULO CINCO.

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Me sorprendí al sentir sus labios fríos encima de los míos. Todo había sucedido en cuestión de segundos y teniendo en cuenta el alcohol que ambos teníamos circulando por nuestro organismo, nos dejamos llevar por el momento. Por lo que sí, había respondido aquel beso.

Sus labios se sentían muy distintos en comparación de otros chicos a los que había besado. No me consideraba una experta, pero si había besado a una cierta cantidad de chicos a lo largo de mi vida. Después de varios minutos finalmente nos despegamos y ambos caímos en la realidad de lo que acababa de suceder.

— Perdona Cami no sé qué me pasó. — dijo algo arrepentido y sus mejillas se tornaron un poco rosadas. — Creo que me dejé llevar gracias al alcohol. — rio avergonzado.

— No pasa nada Fer, yo también me dejé llevar un poco, no te lo voy a negar. — admití. — Pero prefiero que nuestra relación quede en amistad. Con todo esto que estuvo sucediéndome en estos días prefiero enfocarme en mi misma y no pensar en una relación, por ahora.

— Sisi, tranquila Cami. Yo tampoco estoy buscando algo serio, pero creí que tal vez la distracción te podía ayudar. — admitió.

— Tengo que admitirte que me tomó por sorpresa, pero no me molestó. — le respondí y le sonreí.

— Está bien. ¿Amigos? — dijo y estiró su brazo.

— Amigos. — estiré el mío y le sonreí.

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Había llegado una de mis fechas favoritas del año y nada me hacía más feliz que festejarla con algunos grados bajo cero en vez de un calor de locos como solía hacerlo en Buenos Aires. Siempre me gustaba que llegara el último día del año, sentía que podía lograr cerrar ciclos, colocar puntos finales y esperar a que el año que se avecinara me sorprendiera de la mejor manera posible, aunque para este año me había propuesto algo un poco más distinto, no iba a dejar que el año me sorprendiera, sino que trataría de lograr todo lo que yo misma me propusiera.

Hacía una semana que había sido navidad, lo habíamos festejado en la cabaña, todos juntos, y después de las doce habíamos ido al bar que quedaba cerca del centro, el mismo al que fui con Fernando donde nos habíamos besado.  A diferencia de Argentina, en Estados Unidos no se le daba la misma importancia a la navidad como nosotros solíamos hacerlo. Si eran realmente obsesivos en decorar todo a lo grande, pero relacionado a la celebración solamente se reunían en sus casas, hacían una cena totalmente tranquila y todos se iban a dormir para poder despertase al día siguiente y recibir los regalos de Santa Claus, como ellos le llamaban. La fecha en la que solían festejar un poco más era El Día de Acción de Gracias, que se celebraba en noviembre y obviamente, Año Nuevo.

Estas eran las segundas fiestas que pasaba sola, lejos de mi familia. La primera había sido cuando hice el intercambio a Inglaterra, hace algunos años, y sin lugar a duda había sido una experiencia totalmente increíble. Desde muy chica me encantaba viajar por los distintos países y poder celebrar las diferentes fiestas en cada uno de ellos, adoraba y respetaba cada tradición. Me parecían realmente increíbles.

La alarma de todos los días me despertó, aunque hoy no me tocaba trabajar. Por lo que Benja, Fer y yo decidimos ir a hacer las compras para esa noche y los próximos días. Después de bañarme, secarme el pelo, cambiarme y abrigarme, bajé a la cocina y comencé a preparar el desayuno para los tres. Había decidido preparar unos ricos hotcakes con huevo revuelto y café para cada uno. Cuando el desayuno estaba listo, los llamé a ambos y se sentaron a comer.

A eso de las once de la mañana ya habíamos terminado, Benja me ayudó a lavar los platos mientras Fer aprovechaba para hacer su cama y la de su amigo. Una vez que los tres estábamos listos nos subimos al auto y emprendimos viaje hasta el supermercado. Desde hacía varios días habíamos decidido alquilar un auto para poder manejarnos mejor por el pueblo, porque a pesar de que no había tantas cosas, las distancias si eran algo más extensas de lo que estábamos acostumbrados en nuestro país.

Quizás sea para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora